Capitulo 15

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Holis, bueno como he podido ver, la mayoria odia a Taylor, pero no se preocupen ella recibira su merecido. Aqui les dejo otro capi disfrutenlo.

CAPITULO 15 

Emma iba caminando por los solitarios pasillos que conducían a las gradas del campo de Brown con una hermosa sonrisa. Llevaba entre sus manos el diario Local, en su bolso una grabación en una cinta y la clave para abrir la puerta del cuarto de control de audio en el bolsillo de su abrigo. Tenía todo listo, con la ayuda de Clement, este sería el final de la “Señorita Taylor”. 

¡Como odiaba a su prima!, como le molestaba que todos la trataran como si fuera una reina. Y ella se vanagloriaba de eso, trataba a todos como si fueran sus sirvientes. Nadie valía la pena, todos eran como títeres a los que controlaba con su dinero… 

Pero eso iba a acabar ese mismo día…

Dio la vuelta en el pasillo para llegar hasta las escaleras que le llevarían hasta piso donde estaba el cuarto de controles. Pero al hacerlo casi se golpea con una persona que daba también la vuelta pero en dirección contraria.

-- ¿Emma? 

--¿Taylor? 

Las dos chicas se miraron confundidas. Se suponía que Taylor debería estar ya en el campo con el resto de las porristas. ¿Por qué aparecía por los pasillos? 
Taylor sonrió al ver a su prima parada en el corredor que la llevaría a las gradas.

-- Llegaste tarde – dijo en tono recriminatorio. 

-- Por lo menos vine querida prima – dijo Emma recuperándose de la sorpresa al verla – ¿No deberías estar ya con tus “amigas”? – dijo tratando de averiguar que hacía en ese pasillo. 

-- Lo sé, pero no podía permitir que Harry y Liam se vieran sin que yo hiciera algo al respecto – dijo de forma maliciosa viendo como Emma abría los ojos por la sorpresa – Vengo de los vestidores de los visitantes, he tenido una charlita con Harry y le he insinuado que puedo quedar embarazada de Liam en unos meses. Así no le caerá de sorpresa – dijo riendo. 

-- ¿No te parece ya demasiado? – dijo Emma molesta. 

-- ¡No! – Dijo de forma efusiva – nunca será suficiente. Harry Styles debe desaparecer para siempre de los pensamientos de Liam. 

-- Pero ¿por qué atacas a Harry? ¡Deberías hacer algo con Liam! – dijo igualmente efusiva Emma. 

-- Primero elimino a la competencia. Liam es cosa aparte. Con los análisis de embarazo positivos, lo tengo en la palma de mi mano. 

-- No confíes tanto en tu suerte – dijo Emma sonriendo caminando rumbo a las escaleras. 

--¿Qué quieres decir con eso Emma? – dijo Taylor volteando para verla – ¿No iras a delatarme verdad? Recuerda que soy capaz de hacerte la vida un infierno si llegaras a hacerlo – Emma volteó a verla con una sonrisa. 

-- Yo sé que lo eres…- Taylor se dio la vuelta satisfecha con la respuesta de Emma. 

Pero Emma no siguió hasta las gradas, al llegar hasta las escaleras subió y camino hasta la puerta del control de audio. Metió la mano en su bolsillo y sacó el papel en el que Liam le había anotado la clave de acceso al mismo. 

Se dispuso a teclearlos en el orden en el que el capitán del equipo de su universidad se los había dado. Y en pocos segundos, el código de color rojo que indicaba que la puerta estaba cerrada, cambio a verde permitiéndole entrar. 

-- Yo se que serías capaz de hacerme la vida un infierno Taylor, pero por nada del mundo pienso perderme tu cara cuando veas y oigas todo lo que te tengo preparado.

La puerta se cerró detrás de ella. Tenía que tener listo todo para la fiesta que estaba preparando en honor a Taylor. Había que ajustar unos detalles, esperar a que llegara una persona más y que el payaso hiciera su arribo a la plaza central. 

En una hora… 

En una hora vería recompensada con la cara de Taylor, todos los años que le había tratado mal. 

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Simon miraba como sus chicos comenzaban a ser presentado por el audio del campo. Siempre pensó que era demasiado llamativo para ellos, pero aun recordaba como seguía paso a paso esas presentaciones buscando entre los jugadores al capitán de Williams. 

Mientras esperaba su turno, buscó con la mirada del otro lado del campo a ese hombre de cabello avellana y ojos celestes. El parecía entretenido en algo, no veía hasta donde ellos estaban. Y no era de extrañarse, ¿cuántos años lo busco para tratar de disculparse por algo que no había hecho?, ¿por qué no había confiado en él? ¿Por que se había dejado cegar por los celos y lo había rechazado? 

Todo había sido su culpa…Todo por haber besado a Lauren en aquella fiesta. 

¿Podría Piers perdonarlo alguna vez? 

¿Realmente podría perdonarse a si mismo por haber dudado tanto tiempo?...

Su nombre siendo mencionado por segunda vez por el parlante lo sacó de sus pensamientos. Corrió hasta donde estaban los otros entrenadores y los jugadores recibiendo un caluroso aplauso de los espectadores.

-- Bien chicos, debemos hacer lo mejor, pero recuerden que esto solo es un juego. 

Varios de los jugadores se miraron entre si al volver a escuchar las mismas palabras de Simon. “Solo un Juego”, esas palabras siempre las decía Piers a sus chicos y ahora él las estaba repitiendo. 

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El rugido del estadio lleno se dejaba escuchar por todos lados, era como un volcán a punto de hacer explosión a la primera jugada. Era la primera vez en más de 15 años que las dos universidades rivales se enfrentaban en un duelo de campeonato. Nadie quería quedarse afuera, por eso desde muy temprana hora el estadio se había abierto y se había ido llenando de alumnos, ex alumnos, maestros y curiosos. Incluso la estación de radio de la universidad de comunicaciones de Brown iba a trasmitir el partido en vivo a todos los hogares cercanos a la universidad. Pero no conformes con solo trasmitir por radio, la misma universidad de comunicaciones, decidió lanzar su primer partido vía internet. Así podían recibir la señal todos aquellos que quisieran ver como resultaban las cosas entre las dos universidades rivales de la ciudad. 

Los árbitros habían llegado ya al centro y mandaron llamar a los dos capitanes para que eligieran su lado de la moneda. 

Liam caminó de forma pausada, viendo del otro lado del campo para intentar localizar a Harry. Pero este parecía estar detrás de una fila de jugadores, lo que le impedía ver el estado en el que se encontraba.
Zayn también caminaba de forma pausada, al parecer entendía en el semblante de Liam la preocupación que mostraba por su amigo. Zayn estaba seguro que lo que había pasado entre Liam y Taylor debería tener una explicación y no era precisamente él que se hubieran acostado
Aun sin acercarse lo suficiente, Liam comenzó a preguntar en voz alta.

-- ¿Cómo esta Harry? – dijo sin detenerse y caminando aun de forma lenta hasta llegar delante del árbitro que les esperaba de forma paciente. 

-- Molesto, pero bien – dijo Zayn imitando los pasos de Liam. 

-- ¿Por eso estaba fumando? – preguntó viendo los ojos del capitán de Williams. Zayn solo asintió – ¿Por qué está molesto? ¿Es por mí? 

-- Taylor llegó hasta él hace unos momentos, no sé qué le dijo – dijo Zayn deteniéndose frente al árbitro, lo mismo que hizo el otro capitán.. 

-- Necesito hablar con él – dijo Liam mientras el árbitro comenzaba a lanzar la moneda al aire. 

-- Tienes todo el partido para intentarlo. Deberás pasar sobre Louis, él también escuchó lo que Taylor dijo y esta igual de molesto. 

-- Difícil, pero no imposible – dijo Liam – Cara – dijo sin ver al árbitro mientras la moneda rebotaba un par de veces y caía precisamente de ese lado. 

-- Gana Brown el volado, ¿qué elige el capitán? – dijo el árbitro viendolo. Pero Liam no separó la vista de Zayn en ningún momento. 

-- Ya sabes mi elección – le dijo a Zayn, este solo asintió. 

-- ¡OFENSIVA! – grito Zayn.

Ambos capitanes regresaron a su lado del campo para darles oportunidad a los equipos especiales de lanzar el balón y así saber en qué parte del campo, Williams iba a comenzar con su ofensiva. 
Niall entro al campo buscando con la mirada a Zayn. Al verlo le sonrió ampliamente, se sentía contento de ver la aprobación en su mirada, no importaba que ambos estuvieran en equipos contrarios, los dos jugaban y por suerte, no tenían que enfrentarse cuerpo a cuerpo como les pasaba a Harry y a Liam. 

El balón llego a las manos del segundo mariscal de campo y Niall pateo el balón lanzándolo hasta la zona de anotación de Williams, haciendo que todas las jugadas comenzaran en la yarda 20 de lado de ellos. 

Los jugadores de la ofensiva de Williams y la Defensiva de Brown comenzaron a caminar hasta esa yarda para hacer la primera formación del partido. Louis tomó su posición frente a Liam, su mirada profundamente azul no perdía detalles de las facciones de su adversario. La mirada de Liam se paseaba de un lado a otro de la formación en frente suya, buscando al 02 que ya debería estar en posición, pero no, Harry aun no llegaba. 

Harry iba caminando de forma pausada con el casco aun en sus manos dejando que cabello ondulara tras sus decididos pasos. Era como estar viendo a un modelo profesional conducirse en una pasarela. Luciendo sus bien formados músculos en aquella prenda ajustada y brillosa por el sol que alumbraba el campo. 

Llegó hasta el centro de la formación y levantó la cabeza para ponerse el casco. Pero en ningún momento dirigió su vista a Liam. Era como si no existiera, como si fuera un jugador más contra quien se enfrentaba.

-- ¡Olvídalo maldito! – dijo Louis viendo la mirada de Liam fija en Harry – No permitiré que llegues a él – Liam desvió la vista para ver los ojos de Louis. 

-- No podrás detenerme – dijo de forma firme. 

Harry dirigió la vista al balón, tratando de olvidar que quien estaba frente a Louis era Liam. 

Liam… Quien le había traicionado… Quien le había usado solo como un juguete y se había ido con la jefa de porristas de su equipo. 
La furia fue creciendo en él mientras seguía contando. No iba a permitir que le ganara. Ni ahora ni nunca.

El ‘Hit’ se dejó escuchar y el balón voló a las manos de Harry. Liam al ver que el balón se despego del suelo, intento a toda costa empujar a Louis para llegar hasta el mariscal de campo y poder decirle algunas palabras. Pero Louis lo tomó fuertemente de las hombreras y lo lanzó al suelo, mientras Harry lanzaba con fuerza el balón hasta el receptor que lo esperaba varias yardas adelante conectando el primer primero y diez.

-- Te dije que lo olvidaras – dijo Louis en la cara a Liam, mientras lo soltaba del jersey y se levantaba para felicitar a Harry por su lanzamiento. 

-- Esto apenas va empezando – dijo Liam parándose para tomar su lugar en la formación de nuevo. 

Jugada tras jugada el capitán de Brown intentaba llegar hasta el mariscal de Williams sin poder conseguirlo. La mirada de Harry le dolía demasiado, las pocas veces en que le había visto a los ojos su mirada era dura. Cuanto había cambiado en tan solo unos días. Y podía ver que también sus lanzamientos habían cambiado, ahora eran lanzamientos cargados de violencia. Había podido escuchar al último receptor que si Harry seguía lanzando de esa forma, podría llegar a quebrarle el brazo por la fuerza que llevaba. 

Ahora la ofensiva de Brown entraba a hacer su trabajo sin lograr grandes maravillas. Williams iba a la cabeza con los primeros siete puntos. 

-- Liam ¿qué es lo que te pasa? – preguntó Simon viendo como su mejor jugador no perdía detalle de los movimientos de otro de los jugadores de Williams. 

-- No me pasa nada coach – dijo Liam de forma fría. 

-- ¡No parece!, es la primera vez que Tomnlinson logra detenerte tantas veces. Eso quiere decir que tu cabeza está en otra parte y no en el partido – dijo de forma severa – tienes que burlar al tacler y detener al mariscal de campo. ¡A como dé lugar! 

-- Si coach – dijo Liam viendo fijamente del otro lado del campo – ese era mi plan.

La gran mayoría de los jugadores de Brown escucharon el regaño de Simon a Liam. Y uno de ellos se acercó a un grupo de compañeros de la defensiva para hablarles en tono confidencial.

-- ¿Escucharon? – dijo el chico con el 87 marcado en su jersey. 

-- Sí – contestaron varios al mismo tiempo. 

-- Les aseguro que nuestro capitán no va a hacer nada en contra del mariscal de campo de Williams – dijo el 87. 

-- ¿Por qué dices eso? El coach le acaba de ordenar que lo detenga y nuestro capitán siempre hace lo que el coach le dice – dijo otro de los chicos. 

-- No en esta ocasión – insistió el 87. 

-- ¿Por qué lo dices? – preguntó otro de los chicos de la defensiva. 

-- Por que nuestro capitán está enamorado del mariscal de campo del equipo rival. ¿A caso no han visto el diario escolar? Allí han salido muchas veces. Y como si eso no fuera suficiente, lo compró en la pasada subasta de esclavos, delante de toda la gente de Williams. 

-- Pero él y la jefa de porristas… 

-- Solo apariencias – insistió el 87 – hace rato me dijo que él no tenía nada que ver con ella y que si quería hiciera el intento, a ver si se la quitaba de encima. 

-- Entonces… 

-- Liam nos puede traicionar haciendo que Williams gane este juego. 

-- ¡Hay que impedirlo! 

-- Si y yo sé cómo hacerlo – dijo el 87 sonriendo. 

-- Nosotros te apoyamos Scott – dijo otro de los chicos sonriendo al rubio jugador que sonrió en respuesta al ver el apoyo de sus compañeros. 

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La ofensiva de Williams volvió a entrar al campo para dar comienzo al segundo cuarto del partido. No podía perder más tiempo con él, tenía que llegar a Harry a como diera lugar, tenía que convencerlo de que fuera al departamento con él para enseñarle las fotografías que le había dado Emma. 

Pero primero tenía que burlar a Louis… 

La formación volvió a efectuarse. Esta vez no iba a permitir que lo detuviera. En el último juego, había logrado burlarlo, usaría lo mismo para intentarlo en esta ocasión. 
El ‘Hit’ volvió a escucharse y al mismo tiempo en que las manos del centro despegaban el balón del suelo, Liam se levantó para empujar a Louis con todas sus fuerzas, haciendo que se sorprendiera por la acción directa y cayera de espaldas al suelo. 

Harry sintió el balón en sus manos y volteó buscando un receptor que se encontrara en posición. Pero lo único que vio fueron los ojos de Liam que se aproximaban a toda prisa sobre él. Desvió la mirada buscando otro receptor más cerca, sabía que si llegaba hasta él sin haber lanzado, lo iba a detener atrás.

Pero no había receptores en posición… ¿qué hacer? Sin detenerse a meditar mucho en la jugada, comenzó a correr por el hueco que se abría por el centro. 

-- ¡Harry! – grito Liam tratando de detenerlo al tiempo en que se lanzaba atrapando a Harry por uno de los pies y haciéndolo caer sin que lograra el primero y diez.

Harry volteó a ver a Liam que aun le sostenía fuertemente de la pierna. Intentaba sacudirse de ese agarre moviendo la pierna, pero no lo soltaba y solo lo veía de forma fija.

-- Ya me detuviste. ¡Ahora suéltame! – dijo Harry sacudiendo de nuevo su pierna con nerviosismo. 

-- Necesito hablar contigo - dijo Liam soltándolo y poniéndose de pie para verlo. 

-- ¡Maldito! – Dijo Louis llegando hasta Harry – ¡Aléjate de él! Vamos Harry – dijo dándole la mano para ayudarle a levantarse y después tomándolo por el jersey lo jaló hasta su posición.

La mirada de Harry no se alejo de la avellanada que le veía de forma insistente. ¿Por qué insistía en hablar con él? ¿Qué le iba a decir? ¿Qué era lo peor que pudiera decirle? Quizá si hablaba con él, por fin lo dejaría en paz. 

Liam regresó a su posición frente a Louis, le estaba haciendo las cosas muy difíciles. Volteo para ver a Zayn, el de los ojos oscuros al sentir la mirada volteo a verle. Pero Zayn no podía ayudarle dentro del partido, el rubio del numero 87 le estaba dando más problemas que las últimas veces. Al parecer estaba decidido, al igual que Liam, a llegar a Harry. 

El ‘Hit’ volvió a escucharse. Louis esperaba el ataque directo de Liam y sembró sus pies en el pasto del campo para esperar el golpe, pero esta vez solo lo tomó por la hombrera y lo empujo de lado haciéndolo caer de frente al no sentir el impacto. 
Harry vio al receptor en posición y lanzó el balón con fuerza, pero al hacerlo sintió como dos fuertes brazos lo tomaban por el pecho y lo lanzaban al suelo… 
Cerró los ojos por instinto esperando sentir el fuerte golpe de su cabeza contra el suelo, pero este nunca llego. Abrió los ojos al escuchar un murmullo a la altura de su oído.

-- Por favor … Te suplico que me escuches, es muy importante lo que tengo que decirte. 


Sintió como los brazos de Liam se cerraban sobre su cuerpo, bajo las enormes hombreras del equipo bajo el uniforme.

-- ¡Suéltalo! – gritó Louis con enfado, tomando a Harry de los brazos de Liam y obligándolo a pararse – ¿Qué crees que estás haciendo? – dijo con enojo enfrentando a Liam de frente. 

-- No interfieras Louis – dijo de forma firme – necesito convencer a Harry de que vea algo. 

-- ¿Qué es? ¿Tu contrato con las industrias Swift o quizá la invitación para tu boda? – dijo Harry con sarcasmo. 

-- Todos regresen al juego, si no, los vamos a castigar a ambos – gritó uno de los árbitros. 

Minutos, solo faltaban minutos para que se terminara el primer tiempo y no estaba consiguiendo nada. Tenía que hacer algo y rápido. Al parecer Taylor había hecho más que solo salir desnuda de su habitación aquel domingo. 

El ‘Hit’ volvió a dejarse oír, pero esta vez Louis pudo detener a Liam en la línea de golpeo. Sin embargo el 87 pudo eludir a Zayn y se perfiló hasta el mariscal de campo que recién lanzaba el balón para llegar hasta el primero y gol. 

La pelota ya había llegado a las manos del receptor, cuando Harry sintió como alguien golpeaba con fuerza su hombro derecho y lo lanzaba al suelo con fuerza. Un fuerte crujido se escucho, al mismo tiempo en que un quejido se levanto en todo el estadio al ver como el 87 derribaba por la espalda al mariscal de campo. 

Piers entró corriendo al campo junto con un par de médicos al ver como Harry permanecía en el suelo quejándose de un dolor en el hombro, al mismo tiempo en que Liam llegaba con enojo a empujar al 87 que solo rió al ver lo que había hecho.

-- ¿En qué demonios estabas pensando? – Dijo Liam con enojo – puedes haberle roto el brazo. 

-- ¿Y eso qué? – Dijo el rubio con indiferencia – Si eso pasa y sacan al mariscal del campo, podemos considerarnos triunfadores.

Liam soltó un golpe sobre el rostro del rubio haciéndolo caer al campo de juego, mientras el resto de sus compañeros trataba de detenerlo. El rubio lo veía asustado, jamás había visto a su capitán así. 

-- Scott – dijo Simon mandando llamar al rubio – No debiste atacar de esa forma, ahora mismo te vas a la banca. No volverás a jugar en mi equipo. 

-- ¡Pero Coach! ¡Usted dijo que había que detener al mariscal a como diera lugar! – dijo sobando su mandíbula por el golpe que le había dado Liam. 

-- Sí, detenerlo de forma deportiva, no como tú lo hiciste. Quizá esa acción tuya nos cueste el partido. 

-- ¡No puede sacarme del equipo! – dijo el rubio molesto. 

-- Yo soy el entrenador y puedo hacerlo – dijo Simon. 

-- ¡Hablaré con mi tía para que me regrese al equipo! No podrá sacarme así de fácil. 

-- Para tu información, la vicerrectora renunció esta mañana a su puesto, así que retírate ahora mismo de mi vista.

Scott bajó la vista derrotado. 

Los árbitros estaban al rededor de Harry, al igual que uno de los médicos y el coach Piers. Harry estaba sentado en el pasto sin el casco, mientras el doctor revisaba su hombro por debajo del equipo.

-- Estoy bien – dijo apretando los dientes – puedo seguir en el juego. Pudo lograr lanzar un pase para anotar. 

-- Tus hombreras están rotas Harry – dijo el coach – y no sé que opine el médico. Además podemos lanzar un gol de campo. Tenemos suficiente delantera como para darnos ese lujo. 

-- No, ¡quiero lanzar! – Dijo con seguridad – en verdad estoy bien. 

-- Si él dice que puede jugar, entonces debe estar bien – dijo uno de los médicos – pero me gustaría revisarte mejor cuando acabe el partido. 

-- Bien, esta es la última jugada de este tiempo. Después nos iremos al descanso para esperar el tercer cuarto. Servirá para que descanses un poco Harry. Estas haciendo un magnífico trabajo. 

-- Gracias Coach

Harry se levantó del campo adolorido. Los árbitros impusieron un castigo de diez yardas acercándolos aun más a la zona de anotación de Brown. Un pase corto podría darles una gran ventaja para irse al descanso del medio tiempo y eso lo sabían todos los jugadores y ambos coach. Era justo y lo sabían.

-- ¿Estás bien? – dijo Zayn acercándose a él. 

-- Si amigo, ya sabes que me las he visto peores. Esto no va a detenerme – aseguró Harry. 

-- Bien, entonces necesitamos un pase corto para anotar. No te será difícil. 

-- Lo sé. 

Los jugadores llegaron a sus posiciones para formarse. Liam esperó a que todos estuvieran en sus posiciones para pararse ante la vista asombrada de todos.

-- ¿Estás bien? – preguntó Liam. La mirada de Harry se fijo en él de forma sorprendida, pero después cambio a una de molestia. 

-- Ah claro, estoy acostumbrado a esta clase de cariños – dijo Harry con sarcasmo haciendo que varios jugadores comenzaran a reír.

El ‘Hit’ se dejó escuchar. Harry sintió el balón en sus manos y de forma rápida lo lanzó a Zayn que ya estaba en posición dentro de la zona de anotación. 

El silbato sonó dando por terminado el primer tiempo. Todo había sido tan rápido que no tuvo ni tiempo de acercarse a Harry. No cabía duda que tenía que pedir ayuda y rápido.
Los jugadores de Williams comenzaron a bajar las escaleras rumbo a los vestidores, mientras él permanecía en medio del campo. Vio como los ojos de Piers le observaban y decidió poner en práctica el plan de contingencia. 

Se dio la vuelta y caminó rumbo a sus propios vestidores. ¿Por qué Harry tenía que ser a veces tan obstinado? Sin embargo eso le gustaba. Esa misma terquedad era lo que lo había llevado a lanzar con el hombro dañado… Porque no le pasó desapercibido que a Harry le dolía el hombro y le sería imposible seguir en el juego por mucho más tiempo. 

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Piers levantó la vista hasta las gradas al escuchar que alguien gritaba su nombre. Justo sobre la puerta de los vestidores estaba Stella sonriendo de forma dulce. Hacía unas horas que se había enterado de lo que verdaderamente había pasado hacía diez años y no parecía haberle afectado. 

Después de dejarla en su casa, había ido a la rectoría de Brown para hablar con Lauren y se encontró con una mujer llorando en su escritorio. Cuando le pregunto qué pasaba, se topó con la noticia de que había renunciado al puesto esa misma mañana y se había marchado de la oficina dejando solo su carta de renuncia irrevocable. 

Piers le había explicado, que seguramente Dermail nombraría a otra persona en el lugar de Lauren y que ella seguiría conservando su puesto. Con eso la mujer se había tranquilizado y había accedido a darle la dirección de la casa de la vicerrectora Van Der Hill cuando le explicó que era urgente que la viera, pero al llegar a su casa, la encontró cerrada. Uno de los vecinos le dijo que la había visto salir en un taxi con varias maletas. 

Al final de cuentas, no logró hablar con Lauren, pero al menos tenía la información principal por parte de Connor Low. Si tan solo pudiera hacerle llegar esos datos a Simon… Aunque dudaba mucho que el entrenador de Brown, con lo orgulloso que era, quisiera tan solo escucharle. Eso era un caso perdido. 

-- ¿Iras a hablar con él? – Preguntó Stella al bajar los escalones y quedar frente a Piers – es tu oportunidad de aclarar las cosas. 

-- No, tú no conoces a Simon, ni siquiera querrá oírme.

-- ¿Cómo lo sabes si no lo has intentado? Antes solo le hablabas para disculparte. Ahora tienes las pruebas de que no paso nada esa noche. 

-- ¿Cuales pruebas? 

-- La novela, la palabra de Connor y quizá la de Lauren.

-- Ella se fue esta mañana –dijo Piers apesadumbrado – Connor se va esta tarde. Y dudo mucho que Simon quiera leer una novela. Además, han pasado diez años. Es demasiado tiempo para volver a intentarlo… - dijo Piers pasando por un lado de Smith para dirigirse a los vestidores. 

-- Nunca es demasiado tarde – dijo ella caminando al igual que él, pero siguiendo de largo por los pasillos.

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Los últimos jugadores de Williams entraron al vestidor de forma sonora, riendo por la ventaja que llevaban sobre Brown. Piers estaba a punto de abrir la puerta para entrar al vestidor y darles indicaciones a sus chicos, cuando vio una figura conocida que se dirigía a él. 
Apartó la mano de la puerta y camino para encontrase con él, lejos de los vestidores.

-- Coach, necesito su ayuda… - dijo de forma firme. 

-- ¿En qué necesitas que te ayude? 

Liam sonrió al coach, sabía que él era el único que podría ayudarle.

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El medio tiempo en el estadio dio comienzo con la presentación de las porristas de Williams para continuar con las de Brown. La música y los gritos de la gente no paraban. Los comentaristas deportivos hablaban constantemente de todo lo que se veía en el campo. El duelo de ambas universidades estaba resultando un verdadero espectáculo. Comenzando con los magnificas lanzamientos del mariscal de campo de Williams, que parecía usar el balón como si fuera una bala de cañón y eso no lo decían los del equipo contrario, lo decían sus mismos compañeros. Pero aun estaba por verse si el mariscal de campo iba a continuar o no en el partido, después de lo que el tacler lateral de Brown le había causado. 

-- ¿Un espectáculo? – dijo sonriendo Emma mientras veía por la ventana del cuarto de audio – y eso que aun no han visto lo mejor. 


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Stella iba caminando por los pasillos rumbo a los vestidores buscando a una persona en particular. Sabía que no era el mejor momento para hablarle, pero no iba a tener tiempo cuando el partido acabara. Y ahora que había encontrado el valor suficiente para acercarse a él no iba a desperdiciar la oportunidad. 

Llegó hasta uno de los corredores, sabía que los vestidores estaban del otro lado de esa puerta. No debía entrar, pero quería hacerlo. Estaba a punto de empujar la puerta cuando una voz a sus espaldas la detuvo.

-- ¿Stella? – volteó al reconocer la voz. 

-- Justo a la persona que vine a buscar – dijo ella sonriendo al verlo parado detrás de ella. 

-- Vas a disculparme, pero no es el momento ni el lugar para hablar – dijo Simon tomando del brazo para acompañarla al otro lado de los pasillos. Pero ella no estaba dispuesta a irse sin decir a lo que había ido. 

-- Sé que no es ni el lugar ni el momento, pero necesito que sepas algo. 

-- Con todo respeto, no tengo tiempo ahora – dijo soltándola del brazo y dándose la vuelta para regresar a los vestidores. 

-- Has perdido 10 años, ¿no puedes perder solo dos minutos? – Simon se detuvo al escuchar lo que dijo y se volteó para verla – No sé ni cómo empezar, pero tratare de ser breve. Quisiera que leyeras una novela – dijo sacando de la bolsa de su chaqueta la novela de Connor que Piers había dejado en su departamento.

Simon vio el libro, y se dio cuenta que ella ya lo sabía, y si ella sabía entonces también Piers. Pero ¿por qué iba ella a buscarlo y no él? 

-- Ya la leí – dijo en voz baja. 

--¿Entonces ya estas enterado? – Preguntó contrariada – entonces ¿por qué no lo has buscado? Piers pensó que nunca leerías la novela, por eso no te ha buscado para intentar explicarte. Connor ya nos confirmó que lo que dice esta novela es cierto, pero él se va esta tarde y Lauren ha desaparecido. Solo queda esta novela como testigo de lo que pasó. 

-- Lo siento, realmente lo siento – dijo Simon sin verla – Yo hable con Lauren esta mañana y me confirmó lo mismo. A ti fue a quien te hicimos más daño. 

-- No Simon, ni tu ni Piers me hicieron daño, fue ella y Connor. Pero yo me sentiré feliz si ustedes logran arreglar las cosas – Simon levantó la vista para verla y solo esbozó una sonrisa triste. 

-- Ha pasado demasiado tiempo para nosotros, creo que es muy tarde para tratar de remediarlo. 

-- ¡No me digas lo mismo que Piers! – dijo con desesperación – Ustedes aun sienten algo el uno por el otro. ¡Por dios!, no puedes seguir escudándote en el supuesto odio que sientes por él – Simon sonrió de forma triste de nuevo. 

-- Eres la segunda persona en este día que me dice lo mismo, pero ya veremos a donde nos lleva el destino al final del día – y sin decir nada más, se dio la vuelta para seguir hasta el vestidor. 

-- Maldición, ¡alguno de los dos debe hacer algo! – gritó Stella Smith al ver como Simon se perdía entre los pasillos del estadio. 


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Harry estaba sentado en una de las bancas escuchando sin escuchar lo que uno de los entrenadores decía sobre las jugadas. El dolor en su hombro era muy fuerte, estaba seguro que no iba a aguantar mucho tiempo en el juego. Zayn pudo ver como los dientes de Harry estaban apretados. Ya antes había visto esa expresión en él, la misma expresión que ponía cuando su padre le golpeaba y las heridas le quemaban en la espalda. 

-- Harry… - dijo Zayn poniendo la mano sobre el hombro de su amigo y viendo como Harry solo apretaba los labios para evitar soltar un grito de dolor – no estás bien – murmuro. 

-- Estoy bien – dijo entre dientes – tu sabes mejor que nadie que he estado en peores situaciones que esta. Solo es un dolor sin importancia, cuando el brazo este lo suficientemente caliente, dejara de dolerme. Así que quita esa cara de preocupación ¿Quieres? 

-- ¡Harry ven acá! 

Zayn y Harry voltearon a ver a Piers que recién entraba al vestidor. Harry se paró de su lugar tratando de ocultar la mueca de dolor en su cara. 
Piers lo vio fijamente, no traía puesto el equipo, ya que las hombreras se habían quebrado y habían mandado a alguien al estadio por un repuesto. Así que solo traía una playera de manga larga. 

En su cara podían verse muestras de sudor y un gesto que muchas veces había visto entre sus jugadores. Harry tenía dolor, estaba seguro.

-- Ve ahora mismo a la enfermería para que te revise el médico – dijo Piers de forma firme. 

-- No es necesario coach, estoy bien – dijo Harry intentando sonreír. 

-- No es una opción, te estoy pidiendo que vayas ahora mismo. No pienso arriesgarte a que sufras un desgarre – dijo Piers levantando el brazo de Harry y haciéndolo lanzar un grito de dolor – no puedes ni levantar el brazo Harry. 

-- ¡Aaahh, coach! – dijo Harry sudando por el dolor de ese simple movimiento que le había hecho Piers – está bien, está bien, ya voy a la enfermería. 

-- Yo lo acompaño – dijo Zayn levantándose para acompañar a Harry. 

-- La enfermería esta aquí cerca. Necesito que veamos algunas jugadas por si Harry no puede acompañarnos en la segunda parte debido a la lesión. 

-- ¡Voy a regresar! – dijo Harry seguro. 

-- ¡Contamos con eso! – dijo Piers sonriendo – ahora ve con el médico. 

-- Sí. 

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Harry se encontraba sentado en la cama de la enfermería sujetando su hombro. Había entrado y no había visto al médico, pero sus cosas estaban a un costado de la sala, por lo que supuso que no debía tardar. 
Le dolía mucho el hombro, estaba seguro de que no aguantaría mucho tiempo en el campo. Unos segundos antes de que acabara el segundo cuarto había tirado pésimo. Pero había sido un pase muy corto, por lo que el receptor lo había recibido bien y habían logrado anotar. 
Quería estar bien, necesitaba estar bien para poder ganarles a los de Brown… 

Se quitó la playera con cuidado y se recostó boca abajo esperando a que llegara el doctor, sabía que le iba a aplicar la crema para golpes y eso le haría sentir mejor. 
Escuchó como la puerta se abrió, sabía que el médico no iba a tardar y se dio prisa en saludarlo.

-- Doc, que bueno que llega. No le he dicho a nadie, pero realmente me duele mucho el hombro. ¿Cree poder hacer algo por mí? – preguntó Harry escuchando como el doctor llegaba hasta sus cosas y abría su maletín. 

- Mjm – escuchó que el doctor dijo.

Después de la breve respuesta que el médico le dio, sintió como las manos expertas comenzaban a moverse por su hombro adolorido untando con crema los músculos maltratados.
La sensación de calor comenzó a inundar su brazo, con forme la crema iba penetrando cada músculo haciendo que el dolor fuera disminuyendo poco a poco. Pero no lo suficiente.

-- Doc, esto está muy caliente – dijo Harry al sentir como la crema para los golpes comenzaba a hacer efecto sobre sus músculos adoloridos – No sabe cómo le agradezco que no haya dicho nada de mis cicatrices. Le aseguro que ya no se presentarán más – dijo Harry al recordar como el médico nunca comentó con nadie sobre las heridas que tenía en la espalda. 

- Mjm – volvió a oír al médico decir. 

-- Usted siempre ha sido muy serio Doc, pero ahora esta mas serió de lo normal – dijo Harry sintiendo como tomaba su brazo con una de sus manos y la otra mano la ponía sobre su espalda, para jalar en un movimiento rápido el brazo de Harry hacía atrás haciéndolo tronar al mismo tiempo en que Harry soltaba un grito de dolor por el movimiento al que había sido sometido. 

-- Ahhh – gritó – ¿Qué pretende al hacerme eso? – dijo Harry tratando de levantarse, pero el médico sostuvo su mano sobre su espalda impidiéndole hacerlo. Al mover el hombro herido se dio cuenta que este ya no le dolía – Wow, ya no me duele. Esto fue algo nuevo y doloroso al principio pero valió la pena. Ahora puedo regresar al juego – dijo Harry riendo de forma alegre aun recostado sobre la camilla de la enfermería. 

-- No – contestó el médico al oído de Harry, este se extrañó ante la respuesta del médico y comenzó a sentir un extraño hormigueo en su espalda que comenzaba a bajar hasta su estomago haciéndolo sentirse nervioso. 

-- ¿Por qué no? – dijo de forma nerviosa sin animarse a moverse de su posición.

Las manos del doctor comenzaron a moverse sobre su espalda de una forma lenta y sensual haciéndole abrir los ojos por la sorpresa. Nunca el médico había hecho algo así. Trató de moverse intentando levantarse, pero la presión que el hombre ejercía sobre su espalda se lo impidió.

-- ¿Doc? ¿Qué hace? – preguntó Harry nervioso, tratando de incorporarse de la camilla.

Pero el médico no respondió a la pregunta y siguió dando un suave masaje sobre su espalda desnuda. El calor de sus manos lo sentía sobre todo su cuerpo.

-- Ya… ¡Ya basta! – dijo Harry moviéndose y cayendo de la camilla al sentir como la mano del hombre pretendía bajar hasta su pecho.

Levanto la cabeza con sorpresa al ver los zapatos deportivos y los pantalones brillantes de color negro del equipo contrario frente a él.

-- ¡LIAM! – gritó Harry – debí suponerlo – dijo levantándose de un salto y quedando frente a él – ¿Quién más podría ser capaz de hacerme algo semejante? 

-- Harry… Por favor, necesito hablar contigo – dijo de forma firme viendo a Harry a los ojos. 

-- Ya te lo he dicho y te lo repito: no me interesa hablar contigo. No me interesa saber de ti y como te va con tu novia. Simplemente no quiero… 

-- Harry… - dijo Liam tratando de acercarse, pero este se dio la vuelta para salir por la puerta de le enfermería encontrándose con la sorpresa de que esta estaba cerrada. 

-- ¡Maldición! – dijo Harry empujando la puerta sin resultados. 

-- No podrás salir sin esto – dijo Liam haciendo que Harry volteara a verlo y viendo que traía la llave consigo. 

-- ¡Dame esa llave! – dijo Harry enfadado dando un paso hacía Liam. 

Fue entonces que vio con sorpresa como Liam dejaba caer la llave dentro de los pegados pantalones deportivos del uniforme.

-- No hasta que me escuches – dijo cruzando los brazos y esbozando una pequeña mueca en forma de sonrisa al ver el rubor en las mejillas de Harry.

-- ¡Maldita sea! – Gritó Harry – No pienso tratar de quitarte la llave. Ambos perderemos el juego si no salimos de aquí. ¿Qué acaso no te importa? – dijo Harry tratando de hacerlo reaccionar, pero Liam permaneció en la misma posición. 

-- Así es, no me importa – afirmó 

-- Pero hay manejadores afuera. Tú quieres llegar a los profesionales, es tu oportunidad. ¿La vas a desperdiciar así nada más? – intentó de nuevo Harry. 

-- Si puedo recuperarte a ti, lo considero un buen cambio – dijo sin moverse. 

-- ¿Recuperarme?, estás loco – dijo cada vez más molesto – Yo no pienso volver contigo después de la forma en la que me has tratado – Liam bajó los brazos al escucharlo – Después de que has mandado a tu maldita novia a darme tus mensajes…. 

-- Yo no tengo novia, Harry – dijo Liam tratando de acercarse, pero Harry retrocedió y estiró el brazo indicándole que no se moviera. 

-- No me vengas con que no tienes novia. ¿Y Taylor que es? ¿Una amiguita para pasar las “maravillosas noches”, como ella me ha dicho? O es la chica con la que piensas tener un hijo, porque la señorita “no nos estamos cuidando”, es lo que dijo.

-- Nada de eso es verdad – dijo de nuevo. 

-- No me vengas ahora con mentiras. No sé qué es lo que quieres conmigo, pero no vas a lograr convencerme – dijo sin bajar el tono de voz. 

-- No quiero convencerte… - dijo Liam haciendo que Harry se sorprendiera por las palabras. 

-- ¿Entonces? ¿Qué es lo que quieres? – preguntó confundido. 

-- Quiero que creas en mí. – Harry comenzó a reír. 

-- No puedo creerlo Liam. Como te atreves a hablarme de confianza, cuando vi a Taylor salir de tu habitación envuelta en una toalla y después llega a mi casa con mi mochila para pedirme la llave de tu departamento y tu campera – Liam se sorprendió cuando Harry dijo eso. 

-- Un momento… Tú fuiste al departamento por tu mochila y le dejaste a Taylor mi campera y lanzaste por el elevador de la basura la copia de la llave. 

-- ¡NO!, yo jamás hice eso. Taylor fue… - Harry suspiró – ¡Ya no importa! De todas formas espero que seas feliz con ella. ¿Ahora puedes dejarme salir? 

-- No – dijo Liam comenzando a caminar hasta donde estaba Harry. 

-- ¡Ya basta! – Dijo Harry recorriendo el pequeño cuarto para tratar de alejarse del capitán de Brown - Te doy las gracias por entregar mi trabajo de radares y por ayudarme con el hombro. Pero aun hay un partido que jugar. 

-- No iremos – dijo Liam atrapando a Harry por uno de los brazos. Harry lo observó sorprendido. 

-- ¡Liam! 

-- No iremos, vendrás conmigo – dijo comenzando a jalarlo para llevarlo hasta la puerta. 

-- No pienso ir contigo – dijo zafándose del agarre de forma brusca, pero Liam volvió a sujetarlo, esta vez tomando su brazo y doblándolo hacía atrás para evitar que se moviera. 

-- No seas terco y acompáñame – dijo Liam evitando que Harry se moviera. 

-- ¡No! ¡Suéltame! 

-- Si no lo haces por las buenas, lo harás por las malas. 

-- ¡¿Qué haces?!

Harry vio como Liam estiraba uno de sus brazos hasta el estante donde estaban las vendas y tomaba una de ella para comenzar a enrollarla sobre sus brazos a la espalda. ¿Pretendía atarlo con las vendas?

-- Basta Liam, ¡suéltame!, te digo que me sueltes – pero eso no logró detenerlo. 

-- Si después de que veas lo que quiero mostrarte, sigues renuente a regresar conmigo, dejare de molestarte. 

-- ¡No te creo nada! Mmmphmhmh – Harry sintió como Liam amarraba otra de las vendas sobre su boca para evitar que hablara. 

-- Si alguien te escucha gritar, no podré sacarte del estadio… Y no te preocupes por el juego, de todas formas no ibas a poder lanzar con ese golpe en el hombro. Lo único que hice fue quitarte el dolor, pero no iba a servir para que lanzaras. 

Liam tomó a Harry y lo subió sobre su hombro. Se dio prisa en sacar la llave y abrir la puerta. Una vez que se aseguró que no hubiera nadie en el pasillo, salió de la enfermería cargando a Harry.

-- Mmmphhmmmh – trataba de pronunciar Harry mientras se movía tratando de soltarse. Cosa que Liam no iba a permitir.

-- No te canses Harry, de todas formas no te entiendo – dijo llegando hasta las escaleras que lo llevarían directo fuera del estadio, hasta el auto negro que había estacionado justo en frente.

Liam había observado a ambos lados del pasillo, pero nunca se percató que en las escaleras del lado contrario, las que conducían a la sala de audio, había una persona sorprendida de ver como el capitán de Brown salía del campo con el mariscal de campo de Williams atado sobre su hombro. 


Continuará…

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Amor en Juego (Lirry & Ziall)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora