El día acabó cuando sonó el timbre de salida. Todos los alumnos se apresuraron a salir por la gran puerta del edificio para volver a sus casas. Marinette bajó las escaleras tranquilamente junto a su amiga, mientras la escuchaba hablar sobre su superheroina favorita.
—Entonces saltó por sobre los niños, y juntos hicieron una pirueta en el aire. Chat Noir usó su poder especial y destruyó los faroles que estaban cerca, y los usó como distracción para que Ladybug usara su desodorante y lo rociara en la cara del malvado Gunman. Y luego... —Alya relataba con mucho entusiasmo la última batalla de Ladybug que, como buena reportera que era, había presenciado oculta tras unos arbustos del parque.
— Alya, entiendo que Ladybug sea genial y todo. Pero ¿no crees que te pones en peligro cada vez que vas tras ella en sus batallas? —dijo Marinette con un poco de preocupación, cuando su amiga terminó su historia. Ella la miró, abriendo los ojos de par en par.
— Marinette, ¿acaso estás loca? Si quiero ser reportera, no debo temerle a nada. Además, sé que Ladybug no dejaría que nada me pasase —dijo Alya giñando un ojo, haciendo reír a su amiga.
—No discutiré eso. —Concordó entre risas.
Ya se acercaban al final de las escaleras cuando Alya recordó algo.
—Oye, no me has contado nada sobre el desfile. ¿Cómo vas con los diseños? —pero no necesitó de una respuesta de su amiga. Su expresión perpleja le decía todo.
—No has hecho nada aún ¿verdad? —dijo luego de un silencio, para ver como Marinette abría y cerraba su boca, queriendo decir algo pero sin lograrlo.
—ay Marinette —. ella soltó todo el aire con frustración.
—Lo olvidé completamente, Alya. No tuve mucho tiempo en pensar. Y ni siquiera sé si voy a tenerlo. —dijo Marinette sentándose en la escalera. —Además del desfile, tengo que ayudar a mis padres, estudiar, y salvar la ciud... la materia. Estoy a punto de desaprobar ciencias y aún tenemos que hacer el trabajo. No creo poder concursar.
Alya vio a su amiga mirando el suelo con tristeza. Sabía que realmente quería participar de ese festival y mostrar su talento a la ciudad. Y se sintió mal. Como su mejor amiga tenía que hacer algo. Entonces, suspirando, se inclinó frente a ella y la tomó de sus hombros.
—De acuerdo Marinette. Esto es lo que haremos. —Dijo mirándola fijamente.— Yo iré en tu lugar a ayudar en la panadería, y haré el trabajo de las dos. Tú te tomas el día y pensarás en tus diseños. Y más vale que en cuanto llegues, tengas ideas porque, de no ser así, tendrás que acompañarme en cada una de las batallas de Ladybug por un mes. ¿Entendido?
Marinette le sonrió y se puso de pie, para luego abrazarla con fuerza.
—Gracias, gracias, gracias, gracias. –repetía sin soltarla. –Te debo una Alya, eres la mejor.
—Oh amiga, me debes mucho más —respondió riendo mientras correspondía el abrazo. Luego se soltaron y se despidieron.
Marinette vio como su amiga se alejaba y decidió marcharse y comenzar su trabajo. Sería un día largo.
Adrien observaba a las personas que caminaban por las veredas de Paris. Cómo algunos niños iban de la mano con sus madres, o cómo los padres llevaban a sus hijos sobre los hombros. Sonrió con nostalgia mientras veía todo eso tras la ventanilla del auto. Plagg vio desde su escondite a su portador, y se preocupó al ver cierta tristeza en su mirada. Entonces salió y se puso frente a él.
— Adrien...quiero más queso —dijo, haciendo que el chico apartara su vista de la ventana y lo mirara sorprendido. Rápidamente atrapó al kwami con una mano, mientras que con la otra subía el cristal que lo separaba del conductor. Una vez el cristal cerrado, Adrien soltó a Plagg.
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Hasta que se den Cuenta
FanfictionEllos sentian la fuerte energia entre los dos. Sabian que estaban cerca, que sus portadores eran compañeros de clase. Ya lo habian sospechado desde los primeros dias que habian despertado. Sin embargo,por mas de que ya todas las dudas hayan quedado...