XXIII. NO ESTÁS SOLO

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XXIII. NO ESTÁS SOLO.

Naruto se sentía con miedo, miedo a perder a la mujer que más a amado en su vida y miedo de perder a su hijo, que cuando se enteró que era de él fue el hombre más estúpidamente felíz del planeta. Pero ahora sentía como si le hubiesen arrancado su corazón.

Nervios, llanto, dolor, miedo. Sentir todo eso junto hacia que su ser se marchitase, sentía que no podría más, los minutos eran eternos, no sabía que pensar, lo único que deseaba con todo su ser era poder estar al lado de su amada y de su bebé.

Las posibilidades eran muchas, ellos podrían vivir o solo uno podría.

— Por favor. — Naruto parecía un ser que la alegría se le había sido arrebatada.
— Naruto — sintió que alguien topaba su espalda.

— Neji dime ¿cómo ser fuerte ante esto?

— No lo sé, sé que tienes miedo, también lo tengo, quiero que mi prima y mi sobrino se salven. No estás solo, Hinata no está sola, tu la apoyas, todos estamos aquí por ustedes tres — Las palabras del Hyüga hicieron que Naruto se calmara un poco, todo ese peso desvaneció, ahora tenía más fortaleza para enfrentar lo que venga, pero aún había una parte de él que se quebraba, ya que su miedo lo consumía.

Hinata una chica rara, tenía miedo de hablar con aquel rubio  hiperactivo. La sonrisa de aquél chico hacía que Hinata sintiera calidez. Naruto se enamoró de Hinata por su forma dulce y amable de actuar, la perdió por no saber apreciarla. El tiempo pasó el destino los unió otra vez. Está era diferente, ellos habían cambiado, pero sus sentimientos no habían cambiado sentían aún lo mismo. Enfrentaron obstáculos, ahora tenían que enfrentar uno más...

(···)

Dos horas habían pasado. Ya era de noche, había un enorme silencio que abordaba en la sala, también tensión. El doctor salió y Naruto rápidamente corrió hasta donde él. El doctor lo miró con una sonrisa.

— Felicidades, su esposa y su hijo se encuentran con vida-algo en el pecho de Naruto se relajó, fue como liberar un peso de encima.-Su hijo fue llevado a la incubadora pronto lo podrá ver, puede entrar ver ahora a su esposa, pero solo usted, no se permiten visitas.

Cuando llevaron a la habitación a Hinata, Naruto entró rápidamente a verla.

— ¡Hinata! Mi Hinata, Mi hime chan — la azabache pasó su mano por la mejilla de su amado y sonrió débilmente.

— Naruto kun...

— Te amo, te amo, te amo — unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos— Nunca había sentido tanto miedo como ahora — recostó su cabeza sobre su pecho.

— Tranquilo, estoy aquí contigo no estás solo... Dime ¿viste a nuestro pequeño?.

— No podré verlo hasta mañana.

— Prometeme que irás de inmediato.

— Claro que lo haré, veré a nuestro pequeño, a nuestro...

— Boruto...¿Te gusta?.

— Me encanta.

El rubio seguía con su cabeza recostada sobre el pecho de la Hyüga, mientras ella acariciaba su melena rubia, Naruto se sentía tranquilo estando en brazos de su amada y ella le brindaba calidez, lo mejor que pudo pedir.

— Disculpe señor pero ya tiene que salir de la habitación. Mañana podrá venir a verla.

— Esta bien — miro a su amada y le dio un cálido beso en los labios — Adiós mi hime chan.

— Adiós Naruto kun.

···

El señor Hyüga llevó a Naruto a la casa Hyüga para que descansara, en la mañana irían directo al hospital.

···

Naruto estaba impaciente, quería ver ya a su pequeño, a ver que le comentaban sobre su salud. Entró junto al doctor.

— ¿Ese es mi hijo? — dijo con una enorme sonrisa dibujada en su rostro, el bebé tenía unas marcas iguales a las de su papá, pero con la única diferencia que estas eran dos. 

— Su hijo se encuentra bien de salud, siendo tan pequeño, toda la noche pasamos revisando sus pulsaciones y respiración, aunque aun permanecerá una semana más en la incubadora. Podran verlo solo desde afuera. Es por su seguridad.

— Entiendo doctor y gracias por salvarlos estoy eternamente agradecido.

— No me des las gracias, hice lo que tenía que hacer, mañana por la mañana se dará el alta a su esposa.

— ¿En serio? Gracias nuevamente —el doctor rió.

···

Todos miraban al pequeño que dormitaba desde la parte de afuera de la sala, lo miraban con plena ternura.

— Ay mira al pequeño, es obvio que voy hacer su tía favorita.

— De que hablas frente de marquesina, yo voy hacer su tía favorita, claro está.

— Cállate Ino cerda, él me prefiere a mí.

— ¡A callar las dos! Yo voy hacer su tía favorita — habló Hanabi callando a las dos adultas. — ¡¿Entendieron?!.

— ¡Sí! — dijeron al mismo tiempo, provocando la risa de los demás que se encontraban presentes.

···

— Hinata nuestro hijo es hermoso es tan pequeño y adorable
— a la azabache se le dibujó una sonrisa. — Lo mejor es nuestro Boruto.

— Si amor mio, nuestro hijo — El rubio se acercó a los labios de Hinata, los besó tan profundamente, una beso lleno de sentimiento.

— Te amo Hinata — nuevamente el rubio posó su cabeza sobre los pechos de la Hyüga.

···

Tus brazos son mi castillo, tu corazón mi cielo, ellos limpian las lágrimas que lloré. Los buenos y malos momentos que hemos pasado, me haces subir cuando yo caigo, cada vez que nos tocamos recibo este sentimiento y cada vez que nos besamos yo juro que puedo volar, ¿No puedes sentir mi corazón latir rápido? Quiero que esto dure, te necesito a mi lado. Cada vez que nos tocamos siento la estática y cada vez que nos besamos alcanzo el cielo, no puedes sentir mi corazón latir lento, no puedo dejarte ir, te quiero en mí vida.

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Wolas mininos, entramos a la recta final con está historia :'3 cuando terminé la historia subiré las curiosidades de la historia y otras cosillas más :3

Waa como la han pasado :3 yo con frío XDU PERO bueno yo me despido y bye, bye

Alissvettz

Tú siempre para mí | NaruhinaWhere stories live. Discover now