Capitulo 6

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JongIn acababa de cerrar la puerta cuando Tao agarro a JongDae del brazo y comenzó a bombardearlo de preguntas.

-A ver, cuéntame que paso. Parecía muy interesado en ti. No es que yo haya estado espiando, pero la puerta de la sala de reuniones tiene un panel de cristal y...

- No pasa nada - JongDae no intentaba mentirle a su amigo. A él también le costaba asimilar lo que había sucedido en las ultimas veinticuatro horas.

- Te ha acariciado la mejilla.

Una simple caricia ante la que el cuerpo de JongDae había relacionado de manera desproporcionada.

Le había gustado ese simple tacto.

- No es lo que parece. En serio.

- ¿De veras? A mi me pareció un gesto muy romántico - Tao se cruzó de brazos -. Las personas no acarician de esa forma a menos que estén interesados en algo más aparte de en hacer un donativo benéfico, por muy importante que sea la causa, cariño. Si no lo sabias es que llevas fuera del circuito de ligues mucho tiempo. 

JongDae bufo un poco molesto.

- En este caso sí que es así -contesto JongDae, y miro su muñeca otra ve olvidando que no llevaba reloj -. Tao debo recordarte que eres casado y casi padre.

-No lleva anillo - dijo ZiTao - Lo tengo presente todos los días. Eso no me impide salir a divertirme. Y no me cambies de tema, hablamos de ti y tu príncipe. Ahora si que me ha entrado curiosidad. Estas muy despistado, y tu no sueles ser así.

- Es una historia muy larga y querrás analizarla minuciosamente, pero dentro de unos minutos llegara nuestro clientes.

- Esta bien -suspiro ZiTao - Hablaremos durante la comida, pero ahora cuentame una versión resumida.

JongDae respiro hondo. De esa no podía salvarse.

- JongIn ha aceptado hacer un donativo personal a nuestro proyecto, un donativo de la misma cantidad que el hará en nombre de Kim Enterprises.

- ¿Y?

- A menos podías mostrar cierto entusiasmo. Así conseguiremos nuestro objetivo.

- Me alegró. Eso... nosotros - ZiTao puso una amplia sonrisa pero desapareció enseguida- ¿Y?

- El necesita que le haga un favor. Sí, eso es todo - JongDae suspiro pesadamente -. Necesita un favor.

- Sabes que cuando te dije que me dieras una versión resumida no me refería a que me hablarás en clave - contesto Tao cruzando los brazos.

JongDae respiro hondo. Otra vez. Le era difícil contarle sobre ese asunto.

- De acuerdo, esto es lo que hay - antes de seguir hablando, sintió las mejillas calientes -. JongIn necesita un novio. Mejor dicho, necesita a alguien que se haga pasar por su novio durante este fin de semana, cuando vaya a visitar a su abuelo.

ZiTao abrió los ojos y boca a más no poder. La noticia le había caído como una cubo de agua helada.

- ¿Haz dicho novio?

- He dicho que JongIn quiere que me haga pasar por su novio - insistió JongDae - Me ha pedido que me haga pasar por su prometido. No esta interesado en mi, para nada.

A pesar de sus aclaraciones, Tao lo agarró por la muñeca y tiro de él hacia el despacho.

- Nuestro clientes pueden esperar. Necesito que empieces a explicármelo todo desde el principio.



***





Se acercaba el momento de cenar con JongDae, y JongIn estaba cada vez más nervioso. No tenía sentido, pero así era. Aunque nunca se ponía nervioso antes de una cita, a veces, sí lo hacia antes de una reunión de negocios. Sin embargo, nunca se ponía colonia antes de una reunión de negocios, por muy importante que fuera. Ni se cambiaba de ropa dos veces, preocupándose por su aspecto y por el efecto que tendría sobre la otra persona. Al final, término poniéndose la misma ropa que había llevado a la oficina de JongDae.

En el bolsillo derecho se había guardado la caja con el anillo de compromiso que su padre, JunMyeon, le había dado a su papa, YiXing, hace más de treinta años atrás. Era un anillo bonito y de aspecto anticuado debido a que estaba engarzado en oro blanco. El diamante era redondo y de medio quilate. JongIn lo había recuperado después de que sus padres habían tenido el accidente en coche. El lo había guardado durante todos esos años, no con la intención de dárselo algún día a su prometido, sino como recuerdo del dolor que conllevan las relaciones de amor y compromiso.

De camino a casa de JongDae recogió la comida china que había encargado previamente. Al salir del restaurante, se fijo en la floristería que había en el local continuó.

A las mujeres les gustaban las flores, a los hombre también le deberían gustar. Lo que más les gustaban eran las rosas y que solían darles un significado especial cuando se trataba de rosas de color rojo, con el tallo largo y presentadas en una caja con un lazo.

Durante el trayecto en coche hizo un repaso mental de todo aquello de lo que esperaba descubrir aquella tarde. En su lista no figuraba ni como era el tacto de su piel ni cual era el aroma e su cabello. Tenía que enterarse de las cosas enseciales como, por ejemplo, su fecha de nacimiento. También de si su familia todavía vivía y de si se llevaba bien con ellos. De si tenía hermanos, de cuanto años tenían y de ese tipo de cosas.

¿Debería preguntarle por sus exnovios? JongIn trago saliva.


¿O por si tenía un exmarido? JongIn trago saliva dos veces.

No. No quería llegar tan lejos. Su vida amorosa no le interesaba, al menos en lo que se refería JaeJae, por eso le resultaba difícil comprender por que sentía un nudo en el estomago cuando pensaba en JongDae compartiendo la cama con otro hombre.

Se detuvo en un semáforo y espero a que se pusiera en verde. Puesto que ya sabía muchas cosas acerca de lo que JongDae había estudiado, decidió que podría preguntarle por lo que le gustaba hacer en su tiempo libre, cuando no estaba trabajando. ¿Cuáles serían sus aficiones?

¿Y sus intereses?

¿Y sus vicios?

Tras un quejido, JongIn encendió la radio y buscó una emisora de música para tratar de no pensar en nada más durante el resto del trayecto.

Quince minutos más tarde giro y disminuyó la velocidad para poder ver los números de las casa.

JongDae vivía en uno de los vencidarios más antiguos de y por tanto, en la calles había árboles grandes y varias casas que necesitaban alguna reforma. "La suya también",pensó JongIn cuando detuvo el vehículo frente a un pequeño apartamento. La marquesina de aluminio verde que cubría el porche y las ventanas de la parte delantera aparentaba más de medio siglo y le recordaba a la que había en casa de sus padres. El hogar en el que había crecido hasta que ocurrió el accidente que provocó la muerte de dos personas y cambio la de otras dos.

Anticuada o no, la casa de JongDae parecía tan acogedora como la de su infancia, entre otras cosas. A un lado del porche había un helecho en un macetero colgante. En el felpudo se podía leer la palabra Bienvenido, aunque no hacia falta leerlo para sentirlo.

"Todo un hogar", pensó él. Y esa palabra permaneció en su cabeza, incluso después de que JongDae apareciera en la puerta.

Tan hermoso como siempre.

Falso Amor (KaiChen) {Editando} [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora