En realidad no te voy a mentir, porque no me lo merezco.
Sigues siendo muy especial para mí a día de hoy. Echo de menos tus besos y tus caricias a medianoche, o simplemente echo de menos cuando pronunciabas mi nombre.
Le he dicho a todo el mundo que estoy bien, que ya te he olvidado, pero a ti no te puedo mentir, simplemente porque no puedo, porque eres diferente y eso nunca cambiará.
¿Alguna vez te has parado a pensar en la cantidad de veces que he pasado llorando a solas en mi habitación? No tienes ni idea. Y, es que, desde que te fuiste yo ya no tengo ganas de nada.
He cancelado miles de planes, de viajes y de proyectos por la única razón de que siempre acabaría pensando que todo sería mejor si tú estuvieras aquí y no pararía de recordarme una y otra que solamente fuiste una ilusión, un sueño que pasó por mi vida tan bonito que se desvaneció casi al instante cuando te marchaste.
Mi vida se ha vuelto una rutina monótona de la que no soy capaz de salir sin ti. Ya nada me hace reír de verdad o sonreír de la forma más estúpida, ¿cuánto más podré aguantar así?
Oculto mi dolor con mi humor frío y distante. Desde que me alejaste de tu vida no he podido querer alguien, y no porque yo no quiera, sino por el dolor que me reconcome por dentro. ¿Cómo podría estar con alguien sabiendo que no eres tú?
Quiero que tú seas la única persona que me abrace y construya un hogar con sus brazos. No necesito a nadie más y eso ya me lo he demostrado.
Seguramente tú ya me hayas superado. He visto fotos fotos tuyas y pareces feliz. Más feliz que cuando estábamos juntos, y eso, de cierta manera, me duele.
No te estoy pidiendo otra oportunidad, porque está claro que no me la merezco, y tú eres el valiente de esta relación.
Pero, por favor, recuerda que hubo un tiempo en el que yo te hacía feliz.
Recuérdalo.
Eso, y nunca me olvides.
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Poemas.
PoesiaRecopilación de poemas que ocurren en mi cabeza y no se callan hasta que los escribo.