Días atrás recibí un mensaje que decía. -Hace poco me escribías muchas cosas, hoy ya no. ¿Te sigo inspirando como al principio?-. La cuestión me hizo analizar, situaciones de los últimos meses que he vivido, y que he vivido de cierto modo acompañado.
Todo inició de cierto modo pontando para bien, conforme las cosas avanzaron se fue creando un ambiente hostil y medio complicado. Con discusiones fuertes, hablando de más, ofendiendo, gritando, llevando a decir cosas que quizá, quizá no se sientan.
Nunca tuve una "táctica" para enamorar a alguien, siempre he querido escribir, me ha gustado, y la verdad es que sé que no lo hago bien. Tal vez por no cortarme las alas mis cercanos me dijeron en algún momento que continuara con ello.
Así que, llega alguien a mi vida, a quien conozco de la nada, sin esperar, mucho menos sin imaginar que iba a sentir algo o ser inspirado a hacer lo que me gusta. Escribir y tener en ella una musa. En notas, en papel, en lo que fuera escribirle mientras la tuve cerca. Pero, se alejó de mí por razones ajenas y empecé a hacerlo y publicarlo para despertar en ella curiosidad y al leerlo supiera que iban en su dedicatoria.
¿Ya no me inspira como antes? Creo que sí, solo que ahora lo digo a viva voz y no tanto lo escribo, aunque a veces me pregunto si son palabras vanas, o que se las lleva el viento y entran por un oído y salen por el otro.
Me pregunto si se olvida la sensación que posiblemente causa lo que digo o que por lo menos yo creo provocar. Y en el momento de la discusión y la cerrazón eso queda a un lado y resta importancia.
No me gusta jactarme, ni presumo de lo que hago, como he dicho no lo hago bien. Pero, la inspiración causada y provocada es única. Tanto que llega a doler el hecho de que al dedicar unas líneas provoca una sonrisa, por qué cuando hay enojo eso termina valiendo prácticamente nada.
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Discreto amor
RandomVer a la persona que nos embruja con solo sonreír, lejos de nosotros y sin saberlo nos hace feliz. No le importa, ni siquiera sabe que existimos, sin embargo, inspira en nosotros ciertos pensamientos. Tomamos un papel, una pluma, miramos el brillo...