Capitulo 8 (Maratón 1/2)

1.5K 102 23
                                    


Al dia siguiente, Marinette llegó dos segundos antes de que comenzara la clase, como era costumbre. Esta vez, ella se veía mucho más animada que el día anterior, algo que nadie paso desapercibido. Mucho menos para su mejor amiga y el joven Agreste.

— Vaya Marinette, ¿Qué te ha pasado? Te ves muy contenta —preguntó Alya en voz baja, mientras la profesora escribía en el pizarrón.

— Pues, logré dibujar mis próximos diseños ayer, y ya decidí quién quiero que sea mi modelo femenino. —respondió ella con una sonrisa. Alya alzó la vista para asegurarse de que su profesora no las viera, y en cuanto vio que seguía escribiendo, volvió a susurrar.

—Espero que esa no sea Chloé, no soportaría escucharla dándose aires de grandeza por modelar en las pasarelas de Paris.

Marinette no pudo evitar reírse, a lo que la profesora la miró molesta.

—¿Quieres compartir algo con la clase, Marinette?

Marinette le dirigió una mirada molesta a Alya, quien le respondió con un silencioso "lo siento".

—No, claro que no, profesora. Continúe por favor.

Una vez que su profesora volvió a darse la vuelta, Marinette volvió a dirigirse a su amiga.

—No te preocupes, ni en sueños lo haría. —dijo, a lo que Alya rió imaginando la rabieta que haría la hija del alcalde por no modelar en La Semana de la Moda.

El timbre de receso sonó por primera vez en la mañana y todos los estudiantes salieron al patio.

Alya estaba sentada en un banco, viendo maravillada los diseños creados por la joven Dupain-Cheng, mientras escuchaba la explicación de su temática.

—...entonces lo que hice, fue combinar el estilo de cada uno de mis modelos con el de...eh..algún akumatizado que haya vencido Ladybug.—decía la chica luego de haber contado gran parte de su idea. — lo que quiero es reflejar en mis diseños que todos pueden tener un lado "malvado", que éste forma parte de cada uno, y que se puede convivir con ella.

Si, bueno... no le dijo exactamente lo que le habia dicho a Tikki sobre su objetivo, pero tampoco se alejaba mucho de la realidad.

—Amiga, estos diseños son geniales. —decía Alya mirándola con entusiasmo— , pero en realidad me interesa un poco más saber qué tiene que ver el diseño de Chat Noir con Adrien.


 Marinette abrió la boca para decir algo, pero ninguna palabra pudo salir de ella, ya que alguien la interrumpió.

—Son increíbles, Marinette. ¿Cómo se te ocurrió hacer esto?.

Adrien y Nino se hayaban a espaldas de Alya, viendo desde allí los dibujos que ella sostenía entre sus manos.

Marinette tardó un poco en recomponerse y poder hablar normalmente. O intentar.

—B..bueno...eh ... ayer me encontré con un amigo y...eh...mientras hablábamos, dijo algo que hizo que se me ocurriera esto..y en cuanto pude, dibuje lo mas rápido que pude.

"Así que por eso estaba tan apresurada". Pensó Adrien mientras asentía sin saber por qué.

—Y ¿Cuál es la temática de tus diseños? —preguntó Nino, a lo que Alya explicó todo. Pues resulta que Marinette estaba tan nerviosa con ellos allí que apenas si podía expresarse con claridad.

Cuando Alya terminó de hablar, Nino miró confundido el cuaderno de Marinette.

—Hay algo que no logro entender —dijo él mientras rascaba su cabeza—, si quieres reflejar el lado villano de cada modelo, ¿Por qué el diseño de Adrien se parece al estilo de Chat Noir?

Todos se quedaron en silencio por unos segundos. Adrien tomó el cuaderno de las manos de Alya y vió su dibujo.

En la hoja, una silueta de cabello rubio posaba con sus manos en los bolsillos de unos pantalones negros. Usaba una camiseta doble, en la que la parte interior era color verde y la parte superior era color negro, con cortaduras de arañazos de un animal; y sobre ella una camisa manga corta, también negra, junto a unas zapatillas del mismo color ,excepto por la punta de ellas, que eran blancas y tenían líneas rectas sobre ella.

Definitivamente Nino tenía razón. Aquel diseño decía "Chat Noir" en todas partes. Lo que hizo aterrar al joven Agreste.

"Maldita sea, lo ha descubierto. Seguro que lo ha hecho." Pensaba Adrien con desesperación. Pero ¿cómo?¿cuándo pasó?¿qué pensaba Marinette de eso? Seguro que era el karma que actuaba en su contra por haber comido aquel croissant aún cuando Nathalie le habia dicho que su padre no se lo permitía, o por haber escondido el queso de Plagg mientras él estaba dormido. Santo cielo,¿guardaría el secreto? ¿ o acaso...?

—¡Adrien!

El chico reaccionó al oir la voz autoritaria de Alya, quien lo miraba fijamente, al igual que Marinette y Nino. Marinette se acercó haciendo que el modelo se tensara. Ella pasó su mano frente a sus ojos, haciendo que él parpadeara, y luego lo miró enarcando una ceja.

—¿Te encuentras bien? Tenias una cara de muerte hasta hace unos segundos.

Adrien sonrió algo nervioso y asintió rápidamente.

—Si si, estoy bien...—respondía algo incómodo— pero contéstame una pregunta, Marinette. ¿Por qué Chat Noir?

—¡Si! Yo también había hecho la misma pregunta antes de que llegaran ustedes —dijo Alya mirando a Marinette, mientras que Nino, por curiosidad, también se volteo hacia ella.

Marinette suspiró pesadamente antes de decir nada.

—Bueno, es que pensé que también podía mostrar que todos tenemos un lado...valiente y heroico como él y Ladybug. Y creí que sería una manera de hacerle honor por lo que ha hecho por la ciudad y por las personas que había salvado.—dijo desviando la vista hacia un costado. La verdad era que estaba algo avergonzada. De hecho, ni siquiera sabía por qué había querido dibujar a Adrien con el estilo de Chat Noir. NO SE PARECIAN EN NADA. Sin embargo lo había hecho, y aunque no quisiera admitirlo, estaba satisfecha con su trabajo. Además todo lo que había dicho no tenia una pisca de mentira.

   Adrien, por su parte, no sabia como reaccionar. Sin saber muy bien por qué, sentía una gran alegría frente a aquellas palabras. Casi la misma que había sentido la noche anterior como Chat Noir. En ese instante, sin siquiera tener conciencia de lo que estaba ocurriendo, su modo de ver a Marinette cambió por completo.

Adrien se acercó y dejó caer su mano en el hombro de la chica, haciendo que ella lo mirase sorprendida. Él sonrió y dijo:

—Estoy seguro que Chat Noir se sentirá genial cuando vea tu trabajo.

  El timbre volvió a sonar indicando que habia que volver a las aulas. Adrien y Nino volvieron a felicitar a Marinette por su trabajo y se adelantaron al salón.

   Cuando Alya se puso de pie y caminó siguiéndoles el paso. Pero se detuvo en cuanto notó que su amiga no se había movido de su lugar, y tenía la mirada perdida en un punto lejano.

—Marinette, hay que irnos. —dijo Alya sacándola de sus pensamientos. Ella asintió y comenzó a caminar a su lado. Sin embargo no podía dejar de darle vueltas al mismo tema. ¿Acaso era posible? No, no lo era. Pero por un momento habían parecido ser la misma persona. Cuando Adrien le habló con una sonrisa muy familiar, por un momento, había parecido que quien le hablaba, era nada más y nada menos, que el mismísimo Chat Noir.

Hasta que se den CuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora