New York.

Fuerza a base de voluntad.

-¿Que se supone que estabais haciendo?- nos pregunta Mia.-Oh dios... Mi vestido...-Se acerca a mi, a punto de estallar rabiosas lágrimas que invaden su cristalino.

-Puedo explicártelo... Y por el vestido, no te preocupes, te compraré uno aun mejor.

-¡Era de una de las marcas mas caras que existen, tu no tienes dinero ni para un bocadillo!- Espeta furiosa.

Lo ha dicho lo suficientemente alto como para que varias personas lo hayan escuchado y comiencen a reírse sin piedad alguna.

Mi dignidad está por los suelos, Mia no era así, antes era una chica dulce y estudiosa, pero ahora ed una borde.

No puedo contener las lágrimas, y antes de que todos me vean llorar salgo corriendo.

Es luna llena, y corro por los grandes jardines de la mansión en busca de paz.

Llego hasta un gran sauce llorón, que está al lado de un calmado riachuelo.

Escucho atentamente el silencio que me brinda la oscuridad, el canto de las ranas croar y observo detenidamente las pequeñas y extrañas luciérnagas, toda esta paz y tranquilidad me recuerda a España, no se parece en nada a Nueva York como la conozco.

Rompo a llorar, lo necesito, cada vez que me vean algún miembro que haya asistido a la fiesta me reconocerán como "la chica que no tenía ni para comprarse un vestido".

-He venido a por ti, te vas a tu casa, bueno, a la casa de los tortolitos mas bien, porque no es tu casa.-Noto como me tocan el hombro, y al escuchar sus últimas me quiero cortar, no puedo con este sufrimiento, no hice nada para merecermelo.
Esta vez me hago un ovillo y sollozo mas fuerte.

-Deja de llorar y mueve tu culo gordo, no eres bienvenida en este lugar.- agarra mi hombro con fuerza, tanta que hace que levante la vista y ahogo en mi garganta un grito de dolor.

-No me moveré de aquí,¡ todo fue por tu culpa!-escupo furiosa, soltandome de su agarre, levantándome y retándole con la mirada.

-Tipico de cobardes, culpar a otros y hacerse los débiles ¿sabes que niñata? Vete a la mierda.-Esas palabras se clavan en mi pecho como afiladas dagas de acero.

-Tu no sabes nada sobre mi, eres un creído de mierda que solo vives de tu papá, y no sabes lo que es ni el frío, ni pasar hambre, no sabes nada,¡ eres un estúpido niñato que me tiene harta!

Escucho un sonido sordo, luego noto el ardor en la mejilla y un sabor a sambre brotar de mi labio.

-Hablaste demasiado, ya vámonos. - por primera vez, a pesar de que sea de noche, puedo ver un pequeño destello en sus ojos, un destello de dolor, de saber que lo está haciendo mal.

-¡Vamonos!- Ordena una vez mas, e intenta cojerme, pero tengo miedo y me aparto dando dos pasos hacia atrás.

Intento ahogar otro grito en mi garganta, mas no puedo, he caído al agua y lo peor es que está tan fría que mis músculos no se mueven.
Esta sensación de agonía puede conmigo, y es tal el estrés que dejo de gritar y de hacer un esfuerzo por llegar a la orilla, solo me dejo caer en las profundas y frías aguas de lo que parecía un inocente riachuelo.

------------------

Hola! Que tal OS va con las notas?
Yo ya terminé los exámenes, ahora sólo queda disfrutar del veranito jeheje...

Siento no poder haber subido antes, pero aquí está ya el nuevo capitulo, aunque debo de avisar que es mas corto que los demás capítulos...

Pd : espero que disfrutéis leyéndolo.

¿Que os parece Ethan?