Here for you.

Cápitulo 10.

Ya había varias personas en la casa, el ambiente ya estaba comenzando.
Anna tomó un vaso con cerveza y se lo dio a Abraham, tomó uno para ella también. Se sentaron en el sofá y comenzaron a conversar nuevamente.
—No sabía que bebías.—Dice Abraham—.
—Hmm, pues casi no me gusta, pero no quiero que seamos los únicos raritos.
—Es que a mi no me gusta.—Dice poniendo el vaso en la mesa de centro que tiene enfrente.
—Basta con que lo tengas en la mano todo el tiempo.—Dice mientras agarra el vaso y se lo pone en la mano de vuelta—.
—Vale—no muy convencido se queda con el vaso en la mano—¿Podemos hablar sobre algo?
—Hmm, claro, pero debo ir a saludar al resto...—Anna hacía eso porque sabía de lo que él quería hablar y no quería entrar en demasiados detalles—Ahora vuelvo.
La fiesta ya estaba, la mayoría de los invitados ya había llegado. Música y demasiados personas, hasta se complicaba el paso.
Anna salió de la casa, fue a un parque cerca de allí y se quedo un rato leyendo un libro, no se sentía bien. A pesar de todo, de que su mejor amigo estaba ahí adentro esperándola, de que sus demás amigos estarían alegres de verla, ella prefería estar sola, se sentía sola y eso, nadie podría quitárselo.
Cerca de tres horas después llego Michelle. Se acerco a ella y se sentó a su lado.
—¿Qué haces aquí?—preguntó Michelle desconcertada.
—No sé, ¿tú, qué haces aquí?
—Voy llegando, te vi aquí y me acerque a ti. Hmm, ¿estás bien?
—Seguro, estoy bien.
Mentía, no estaba bien. Estaba triste, no sabía como su estado de animo se había ido al carajo en cuestión de minutos. ¿Por qué alguien querría estar con ella? A veces sentía que no merecía a sus amigos, sus amigas, su familia y mucho menos una pareja.
—Vale, pues vamos a la fiesta, Anna.—se levantó y le dio la mano a su amiga para que también se levantará.
—¿Has venido sola?—preguntó Anna mientras caminaban a la casa de la fiesta.
—Pues sí, ¿tú no?
—Sí, aunque estaba con Abraham.
—¿¡En serio!?—dice mientras le da un codazo despacio.
—Sólo fue un rato.—dice entre risillas.
—¿Recuerdas al chico de hace un año?
—¿Quién? ¿Steven?
—Él... Vendrá hoy, tal vez ya está ahí, son 10:30, ya debe estar dentro.
—¿Qué importa? Nunca pudiste hablarle, ¿lo harás ahora?
—Eso intentaré... Aunque se volvió popular, lo sabes... Será más difícil.
—¡Jaja! ¡Por tonta!
—Cállate.—dice Michelle entre risas.
Ambas entran a la fiesta, Anna busca con la mirada a Abraham, pero no lo ve. No le da importancia y se queda con Michelle.
Michelle busca a Steven, lo ve junto a una bolita, la bolita de siempre, los populares.
—¿En serio irás?—pregunta Anna.
—En serio iré.—toma un vaso de cerveza y se dirige a Steven.—Deséame suerte.
Michelle deja sola a Anna. Anna toma un vaso también y comienza a beber.
Se queda parada, mirando a todos a su alrededor. Ve a un chico, alto, moreno claro, con unos hermosos ojos. El chico está hablando com otros dos, se ríe. Cuando ella mira su sonrisa, sabe que debe hablarle.