Parte 8

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Un domingo, al mes, los chicos venían a verme. Los esperaba, con mucha alegría, sentía que comenzaba a recuperar algo de lo perdido. Me sentía acompañada, querida; a pesar, de continuar, sin pronunciar palabra, ya no estaba sola y no iba a estarlo mas. Se acercaban mis dieciséis años, estábamos preparando todo, para disfrutar de ese día, como hacia mucho no lo hacia.

Por fin, llegó el día, estaba muy emocionada. Me reuniría con las personas que tanto quería y extrañaba, los tendría a todos juntos, a mi lado, los podría volver a ver. Los nervios me invadían, sentía alegría y a la vez mucho miedo, por no saber que pensaban de mi. Esperaba en el jardín del orfanato, estaba lista, con un pantalón vaquero, suelto y negro, una remera fucsia con volados y una chaqueta de cuero. Empecé a escuchar ruido, pensé que eran los chicos y me acerque, pero me sorprendí, al ver quien era, el horror me invadió. Tenia frente a mi, al monstruo de mis pesadillas, ver ese rostro me paralizó.

* es imposible, (pensé, mientras las lagrimas caían) el no debería estar cerca mío, de hecho debe, estar encerrado en prisión...

Un frío, inmenso, recorrió todo mi cuerpo, como podía mi padre estar frente a mi. Con todo el cinismo, del mundo, sonrió mientras me decía:

* feliz cumpleaños, princesa (y acarició mi rostro) te extrañe mucho...

Di un paso hacia atrás.

* no tengas miedo, soy papá. Vine por ti, tienes algo que hacer por mi.

En ese momento de la nada, comencé a hablar.

* ¡Es imposible! (mi cuerpo temblaba, sin control) ¡No puede ser cierto!

Intento sujetar mi mano, yo me aleje y comencé a gritar.

* ¡No me toques! (estaba desesperada) ¡Alguien que me ayude!

* ¡Cállate! (mientras golpeó mi rostro con su puño)

Al volver en si, descubro, que me encuentro, en un cuarto, completamente vacío. Intente abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave, me desesperé. La piel se me puso de gallina, por mas esfuerzos que hacía no conseguía abrirla. Detrás de la puerta se escuchaba llantos, de chicas que suplicaban que las dejaran irse, de los nervios me comenzó a faltar el aire. Cuando de repente la puerta se abre y detrás de ella aparece un hombre, su mirada me paralizó, provocó terror en mi y una desesperación difícil de explicar.

* ¡Soy Edward! (dijo con voz grave y fuerte) ¡¡De ahora en adelante harás lo que diga, sin peros!! Soy tu dueño... ¿Entendido?

* ¡No, es un error¡ tengo que volver. (y me acerque a l puerta)

Me empuja contra el suelo y se quita su cinturón de cuero. Comenzó a golpearme con el, cuando, por fin, dejo de hacerlo me beso.

* Ahora, vamos a ver si eres tan buena niña, como dijo tu padre.

Destrozó mi remera, mientras me besaba el cuello, lo empuje; pero lo único que conseguí fue que volviera a golpearme con el cinturón. Lo enrollo en mi cuello y me puso boca abajo, no podía creer que otra vez me estuviera pasando. ¡Me violo!

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2016 ⏰

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Jade Saelices #ConcursoWAFC #PremiosWABook #donawards2016 #CBL #P.BigDonut. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora