Capitulo 1

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Kim JongIn necesita una pareja.

Y no tenia mucho tiempo, así que no podía ser demasiado exigente. Y aunque estuviera repasando su agenda mentalmente, sabía que ninguna de las mujeres y hombres con los que había salido en el pasado serviría. Todos interpretaban algo equivocado respecto a esa situación. Todos esperarían que su propuesta fuera de verdad. Pero el anillo de compromiso y todas las conversaciones acera de una boda futura solo serviría para hacer feliz a su abuelo.

Abue JaeJae estaba muriendo. Al menos, eso decía el.

El médico Choi SiWon aseguró a JongIn que Kim JaeJoong gozaba de buena salud, teniendo en cuenta que era un hombre que estaba a punto de cumplir los ochenta y un año, a quien le había puesto una prótesis de cadera el año pasado y que veinte años atrás había tenido un principio de cáncer cerebral. A veces tenia alteraciones se ritmo y cardíaco, pero le habían prescrito una medicina y, según el médico, estaba haciendo efecto. Sin embargo, Abue JaeJae opinaba algo muy distinto.

Estaba muriéndose.

Durante el ultimo año, soñaba cada noche con su difunto marido y con su hijo, JunMyeon, el padre de JongIn y Abue JaeJae estaba seguro de que esos sueños eran el presagio de su propia muerte, y nada de lo que JongIn dijera podría convencerlo de otra cosa. Las navidades anteriores, cuando el viajo para pasar las vacaciones con Abue JaeJae en su apartamento en Gongju, él le dijo que el único regalo que quería era que su único nieto se hubiera casado antes de que muriera.

El hombre lo había criado después de que sus padres, JunMyeon y YiXing, fallecieran en un accidente de coche. JongIn tenia ocho años. Abue JaeJae no lo dudo un instante y, en lugar de disfrutar de su jubilación, se dedicó a criar a su nieto a tiempo completo. E hizo un trabajo excepcional. ¿Cómo podía el negarle su deseo? ¿Cómo podría permitírselo? Estaba en una situación sin salida. Así que, decidió mentir.

- Llevo saliendo con alguien especial desde hace unos meses.

Sus palabras mejoraron el estado de ánimo de Abue JaeJae considerablemente. Y con razón. Él nunca había salido con alguien más de tres meses. Tras ese tiempo, ellos siempre esperaban que pasara algo más, como por ejemplo, que se intercambiaran las llaves de casa, poder dejar un cepillo de dientes en su baño y, quizá, incluso que les cedieran un cajón de su cómoda. A los tres meses, se volvían dependientes. Y JongIn sabia que no tardarían en pedirle que les dijera "te quiero"

No, gracias.

Él había visto como el amor había afectado a unas parejas. Habían pasado veintes y dos años desde la muerte de sus padres y por mas estúpido que sonase no quería terminar así. Así que había tomado la decisión de terminar todas sus relaciones antes de que pasaran tres meses, incluso a veces antes, si esa persona se enamoraba demasiado rápido.

No era que JongIn no tuviera un don para las personas. Se consideraba un hombre atractivo y se ganaba la vida. No era millonario, ya que se había invertido mucho dinero en empezar su propio negocio, pero llevaba una conforme gracias a que trabajaba mucho y algunas inversiones. Aun así, por lo que realmente les resultaba atractivo a las personas era por su manera de comportarse.

Al parecer, de pequeño prestó mucha atención a los consejos de Abue JaeJae. Insistió mucho en que fuera educado, caballeroso, atento y mostrara interés por las opiniones y las aficiones de los demás, aunque en realidad no le interesaran. Como resultado muchas persona le habían expresado el deseo de convertirse en el señor o señora de Kim JongIn. Pero él no estaba dispuesto a contraer matrimonio. No entonces, ni nunca.

Durante los últimos meses, Abue JaeJae había estado convencido de lo contrario. Para él, tener una relación con alguien especial implicaba acabar en el altar. JongIn debería habérselo aclarado. Pero estaba tan emocionado que solo hablaba de eso cada vez que se llamaban por teléfono, así que, JongIn no encontró valor para hacerlo. Cada vez que salía el tema, responda brevemente y se ponía a hablar de otra cosa. Aun así, su abuelo estaba convencido de que iba a casarse con un tal Dae. El no estaba seguro de donde había sacado ese nombre. Solo que le parecía un buen apodo para el encantador hombre que su abuelo creía que le había robado el corazón.

Abue JaeJae insistía en que quería conocer a su prometido, y no estaba dispuesto a aceptar un No como respuesta. Si JongIn no llevaba a su prometido a casa de Abue JaeJae para el fin de semana, su abuelo amenazaba con subirse al coche y conducir un largo trayecto para conocer al dichoso Dae, desde Gongju hasta donde esté.

A él no le gustaba la idea de que su abuelo se metiera con el coche en la autopista, donde el resto de vehículos circulaban a mucha mas velocidad que el de él. Pero si el contaba la verdad, el volvería a empezar con la historia de que estaba a punto de morir. O peor, que le de un infarto por mentirle. Y JongIn no podía soportar esa idea.

La única solución que se le ocurría era buscarse un o una novia y, después de un tiempo razonable, terminar la relación. Si el parecía destrozado, quizá Abue JaeJae dejara de presionarlo y continuara viviendo su vida.

De pronto llamaron a la puerta, sacándolo de soñar despierto.

- Perdona, JongIn.

Levanto la vista y se encontró con que su secretaria lo miraba desde la puerta con cara de preocupación. Kwon Bo Ah era veinte años mayor que JongIn y, al igual que su abuelo, se preocupaba por él. Ella también pensaba que a su edad ya debería haberse casado o, al menos, tener una relación seria con alguien.

- ¿Va todo bien? - pregunto ella.

- Me duele la cabeza - murmuro él. Y, en cierto modo, era verdad. Era lunes y tenia hasta el jueves para solucionar con su problema. Retiro la silla un poco y se puso en pie -. Creo que me iré a casa temprano.

- Ah, bueno... - Bo Ah fruncido el ceño.

- ¿Algún problema?

- No. En realidad no. Solo que el director de Lucky One quiere verte.

- ¿Ahora? - preguntó con una mueca de confusión.

Ella asintió para luego agarrar su agenda y dijo :

- No recuerdo haberle dado una cita.

- Porque no lo ha pedido. Ha venido sin avisar, confiado en que pudieras dedicarle algunos minutos de tu tiempo - Bo Ah negó con la cabeza -. Esta bien. Le diré que tiene que pedir cita. ¿quizá un día de la próxima semana?

JongIn levanto la mano.

-No. No es necesario. Lo recibiré ahora. Sera mejor que termine con esto cuanto antes - se froto las sienes -. Supongo que viene buscando un donativo.

- Imagino que así es -dijo su secretaria con una pequeña sonrisa.

Cuando el hombre entro en el despacho, a JongIn le llamaron la atención tres cosas.

La primera, su pequeña estatura, debía de medir unos metros setenta y cinco o tres.

La segunda, su boca. Tenia los labios finos y su sonrisa iluminaba la mirada de sus ojos oscuros. Además de su nariz ligeramente respingona y su cabello castaño claro, lo hacia mas atractivo que bello.

Y lo tercero, que no llevaba alianza. De hecho, aparte de un anillo en su dedo índice de la mano izquierda, algo viejo, no llevaba ninguna otra joya.

Él lo miro medio avergonzado e intrigado por la dirección que habían tomado sus pensamientos. « ¿Y si...? No ».

-Buenas tardes, señor Kim, soy Park JongDae - le tendió la mano para saludarlo -. Gracias por recibirme a pesar de que no lo haya avisado con antelación.

Falso Amor (KaiChen) {Editando} [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora