PI-PI-PI... Este molesto sonido se repite una y otra vez, intento abrir los ojos, mas no puedo por mas que intente.
Al fin, con un gran esfuerzo logro abrir mis ojos, parpadeando repetidas veces para que la imagen de donde estoy se enfoque bien.
Observo con detenimiento las pálidas paredes, solo iluminadas por unos nítidos rayos de sol que se asoman por un pequeño ventanal.
-Doctor, la paciente se acaba de levantar, ¿llamo a los conocidos para que vengan a verla o aun es demasiado pronto?
-Llámales ahora, la joven parece que está estable.
El que resulta ser el doctor se acerca a mi con precisión y me pregunta:
-¿Se acuerda de su nombre?- pregunta dudoso y con una libreta para apuntar datos entre sus manos.
-¿Do-donde estoy?¿ Que hago aquí?
-Sufriste hipotermia al caer a un río, tus amigos están esperando afuera, al parecer no tienes familiares en Nueva York. ¿Te sientes en condiciones de verlos?
Siento como un montón de recuerdos se apelotonan en mi mente, recuerdos que hubiese querido no volver a recordar jamás.
-Señorita..¿Se encuentra bien?- Me pregunta el doctor, haciéndome volver de nuevo a la realidad.
-Preferiría no hablar con ellos, no quiero volver a verles por ahora...- Estas últimas palabras, aunque hayan salido de mi boca, destrozaron mi corazón como lo haría una roca al besar un cristal.
-Entiendo... Iré a conversar con tus amigos, ahora vengo.
-Está bien-Cuando el doctor cierra tras de si la puerta, me levanto de golpe, y a pesar del mareo a causa del impaco de levantarme tras tantos días en cama, logro llegar a una pequeña habitación que parece ser el cuarto de baño.
Nada mas llegar al cuarto de baño, cierro la puerta con el seguro para que nadie pueda entrar y miro a mi alrededor, mas no hay una salida.
Una parte de mi se pregunta, ¿por que huyo de mi pasado y de mi presente?
Mas no puedo comprender el por que, simplemente hago caso a mis instintos, y eso a veces no es lo correcto.
Otra vez alguien desvanece mi tranquilidad golpeando fuertemente la puerta:
-Señorita, el quiere verla, aunque solo sean unos cinco minutos y luego te dejará descansar.
Me miro al espejo del cuarto de baño; He adelgazado considerablemente, tengo unas profundas ojeras a pesar de haber descansado durante días en el hospital y mi tez normalmente morena está tan pálida como la mismísima porcelana. En cuanto mi vestimenta consiste en un camisón de un color azul pastel.
Sin duda alguna, este hospital debe de ser privado por las cosas tan sibarita que hay.
Y otra vez se han gastado dinero en mi...
Volteo los ojos y me dirijo a abrir la puerta, donde tras de ella se encuentra Ethan.
-¿Que haces aquí?- Pregunto entre temerosa y furiosa.
-Ponte esto, nos vamos.
-¿Nos vamos?Querrás decir que tu te vas, porque yo no pienso ir a ningún lao contigo.
Esta vez es el quien voltea los ojos, aquellos ojos que tanto me entusiasmaban pero que ahora me dan ganas de arrancárselos de cuajo.
Me tira la ropa y se da media vuelta mientras se sienta en la esquina izquierda de la cama y prende un cigarro.
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New York.
ActionA sus 18 años, Isabella, también apodada 'Izzy', quiere buscar una vida nueva, lejos de todo el alboroto de su país (España). Su destino es New York, donde todos tus sueños se hacen realidad, según dicen, pero mas que sus sueños, lo que verdaderamen...