Touch me...

Nuevo comienzo...

De golpe ciento como un par de manos me zamarrean levemente, por lo que yo en respuesta solo suelto un gruñido. Me niego completamente a despertar de mis hermosos sueños, en los que Brian, un chico con ojos avellana intensos, cabello rubio corto a los costados pero en el centro un poco más largo, con un flequillo despeinado que le cae perfectamente sobre la cara; en definitiva que él chico más lindo del colegio, me besaba. Al negarme mi madre tira de mi almohada intentando quitármela como segundo intento de despertarme, por lo que yo la abrazo fuertemente, sin siquiera abrir los ojos. Después de un largo forcejeo ella logra quitarme la almohada de los brazos.

-Levántate ya, es una orden...-.

-Ña...-.

-Lurdes es una orden- Mi madre tira fuertemente y me destapa completamente. Allí concluye mis hermosas ganas de soñar, calentita bajo las sabanas y frazadas, en los brazos del rompe corazones de Brian.

-Ok, ok ya entendí... Mmmm... ¿Qué hora es?-.

-Son las 11 de la mañana llevo aproximadamente dos horas intentando levantarte-.

-Posta...- o no, o no. ¡Voy a llegar re tarde!

-Si- ¡¡¡Aaaaaahhhhhhh!!!... Ya de que más me da levantarme si igual llegare tarde, la única solución a mi pena es morir o bueno seguir durmiendo. La primera puede que sea un poco extremista o muy exagerado pero la segunda opción sí que es la mía.-Apurate aun tenes tiempo-.

-Mmmm...- Esperen solo un segundo. -Esto me suena a engaño, ¿por qué será?- .

Fulmino a mi madre con la mirada. Mientras que esta pone los ojos en blanco y pestañea barias veces. No es la primera vez con la que mi madre me despierta con el pretexto de llegar tarde al colegio, ni la última me temo. Después de unos segundos esta sale de su transe sonríe, para luego decir:

- Es tarde... Ya ve a bañarte mientras termino de hacer la comida-.

Me estiro hasta la mesita de luz que se encuentra al lado de mi cama para tomar mi celular y poder ver la hora. Pero antes que la pueda ver esta me lo arrebata de las manos son una blanquecina sonrisa en los labios.

-Mamá otras vez no-.

-Ya, ya ni que fuera el fin del mundo despertarse un poquito más temprano-.

-Esto me suena que son menos de las diez de la mañana-. Dije más para mí misma que para ella, aunque soy consciente de que ella me escucho decido ignorar mi comentario.

-Aparte hace mucho que no hablo con vos, ni tampoco hacemos muchas cosas juntas-.

-Menos de las nueve-. Noooo... la concha que re mil...

-Como por ejemplo ver una película ¿Qué te parece?- sonríe cada vez más con cada frase, en el caso de que eso fuera posible.-Pero primero tendrás que limpiar un poco tu pieza-.

-Mamá... Ya, ¿Qué hora es?-digo ignorando la última frase.

-6:00 am-.

-No enserio ¿Qué hora es?-

-Las 6:00 am- no mames.

-¡¡¡¿¿Qqqquuuuueeeeee??!!!... Mamá la gente normal de todo el mundo a esta hora duerme-digo fulminándola con la mirada por el enojo, a lo que ella suelta un gran carcajada.

-La gente normal también se levanta a esta hora para ir a trabajar- dice secándose una lagrima invisible que cae en su mejilla por la risa.