{ 23 } - "Se fuerte "

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Un nuevo día, un nuevo martirio para mi llamada EL INSTITUTO .Camine por los pasillos del dichoso instituto sintiéndome invisible como si nadie supiera que soy una persona como si a nadie le interesara. Varios me empujaron y gritaban cosas como " la nerd" y "traga libros" pero tenía que superar y no dejar que sus comentarios me lastimen, a si que seguí caminando pero con la frente en alto. 

Luego de unos minutos detuve mi caminata y me puse a pensar ¿así era como se sentía? ¿así hacia sentir yo a la gente? en pocas palabras estaban logrando que me sienta inferior hacia los demás y que mi autoestima se vaya a la mierda, ¿tan poca cosa soy? claro si estoy sola y sin nadie. 

Todo se movía en cámara lenta a mi alrededor, seguí caminando hasta llega a mi locker para abrirlo y meter mis libros, seguía pensando estaba como ida y no me percaté que una chica morocha de cabello color chocolate estaba parada al lado mio con dos chicas más como escoltas.

- !Hey tu! –dijo cruzándose de brazos, la mire mientras ponía mi ultimo libro en el casillero.

- Me estuvieron diciendo que al parecer alguien te hizo creer que podrías acercarte a MI Harry - me miró de arriba abajo con cara de superioridad. Pero lo lamento informarte eres tan patética y fea que nadie se acercaría a ti –dijo riendo.

– Aunque......solo te venia a decir eso para que no te confundas en esa cabeza tuya, ¿quedo claro perra? – dijo levantando una ceja, para luego meter su mano rápidamente a mi locker y tirarme todos los libros al piso, me quede como una estatua mirando el suelo. Ellas rieron y se fueron mismas perras ellas caminando mientras movían su regordete y plastificado trasero. 

Todos los demás seguían caminando como si nada hubiera pasado. Debía ser fuerte......esa era la frase que continuamente me repetía solo quería irme lejos, desaparecer, desaparecer, desaparecer y desperecer. 

El timbre sonó anunciando su primera hora. Tome aire y levanté mis libros del piso respirando hondo otra vez y los guarde en el locker para luego caminar hacia mi clase de Literatura Inglesa. 

En toda la clase estuve desconcentrada, realmente ¿ me merecía todo lo que estaba ocurriendo en mi vida? me pare cuando el timbre sonó como siempre era la ultima en salir.

-Elizabeth, tus notas están bajando en picada, se que el pasado fue un buen trimestre, pero este tienes que esforzarte por aprobarlo– asentí , agarre le papel que me ofrecía el profesor sentado en su escritorio.

Salí de ahí mirando mi prueba en la cual me había sacado 4 suspire y saque todo el aire de mis pulmones. El día se paso igual, con burlas, malas notas e invisible. 

Llegue a casa, para encontrarme con una ambulancia en frente de mi casa. O Dios.. mi padre. Corrí para entrar y fue cuando lo vi a mi padre en una camilla conectado a un respirador. 

-!¿Que ocurre!? – dije a uno de los médicos que ayudaba a subir la camilla con mi padre junto a otras personas más.

-Coma alcohólico, hay que llevarlo a urgencias. Lo pondremos estable. - dijo para luego desaparecer de mi vista y solo escuchar sordo y fuerte sonido de la ambulancia.

Llame rápidamente a William, más de 10 veces pero este no me contestaba. 

-!Maldita sea!- volví a agarrar el celular y esta vez llame a un taxi. Cuando este llego salí disparada para le hospital más cercano. 

Apenas llegue salí corriendo del taxi y caminé rápidamente hasta la recepcionista.

-Disculpe estaba buscando donde se encuentra el Sr. Fithcher, es mi padre y es urgente por favor. – la señorita a unos aproximadamente 30 años comenzó a tipear algo en su computadora. 

-Aguarde aquí, están intentando estabilizarlo. Le dirán cuando terminen – asentí algo nerviosa, me senté en una de las sillas que estaba contra la pared blanca del hospital. 

Mi padre aveces se emborrachaba y cada vez que le pedía explicaciones del por que lo hacía, él solo atinaba a responder para "olvidar las penas" y por olvidar sus penas mira en donde esta. Espere mientras gente se iba, llegaba yo no me moví de mi lugar seguía ahí por otro lado no sabia nada de William, había intentado llamarlo varias veces pero nada. Es más el idiota había apagado el celular.

Dos, tres, cuatro, cinco y seis horas pasaron hasta que por fin el doctor salió sacándose los anteojos y acercándose a mi. Me pare rápidamente ya que no había nadie sentado en donde estaba esperando.

-¿Familiar del señor Fithcher? – asentí

-La hija- dije acercándome a el.

-Bien.. su padre entro en coma alcohólico, hemos logrado estabilizarlo en estos momentos se encuentra deshidrato por tanto alcohol pero no se preocupe esta fuera de peligro. Aunque su hígado esta bastante dañado, hicimos algunos estudios y no hay que hacerle un lavado por suerte. Así que estará esta noche aquí y ya mañana por la tarde podrá volver a su casa pero con una dieta estricta- asentí.

– Tu puedes irte si quieres, supongo que tendrás colegio mañana temprano – dijo mirándome ya que traía el uniforme del instituto.

- No te preocupes aquí cuidaremos a tu padre - asentí nuevamente.

-Muchas gracias- el me dio una cálida sonrisa para luego irse, metí las manos en los bolsillos de mi buzo pero no tenía nada de dinero así que me dispuse a caminar hasta mi casa, ya estaba completamente oscuro era en estos momentos en los que necesitaba mucho a mi madre. 

Sentí como el frió me atrapo por completo camine y camine. Hasta que por fin llegué, vi el auto de William estacionado en frente. 

Entre y lo vi tomando una cerveza con la perra de Megan.

- Las apariencias engañan - {h.s} (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora