New York.

capítulo 6; Las cosas que mas amamos son las que mas nos destruyen.

El día está nublado y lluvioso, justo como a mi me gusta. Me tapo bien con mi mantita (en verdad es de Mia pero da igual) y comienzo a comer palomitas mientras veo la película de Percy Jackson.

Si en algún momento pensé en irme creo que lo haré pasado tres meses, ya que ahora hace mucho frío y se está bastante bien ( en verdad es porque soy una vaga a quien no le da ganas de trabajar).

Tomo mi chocolate caliente mientras empiezo a gritar cada vez que percy se arriesga a morir.

-¡Ahhh!- grita mi mejor amiga, a lo que yo respondo con otro grito y las palomitas se salvan de entrar en mi estómago ya que las tiro al suelo.

-¡¿Que ha pasado?! ¡Me asustaste pendeja!- le digo a Mia, que corre hacia mi como lo haría una mocosa de 7 años.

-Bueno...Si tanto insistes, te cuento- Volteo los ojos ya que yo no había insistido pero una cálida sonrisa se cierne sobre mis labios al ver que a vuelto a ser la de antes por arte de magia.

- Creo que estoy embarazada...-Mira al suelo, sonriendo pero a punto de estallar a llorar.

-Con razón llevaba tiempo sin escuchar tus gemidos por la noche.

-¡Isabella!- Sus mejillas empiezan a arder.

-Izzy- Corrijo, ya que no me gusta mi nombre real, me trae recuerdos, bellos recuerdos que no se repetirán mas.

Mia voltea los ojos, por donde empiezan a brotar algunas lágrimas.

-¿Que voy a hacer?¿Y si me deja por que no quiere tener al bebé? Porque no pienso abortar y .....-La hago callar con un abrazo, y pienso bien ( en verdad no) lo que le voy a decir.

-¿Que era lo de virgen hasta el matrimonio?- Ella sonríe, se quita las lágrimas con las manos, como lo haría un tierno niño de 3 añitos.-Te diré una cosa, yo no puedo saber lo que piensa Ryan, porque cada persona es un mundo y solo el puede saber lo que piensa y/o siente por cada persona, pero te diré una cosa, como te mira Ryan no te mira nadie.

-¿Cómo me mira Ryan?- Pregunta mas animada.

-Como no mira a ninguna chica. Te mira con un cariño especial, y sinceramente pienso que el te quiere, y cuando digo que te quiere es que te ama. Y esta es la oportunidad perfecta para averiguar si de verdad te quiere como yo creo- Le guiño un ojo y le regalo mi mas cálida sonrisa.

-Tienes razón- Se pone en pie y mira al cielo (o debería decir techo)- Juro a dios por testigo que jamás volveré a poner en duda el amor de Ryan hacia mi.- Volteo los ojos, Mia siempre ha sido muy melodramática, sin embargo este dramatismo hacía que mi vida no fuera tan aburrida.

- Ves demasiadas películas.- Es lo único que se me ocurre decir.- Y, por cierto, hay dos mas que están de testigos aparte de dios- Digo señalando a su barriga y a mi. Ella simplemente ríe.

Pasamos toda la tarde haciendo galletas, pasteles, arreglando a Mia y ensayando lo que le iba a decir para la ocasión.

Pasan las nueve, las diez, las once, las doce, y las una de la mañana, y nada, ni contesta a las llamadas ni nadie sabe nada de el.

-Estoy preocupada, creo que debería de ir a buscarle- Dice Mia mientras ambas recogemos la mesa.

-No, mejor tu quédate, yo iré a buscarle por los alrededores de donde el trabaja, como le encuentre le mato, todo el día cocinando, ensayando, poniéndote bonita para nada, y encima me que sin cena- Ella ríe al ver mi cara roja de furia al decir lo último (si, me encanta comer).

Tras varias explicaciones de que sitios son menos peligrosos para transitar, marcho a buscar al amado de mi mejor amiga, que por cierto se va quedar sin huevos como le vea.

Llevo como mas de una hora andando por las frías calles de Nueva York, y para colmo ha empezado a nevar.

En otra situación me hubiese sentido feliz al ver los copos de nieve caer, pero esta situación era diferente; Estaba congelándome, buscando al novio de mi amiga, sin haber cenado y sola por calles llenas de yonkis y vagabundos.