Capítulo I

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Ahí estaba ella. Adele, con una vida exitosa, pero que según sus amigos, era aburrida, ella decía que así le gustaba, todo en calma y bajo control. Adele, de 28 años, soltera, sin hijos, viviendo sola en un departamento en el Centro de la ciudad, cesante, pero con una Carrera y experiencia que le permitía encontrar trabajo en cualquier empresa que ella quisiera.

Capítulo I

- Hola mamá!... – Contestaba Adele apresurada, porque el teléfono no paraba de sonar desde hace 5 minutos –

- ¡Hasta que me contestas hija por Dios! – Allí estaba al otro lado de la línea su mamá llamada Érica, que vivía en la Playa, lejos de su hija, pero con una vida social que nunca le permitía descansar –

- Mamá, me estaba dando un relajante baño de tina, ¿cuál es la urgencia? – Contestó aún aturdida –

- Hija, ¿cómo estás?, hace tanto que no me llamas...

- Hablamos la semana pasada mamá, ¿por qué di...

- ¡Me deberías llamar todos los días y contarme qué haces!, ahora que no tienes trabajo, tienes más tiempo libre, no hay excusas Adele.

- Ok, te llamaré más seguido, ¿por qué insistías llamando?

- Hija, conocí a una Socia del club, y ¡adivina!

- No mamá, no me digas lo que sé que me dirás – Adele sabía perfectamente lo que su madre le diría en ese instante. -

- Ay hija!, esta socia tiene un hijo de tu edad, soltero y que te quiere conocer!, le hablé maravillas de ti – Érica sonaba demasiado emocionada para pesar de Adele

- Mamá, ¿cuántas veces tendré que decirte que no hagas eso?, y menos con chicos!, sabes que me gustan las chicas, que soy lesbia...

- Ya! Si sé!, pero sabes que una madre siempre tendrá la esperanza de que hija cambiará – Contestó Érica con fingida melancolía – Además, si no me traes pronto una novia o un novio que conocer, creeré que eres Asexuada.

- ¿En serio? – Respondió Adele divertida – Serás la primera en saber si conozco a alguien, lo prometo.

- Está bien, ya me debo ir, tengo una cita con esta nueva socia, haremos negocios... le preguntaré si tiene alguna hija lesbiana que te quiera conocer – Comenzó a reírse –

- Ok mamá, si tiene una me avisas, por favor – También se reía – Besos má, cuídate.

- Un beso.

Adele se quedó mirando el teléfono, sonriendo por como su mamá le busca una pareja y agradecida de que aceptara su sexualidad sin importar lo que piensen los demás, no todos corren con esa suerte, pensó.

Luego de almorzar, decidió encender su laptop y hacer lo que desde 2 meses no hacía, buscar un trabajo, no es que le hiciera falta, pero definitivamente estar con tanto tiempo libre la volvería loca en cualquier instante. Comenzó con una búsqueda rápida de un portal laboral y encontró un anuncio que le llamó la atención:

"Importante empresa de prestigio nacional e internacional abre su vacante para el puesto de Publicista. Si tienes experiencia comprobable de 3 años, referencias laborales y te gustan los desafíos, ¡no esperes más y postula con nosotros!"

- Parece de esos típicos comerciales de la tv – Pensó.

Leyó un poco más el anuncio, donde mencionaba beneficios, más detalles del trabajo, etc, y finalmente postuló, sintió que cumplía con los requisitos solicitados y si resultaba, vería qué pasaría. Iba a comenzar a navegar por internet cuando alguien tocó la puerta de su departamento.

- ¡Hola sensual mujer pelirroja!, ¿me invitas a pasar?, tengo vino. – Le dijo su mejor amigo Ignacio, gay, Productor de Eventos y de su misma edad.

- Por favor, no dudes en pasar, el vino me sedujo más que tu voz y cuerpo – Respondió sonriendo y apartándose para que entrara.

- Oye!, imposible que un vino sea más sexy que yo! – Yendo a la cocina y sacando copas para servir el vino –

- Sí, sobre todo para una lesbiana como yo – Bebiendo - ¿A qué se debe el honor de tu visita?

- Quería invitarte a una fiesta hoy en la noche, es una nueva disco gay en la ciudad, la cual obviamente yo preparé su inauguración, así que vamos y bebemos gratis!

- ¿Debe ser hoy?

- Claro que sí!, ¿qué tienes que hacer señorita cesante?

- Quería ver alguna película o leer un libro...

- ¡Olvídalo!, hoy sí que no Adele!, vas conmigo, lo pasamos bien y fin de la discusión – respondió con una voz tajante que Adele sabía que no podría negarse – hazlo por mí, he estado organizando esta fiesta desde hace 5 meses, puede que conozcas a alguien y...

- No, te acompañaré para que compartamos, no me interesa conocer a alguien, menos en una fiesta.

- Está bien – dijo sonriendo – Paso por ti a las 22:30, debes estar lista.

- Aquí estaré.

- Perfecto!, me tengo que ir a arreglar los últimos detalles – dijo caminando hacía la puerta – nos vemos!

- Adiós – le dijo mientras veía como se retiraba.

Adele pensó en qué ponerse esa noche, no era que le interesara conocer a alguien, pero debía ir bien arreglada, era obvio que Ignacio le presentaría a mucha gente y quería estar presentable para la ocasión.

Luego de una ducha, se secó su cabello rojo y buscó la ropa escogida para aquella noche. Pantalones negros ajustados, una blusa blanca y una chaqueta negra, además de zapatos con tacos rojos y sus labios pintados rojos.

Observó la hora; 22:15, faltaban 15 minutos para que Ignacio pasara por ella, así que comenzó a tomar un poco más del vino que quedó. 2 copas y media y su mejor amigo estaba llamándola a su celular.

- Hola Nacho, estoy lista – Contestando el celular y dejando una tercera copa de vino a medio tomar –

- Me encanta que seas tan puntual!, estoy abajo, te espero. - Cortó.

Adele bajó por el ascensor, se despidió de Conserje y salió para subirse al auto de Nacho.

- Estás tan guapa!, aunque con ese cuerpo, cualquiera se vería hermosa hasta con una bolsa de basura, te odio! – Le dijo apenas se subió.

- Hola Nacho, gracias por siempre ser tan evidente con tu envidia hacía mi cuerpo – Respondió divertida

Soy sincero nena, solo soy sincero. –Encendiendo el auto y comenzando a marchar – ¡Esta noche será nuestra! – GritóNacho tan emocionado que Adele se sintió feliz, tenía un presentimiento de queesa noche, algo cambiaría.

AdeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora