Capítulo 18 | Hazlo

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¿Cómo no querer a ese hombre si se veía como un pequeño niño en su cumpleaños?

Estaba sonriendo de oreja a oreja con sus amigos en la mesa, a tal grado que su felicidad era contagiosa. Durante todo el desayuno los chicos de BIGBANG fueron muy amables con ella, la integraron rápidamente y eso la hizo sentir muy cómoda y aceptada. 

Después de todo, eran muy importantes para Seunghyun y  las únicas personas cercanas a él que conocía. 

Él conocía a Ashton y con eso era suficiente por ahora. Todavía no estaba lista para presentarlo a sus padres. Sospechaba que él pensaba lo mismo, no estaba listo para presentarla a su familia. Tenía que recordarse a sí misma que a pesar de lo intenso que había sido todo sólo llevaban meses de conocerse.

Lo dejó irse con ellos, ya que Youngbae y Jiyong querían hacerse en tatuaje. 

¿Cuántas fans de ellos no hubieran dado todo por una comida casual como la que  acababan de tener? 

Se rió ante la magnitud de las cosas, pues hasta ahora no había sido tan consciente de que estaba saliendo con una súper estrella. Se dirigió a su auto y condujo hasta su departamento con la música a todo volumen y el cabello ondeando por el aire. Tomó sus cosas para pintar y fue a la oficina de YG. 

Estaba bastante inspirada, así que estaba segura que avanzaría mucho con el mural. Mientras sumergía el pincel en la pintura, empezó a pensar en Seunghyun. Los últimos días se le había hecho un hábito tomarlo como fuente de inspiración, ya que era lo único que pasaba por su cabeza últimamente. 

Despertar a su lado todos los días era algo a lo que podía acostumbrarse. Estar con él significaba ser ella misma, sin tapujos, sin temor. Él la hacía sentir libre y amada, algo que no había experimentado en mucho tiempo.

¿Sería posible para ella contarle sobre lo que había vivido?

Con cada pincelada, su certeza aumentaba y sus esperanzas también. Su mamá, cuando le contó acerca de su sueño de ser artista y sus ganas de viajar por el mundo con su arte, le había dicho que la esperanza no era buena, ya que la mayoría de las veces terminaría decepcionada. 

Un consejo muy diferente al de cualquier otro padre razonable, pero increíblemente adecuado para el contexto en el que se encontraban.

Sin embargo, ella era diferente. Ella tenía esperanza.

 ¿Cómo no tenerla cuando el chico más maravilloso que había conocido correspondía sus sentmientos?

La noche del día siguiente llegó y Emma sólo estaba esperando que los chicos llamaran a su puerta. Había insistido en que podía ir sola hasta el lugar en donde se llevaría acabo la fiesta pero ellos insistieron tanto que se sintió apenada de negarse una vez más. 

Pintó sus labios de rojo y dejo su rostro libre de maquillaje para que éstos fueran lo más llamativo de su rostro. Esta vez había pasado un poco más de tiempo arreglándose. De hecho, había ido de compras. Era algo que ella nunca hacía y sin embargo creía que la situación lo ameritaba.

Se había comprado un vestido negro con la espalda descubierta, además de indecentemente corto.  Se miraba al espejo por última vez cuando llamaron a su puerta. Aún no estaba muy segura de su atuendo. Ella jamás usaba cosas así. 

Se asomó por la mirilla y vio a Seunghyun fuera, con las manos en sus bolsillos mientras esperaba.

Estaba guapísimo. 

Después de respirar profundamente, abrió la puerta.

—Hola —saludó ella mientras cerraba la puerta. Le sonrió y besó su mejilla algo nerviosa. Él no se movía, sólo la miraba de arriba a abajo—. ¿Estás bien? —preguntó inquieta.

Adicta a ti | T.O.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora