Capítulo 5 "Dulces Ilusiones"

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" La vida nos viene deparando para los rumbos que estay tome: el camino a tomar solo depende de nosotros y nuestras decisiones. Pero ¿Qué pasa cuando las decisiones se enfocan más en el corazón o en la lógica?
Usualmente la una no va ligada con la otra y nunca se ponen de acuerdo. Otras veces vienen cargadas con la presión de quienes somos; que representamos para la sociedad a la cual pertenecemos. ¿Lo que decidimos hacer con nuestra vida, representa lo que en verdad
somos? ¿O estas decisiones se ven influenciadas por lo que otros quieren que nosotros seamos? Es difícil decidir en este momento cual es la mejor opción. Por otra parte, no puedo quejarme. Vivo la vida que quiero
vivir. Soy feliz como soy y como vivo. No soy perfecta y tampoco busco la perfección pero debemos de vivir con nuestras decisiones de vida: De todas maneras pueden forzarnos a estudiar lo que ellos quieren para
nosotros, a elegir nuestras parejas, a hacernos, comer,
respirar, decidir cuando debemos reír y cuando llorar... pero al final somos NOSOTROS Quienes vivimos con las decisiones que tomamos u otros toman por nosotros sin siquiera medir las consecuencias porque no les
afecta directamente. Yo estoy decidida a vivir mi vida a mi manera...tener desaprobación parcial de mis padres, pero prefiero ser feliz con mis decisiones al verme influenciada por las decisiones y el estilo de
vida de mis padres, que aunque es la que están acostumbrados por toda su vida y los hace felices, no es mi decisión y no es lo que me hace feliz a mi. Con el paso del tiempo ellos han aceptado mis decisiones y aunque no las aprueban en su totalidad al menos no me forzan a ser lo que no soy. Al fin y al cabo es lo que importa... ¿No?"

La anciana habla con gesto cansino cuando abre la
puerta algo sucia de aquel humilde departamento-
estudio y el joven chino la sigue con la frente en alto y
cierto aire de autoridad que no pasa desapercibido a
quienes comparten al lado suyo. -Tiene que compartir el
baño con los otros de este piso... la renta se paga el día
diez de cada mes... y tiene una linda vista del parquecito
que está a pocos pasos de aquí. - Añade con una sonrisa
dulce. Al él no devolverla (con su mirada rígida y
desconfiada) hace que ella borre la suya.

Solo dos ventanas para el pequeñísimo departamento
cuyo único salón es la sala, habitación y una pequeña
cocina hacía un lado le hace recordar que las posibilidades son pocas en estos momentos que ha denegado su responsabilidad: Casarse en un matrimonio arreglado. Tal como muchos otros Li, han hecho en el
pasado. Shaoran suspira profundo pero no demuestra derrota: observa con sumo cuidado como el desvencijado sofá ya no da para mas y las posibilidades de comprar uno nuevo están a su favor: le queda dinero en su cuenta personal
(desvinculada totalmente de los Li) y podrá comprar algunos efectos del hogar y con la ayuda de Nakuru podría arreglar un poco el sitio cuyas paredes tienen
desgaste de la pintura y pareciera que arrancasen un afiche del otro lado y quedó la mitad de una guapa mujer.

-¿Cuánto es la renta? - Pregunta asomando su rostro por la ventana entreabierta donde observa el parque que
parece ser lo único verde que hay alrededor. La mujer
dice la renta y Shaoran se golpea contra la madera del
borde de la ventana al ingresar la cabeza - ¿Tanto así?
¡Que ironías! Un hombre que nunca en su vida ha tenido
que preguntar por precios de las cosas: un magnate en su
natal China ahora buscando departamentos de baja
categoría que nunca en sus sueños habría de prevenir
esto.

¡Pero jamás irá con la cabeza gacha al lado de su madre
y a un matrimonio sin futuro!
-Es una zona un tanto buena para como hay en otras
partes. - se justifica la señora.-Además los que viven
aquí son jóvenes matrimonios o estudiantes... y está a
pocos minutos de la parada del autobús y del metro.

Shaoran baja la mirada: los últimos cuatro departamentos que ha visto en los últimos dos días podrían ser nidos de ratas y este compararse con un
verdadero paraíso. La mujer atrae su mirada al añadir. -
Allí cabe una pequeña cama y podría poner otro sofá...
incluso la televisión funciona- señalando una caja contra
la pared a la que Shaoran no le prestó ninguna atención
al entrar. - El muchacho que rentaba esto era un estudiante de medicina y no veía mucha televisión...

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