Capítulo anterior:
- ¡ BASTA STYLES! ¿ A QUE JUEGAS? - dijo agitada y alterada. Como me gustaba verla enojada.
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-A nada – dije intentando sonar inocente, ella se acerco a mi rostro con cara de pocos amigos.
- ¡Deja de molestarme imbécil! – dijo, puede ver el enojo en sus acaramelados ojos, sonreí amplia mente, había algo en ella que me gustaba.. sentía como que al ser prohibida, lo hacia mucho más excitante, me mordí el labio inferior intentando controlar mis instintos primitivos, un ruido en la puerta nos hizo separarnos. Era el padre de Elizabeth que al vernos puso una cara sombría.
-¡¿Que te dije de traer amigos a estas horas de la noche?! – dijo su padre de manera autoritaria, sus palabras se alargaban, yo ya me había alejado lo suficiente de ella para ponerme el polo.
-Es el amigo de William, tuvo una pequeña pelea y lo trajo, pero lo ayude con algunas heridas que le hicieron – dijo rápidamente casi sin aire, los ojos del hombre estaban desorbitados, luego caí en la cuenta de que estaba ebrio.
-Creo que.....este muchachito se puede cuidar solo – dijo esta vez mirándome, se sostuvo de el respaldo de una silla intentando disimular su borrachera. Mire a Elizabeth y parecía completamente avergonzada, miraba al piso intentando no demostrar ninguna emoción.
-Si, lo lamento. Se me ha pasado el tiempo yo ya me iba – dije respetuoso, el hombre asintió y subió tambaleando las escaleras. Elizabeth Suspiro.
-Sera mejor que te vayas – dijo mirando todavía para el piso, camine hacia la puerta ella me siguió. Derrepente una culpa me invadió pero ¿Por qué? Antes de irme la mire fijo a los ojos, realmente necesitaba decirle esto.
-Si tienes un problema, quiero que me llames. Yo te ayudare – dije mirándola seriamente a los ojos, ella levantó su mirada del piso.
-No me puedes ayudar en nada – dijo fría, estuvimos varios minutos con una conexión visual. Pero decidí cortarla y me fui ¿a quien quería engañar? Volvía a mezclar sentimientos.. que haga lo que quiera con su vida. Si su padre llega borracho, no es problema mio.
-Solo me tengo que preocupar por ti – dije en susurro adentro del Munstang, refiriéndome a mi preciado auto. Arranque a todo velocidad. Algo que me caracterizaba.
[Narra Elizabeth]
-Listo tu celular ya esta activado – dijo la voz del otro lado del aparato.
- Muchas gracias - dije cortando la comunicación, mire mi celular, no estaba mal no era ni nuevo pero tampoco era de los viejos, era algo que quería volver a usar solo para poder conectarme más con Santana, decidí llamarla. Marqué su número el cual me sabía de memoria.
-¿Elizabeth? – dijo del otro lado la voz ronca.
- Hola Santana, ¿me tenias guardada? – dije sentándome en la cama.
-¡ Si! ¡No cambiaste el número! – reí por su emoción.
- Oye.. estaba pensando.. que si tal vez nos podríamos ver ¿después del colegio?, tengo que hacer un par de cosas antes de salir, así que puedes ir a la salida del colegio y de esa forma nos encontramos ¿que te parece? –dijo algo insegura, me quede en silencio ¿Volver al colegio? No estaba en mis planes...
- ¿Elizabeth? ¿Estas ahí? – no me había dado cuenta cuanto tiempo me había quedado callada.
-Emm...... si si disculpa, es que no lo se...– dije suspirando, pero si quería volver a tener la relación de antes con Santana debía esforzarme.
– Esta bien – dije en un suspiro.
-Perfecto, prometo que la próxima te iré a buscar yo, salgo a las 5: 00 pm – dijo tranquila, estuve hablando unos minutos más con Santana de cosas superficiales, la relación no lograba ser la misma, ni siquiera a acercarse seguía habiendo ese muro de concreto que nos separaba por suerte ella había hecho una ventana para acercarnos un poco más.
