Hasta que se den Cuenta

Capitulo 2

Cuando Marinette abrió los ojos, creyó que todo había sueño. Se encontraba acostada en su cama, tapada con las mantas cubriendo todo su cuerpo hasta su cuello. Se sentó en el borde de su cama y grito. Tikki alarmada salió de su escondite y fue en su encuentro:

-Marinette, ¿qué ocurre? ¿Te sientes bien?-preguntó ella alarmada.

-Tikki, no sabes lo que ocurrió, tuve el mejor sueño de todos-respondió ella dando giros por la habitación.

-Fue tan real, había decidido ir a la escuela y decirle de mis sentimientos a Adrien, y el estaba allí esperándome y...-Marinette comenzó a hablar rápidamente, mientras que Tikki intentaba calmarla mientras la seguía por toda la habitación.

- ... y entonces creyó que estaba enferma y luego me dijo que iba a estar para mi y...

-Marinette espera...no hables tan fuerte que abajo esta...

Pero Marinette no la escuchaba y seguía con su relato, y Tikki, en vano, trató de decirle que no estaban solas en la casa de los Dupain Cheng.

La chica fue interrumpida por unos fuertes golpes en la compuerta de su habitación. La puerta temblaba con cada golpe, cosa que asustó a la chica.

-Marinette, ¿estás bien? Abre la puerta. –se escuchó hablar una voz ya demasiado conocida para ella.

Su gran sonrisa se transformo, en cuestión de segundos, en una terrible expresión de horror. No podía ser él...

-Marinette?- el joven Agreste seguía golpeando la puerta desde la escalera.

-ya...ya voy, espera un segundo...Maldita sea Tikki, ¿por qué no me dijiste que Adrien estaba aquí?-susurraba ella desesperada.

-Es lo que trate de decirte desde que despertaste Marinette.

-Ay Tikki ¿qué voy a hacer? ¿Lo dejo pasar? ¿Le digo que se vaya? No quiero que se vaya ¿Qué hago Tikki?- decía ella dando vueltas.

-Por el momento saca las fotos rápido, esa compuerta no aguantará muchos golpes más...

Marinette obedeció y a una velocidad increíble quitó todas las fotos del chico que tenia pegada en las 4 paredes de su habitación. Cuando terminó,quitó el seguro de la compuerta y dejó entrar a su compañero.

-Marinette ¿estás bien? Estaba abajo en el comedor y escuché que gritaste, ¿te sientes bien? ¿Te has caído? –preguntaba algo preocupado.

Marinette había quedado en shock al verlo allí, en su habitación, por segunda vez. Y resultó ser que su sueño terminó siendo una verdadera escena de hacía un par de horas.

...

Cuando había llegado a la pastelería con Marinette en brazos creyó que ya se encontraba mejor. El padre de ella la llevó a su habitación y le había permitido quedarse en el comedor hasta que su compañera despertara.

Había pasado 1 hora y la clase de esgrima ya había comenzado. Sabía que su padre, el Sr Agreste, le iba a dar una reprimenda y no lo dejaría salir ese fin de semana con Nino, pero aun así había decidido quedarse, por dos razones:

1: Aun quería saber si Marinette estaba bien

Y 2: No podía negarse a la bandeja de dulces que el padre de Marinette le había ofrecido.

Luego de decir un "siéntete como en tu hogar" Tom Dupain se retiró de la casa para volver a la tienda, dejando solo así a Adrien y a Marinette a tan solo un piso de distancia.