Un nuevo día, y desperté cómo siempre,
con trastornos en el cuerpo y heridas en la mente.Abro la cortina, un cielo casi radiante me ciega,
vendando mi mente de aquéllas heridas, que a mi cuerpo aquejaban.Voy por ti, esperando que me abras la puerta,
pero la puerta estaba abierta.
Un placentero sonido me cautiva mientras voy adentrandome en tu hogar, viro en una esquina y saltas tu hacia mi espalda.
Me esperabas.