Capitulo 9

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JongDae no tenía intención de quedarse dormido pero, al cabo de un par de horas de viaje se durmió. Antes de eso, JongIn y él habían hablado demasiado de la previsión metereológica y de algunos detalles de la visita. JongDae saco una revista del bolso e intento leerla sin éxito, ya que cuando se despertó no recordaba nada de lo que había leído.

Se acomodó en el asiento y se desperezo antes de mirar a JongIn con una sonrisa.

- Lo siento - se disculpó sonrojado -. Creo que me he quedado dormido.

- No pasa nada. Solo haz roncado un poco - le guiño un ojo sonriéndole.

- ¿Dónde estamos? - cambió de tema mientras desviaba la miraba de la suya.

- A unos quince minutos de Gongju - disminuyó la velocidad para doblar en una esquina -. Pensé que era mejor hacerle una visita corta a mi abuelo antes de registrarnos en el hotel dónde nos alojaremos.

En habitaciones separadas.

JongIn lo había dejado bien claro después de que JongDae se lo preguntara por teléfono. Aun así, estarían bajo el mismo techo y el eso sería suficiente para que JongIn se pusiera nervioso. No quería volver a tener un sueño húmedo con JongDae cerca. No podría contenerse por más tiempo. Sería vergonzoso.

JongDae nunca había estado en Gongju. Aunque su familia había viajado mucho cuando él y ChanYeol eran pequeños. Una vez en llegado en la ciudad, JongIn le fue señalando los puntos de interés. Se dio cuenta de que estaban cerca de la costa del mar amarillo. Además de que esta ubicada a unos 130 km al sur de Seul, y unos 30 km al suroeste de Daejeon.

-Es un sitio muy bonito - le dijo con una pequeña sonrisa.

- Lo es. A Abue JaeJae le encanta, aunque el invierno sea muy duró.

- ¿Vive aquí todo el año?

- Sí - se río él -. Mi difunto abuelo y él siempre pensaron en retirarse aquí. El murió de un ataque al corazón, días después fue el accidente de mis padres. Mi abuelo había pensado en mudarse, pero decidió quedarse.

Por él.

- Siento lo de tus padres y tu abuelo -murmuró JongDae mientras acariciaba la mano de JongIn sobre la palanca de cambios. Después entrelazó sus dedos en un gestos de condolencia.

Kim JaeJoong había perdido a su marido y a su único hijo, JunMyeon, en tan poco tiempo. JongDae no solo sentía lastima por aquel hombre, también admiración. Había dejado a un lado todos sus planes para ocuparse de su nieto.

- Tu abuelo es impresionante.

JongIn lo miro con nostalgia, apretó la mano de JongDae con suavidad.

- Lo es. Te va a caer bien.

JongDae no necesitaba que él se lo dijera. Ya lo sabía, y la idea hacia que se sintiera inquieto. JaeJoong vivía en una urbanización no muy lejos de Seul y a poca distancia del lago.

- ¡Ya llegamos! - dijo JongIn, y en contra de su voluntad alejó su mano para aparcar frente a la casa -. ¿Estás preparado?

- Eso espero - murmuró JongDae.

JongIn abrió la puerta del coche antes de que lo hiciera. Segundos más tardes estaba abriéndole la puerta en un gesto súper caballeroso. Hacia un día cálido y la brisa que soplaba de los lagos hacia que el calor no fuera insoportable. Horas atrás, antes de quedarse dormido, JongIn le había preguntado si quería parar a comer algo.Ell dijo que no tenía hambre. Y en aquel momento era verdad. Sentía un nudo en el estómago a causa de los nervios. Sin embargo, horas después, estaba hambriento.

Antes de tomar la mano que JongIn le ofrecía, oyó un grito de alegría. Descubrió a un hombre mayor con el cabello oscuro que se acercaba hacia ellos con una sonrisa.

- ¡Innie!

JongIn se giró rápidamente y lo abrazó a su abuelo con fuerza mientras que JaeJoong le daba besos por la mejillas y tiraba de sus orejas. JongDae sonrió y se estremeció. ¿Qué era lo que decía Tao? Que se podía saber como te trataría un hombre por la manera en que trata a su papa. Abue JaeJae no era el papa de JongIn, pero aunque fueran el abuelo las sabias palabras de ZiTao también eran apropiadas.

- Yo también me alegro de verte -contesto JongIn al cabo de un momento.

Su tono de voz dejaba claro que JongIn sentía un amor intenso por su abuelo. La tragedia que habían vivido hizo que su relación se hiciera mucho más fuerte.

De pronto, notó que ambos lo miraban. "Ha llegado el momento", pensó deseando que aquel instante fuera real. Que pudiera ser el amor de JongIn para siempre. Un amor verdadero, no un falso amor.

-Y tu eres Dae, el novio de JongIn - dijo con los ojos clavados en él, por un momento sintió miedo pero JongIn le dedicó una sonrisa detrás de su abuelo -. El chico de Innie.

JaeJoong se acercó a él y lo abrazo con tanta fuerza que JongDae cambio la imagen que tenía de Kim JaeJoong, como un frágil hombre de unos casi sesentas años al final de sus días.

- Hola - dijo Jong Dae todo sonrojado mientas el hombre lo balanceaba de un lado a otro.

-Abue JaeJae, para. Lo vas a aplastar - dijo JongIn al ver el rostro de Jong Dae pidiendo ayuda.

Su abuelo se retiro y soltó una carcajada.

-Lo siento, cariño. Es que esto tan contento de conocerte. Innie me hablaba mucho de ti.

Le dio una palmadita en la mejilla antes de agarrarlo de los brazos y fruncir el ceño.

- He de admitir que te imaginaba un poco distinto - dijo en un gruñido.

- ¿Distinto? ¿Cómo? - JonfDae miro a JongIn con nerviosismo. El moreno solo le sonrió dulcemente.

-No lo se. Solo estaba hablando en voz alta y siendo maleducado - JaeJoong se disculpó-. Es que eres un hombre pequeño -musitó, JaeJoong era más alto que él. Miro a JongIn y sonrió -. La brisa de la costa se lo llevara si no lo sujetas con fuerza, Innie.

-Es justo lo que pienso hacer.

Su sonrisa era tal calidad como la mirada que echó a Dae. Aunque aquellas palabras iban dirigidas a su abuelo, Dae notó que se le cortaba la respiración y sonrió.

Abue JaeJae sonrió también antes de decir:

- ¿Donde están mis modales? Debes pensar que soy un terrible anfitrión, Dae, agobiandote así en el apartamento -le guiño un ojo por detrás de las gafas-. Os he visto llegar desde la ventana y he salido corriendo antes de que llamarías al timbre. Abre el maletero de tu coche, Innie - le ordeno a su nieto -.  Saca las maletas y entremos a sentarnos para poder disfrutar de la vista. Acabó de preparar una jarra de té helado y unas galletas.

Dae miro a JongIn con cariño, ya sabía de donde había aprendido esos buenos modales.

- Creía su íbamos a quedarnos en una pensión, JongIn.

-Así es - dijo en tono de disculpa -. He reservado habitaciones en Hotel Lee, abuelo.

-JongIn no te eduque de esta forma, no habrás pensado que tu prometido se sentirá incomodo en un sitio desconocido. Debes malcriarlo. Hay suficiente espacio -se dirigió a JongIn-. Dae dormirá en la habitación de JongIn. Esta mañana he puesto sabanas limpias.

- ¿Y dónde dormire yo? -pregunto JongIn.

-En el sofá - contesto JaeJoong-. Soy demasiado anticuado para permitir que duermas con Dae en la misma habitación, aunque sea tu prometido.

Le guiño un ojo a Dae, y él se sonrojo. JongIn se acerco a su prometido y le rodeo por los hombros. Dae se sobresalto, pero no se alejo. Le había prometido que no lo haría. Cuando notó que el le besaba en la frente, volvió a la realidad. Es solo pura apariencia, recordó, aunque se sintieran atraídos el uno por el otro.

A pesar de que habían acordado marcharse un día antes, el fin de semana se había vuelto mucho más largo.

Falso Amor (KaiChen) {Editando} [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora