Imprudente

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Siempre es difícil recibir una mala noticia, sin embargo, que te la digan el día de tu boda, frente al altar y con todos tus seres queridos mirando, lo hace increíblemente insoportable.

Tiene ganas de golpear al chico que está frente a sus ojos y lo hace. Una bofetada cae directamente en el rostro del más alto y su cuerpo se desmorona mientras es un mar de lágrimas.

Todos están atónitos y realmente nadie sabe que hacer.

Es la hermana del chico que yace en el piso quien se acerca, insegura y temerosa.

— Seokkie. Vamos, levántate. — El chico no oye a su hermana. No quiere oír nada mientras que las palabras de su prometido retumban en su cabeza.

"Minseok, me estoy muriendo."

El chico alto aún se mantiene en la misma posición. Su rostro sombrío mientras lágrimas se deslizan inexpresivas.

"Lu Han no exageres"

Fue una sonrisa, creyendo que era una broma. Que tal vez, estaba muriendo de la emoción.

"No, Minseok. De verdad me estoy muriendo."

Su rostro era serio. Minseok comenzó a creer.

"D-de qué hablas, Lu Han".

Tartamudeo. Todos estaban mirándole. Estaban a punto de dar el "sí, acepto" para vivir felices por siempre.

Sin embargo, no todo es felicidad y menos hay un para siempre.

"Tengo cáncer metastásico. Me queda poco tiempo, Minnie."

Fue como un balde de agua fría. Y sin premeditarlo su mano cayó en el rostro de su amado. Cantidad de abrumadoras emociones invadiendo su cuerpo.

Está molesto por su imprudencia, por su desdicha, porque su Lu Han se está muriendo y él no lo sabía.

Lu Han ha estado de pie todo ese tiempo, no hay gente acercándose a él porque nadie lo esperaba, nadie sabe que hacer.

"Una boda y un próximo funeral". Lu Han ríe amargo. Se acerca a Minseok, desliza el anillo de su dedo y se lo extiende al chico quien lo mira angustiado.

— Es todo, Minseok.

Esas palabras le saben amargas y Minseok golpea su mano haciendo que el anillo ruede por las baldosas de la iglesia. La argolla resuena ante el silencio penetrante de todos los asistentes.

Lu Han lo entiende. Da media vuelta y ante la mirada atónita de Minseok abandona el lugar, sin voltear aunque sea una vez. Y su llanto se agrava.

Su mente está hecha un lío pero no se acobarda y se levanta del piso en busca del anillo. Un pequeño niño, el primo de Lu Han, se lo entrega y con una sonrisa inocente pero ojos tristes le murmura un: "ve a buscarlo, hyung."

Determinación, culpa, amor; es lo que siente Minseok cuando sus músculos se están contrayendo en una aventura de buscar al chico que ha removido su mundo.

No demora mucho y lo ve. El pequeño puente en dónde se conocieron una mañana de invierno lo acoge como una premonición.

Apresura su paso y al llegar toma a Lu Han entre sus brazos permitiéndose llorar entre la vestimenta negra de etiqueta. Paradójico, porque se siente como si estuviera llorando su partida a pesar de que aún sigue aquí.

Lu Han suspira mientras inhala el aroma de los cabellos de su amado. No derrama más lágrimas, sonríe débil, lo aparta de su cuerpo y aprieta sus mejillas regordetas, esas que siempre ha amado morder.

— Eres un idiota imprudente Lu Han.

Y Minseok sonríe como sabe que a Lu Han le gusta. Una sonrisa sincera y una esperanza que se mantiene en el aire.

— Si vas a llorar así en mi funeral. De verdad voy a agradecer estar muerto, Minnie.

Minseok lo golpea juguetón e indignado, esos chistes le saben amargo pero sabe que Lu Han siempre ha sido imprudente. Y no puede culparle por haberse enamorado de un idiota.

Lu Han toma su mano y besa el dorso de ésta en un gesto cálido y lleno de amor.

Ya no saben del mañana porque los que les queda es disfrutar el hoy. Cómo siempre debió ser.

— Si no me caso contigo, no lo haré con nadie más. Y sabes muy bien qué no voy a aceptar una negativa de tu parte.

Lu Han sonríe porque ama a ese Minseok mandón y qué siempre consigue lo que quiere.

"— Lu, quiero helado de chocolate. De ese con trozos de frutos rojos.

— Pero... — el rubio revisa la hora en su celular. — ¡Son las 3:17 a.m. Minnie!

— Vamos Lu, quiero mi helado de chocolate y no acepto un no como respuesta. — es un lindo puchero el que adorna su rostro adormilado y cabellos revueltos.

Iba a venir una queja más de parte de Lu Han pero es el cambio de expresión de Minseok el que lo hace temblar.

— Podemos jugar un poco con el helado.

Y es esa mirada ardiente lo que hace a Lu Han levantarse de la cama como un resorte, buscar las llaves del auto en la mesita de noche y salir de la casa sin siquiera cambiarse el pijama de Hello Kitty que había recibido para Navidad."

Su pecho dolía, sus sueños robados y convertidos en recuerdos. Quiere detener el tiempo, o más bien retrocederlo para haber tenido más tiempo que compartir con Minseok.

Desea no haber perdido tiempo en tratar de conseguirse su número con el desquiciado de Jongdae que sólo se burlaba de él haciéndolo parecer un jodido adolescente acosador en la secundaria.

Pero no se arrepiente de haber vivido su vida al lado de una persona tan maravillosa como su pequeño bollo relleno de amor. De amor por su Lu-ge.

Son apenas minutos los que dura la ceremonia en la Iglesia como si todos supieran que ya había iniciado la cuenta regresiva.

Los aplausos y felicitaciones son optimistas. Nadie quiere creer que Lu Han va a dejar a Minseok. Nadie quiere juzgar a la naturaleza, ni la voluntad de Dios. Pero todos comparten la idea de que la vida ha sido injusta con ellos.

Es al tiempo del vals, que la luz del atardecer, en aquella pérgola rodeada de girasoles amarillos, ilumina sus rostros haciendo que no exista nada ni nadie más que ellos dos en ese momento.

— Si te vuelves a sacar este anillo. Voy a patearte el trasero, sea dónde sea que estés. ¿Oíste?

— Si, cariño.

Y son manos entrelazadas que hacen a sus anillos chocar y enviar corrientes eléctricas a sus cuerpos, recordándoles que estaban vivos.

Y para Minseok no hay nada más bello que ver la sonrisa de su esposo. Que poder sentirlo. Que poder vivirlo.

Por qué jamás sabrán cuánto tiempo queda exactamente. Pero mientras se tengan el uno al otro, el tiempo se podía ir al carajo.

Viñetas XiuHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora