Capítulo 8

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1980


-Entiendo perfectamente su situación señorita

El abogado ciertamente no lo entendía, a él solo le interesaba cuanto iba a ganar con este caso, "no mucho" se dijo Cindy para sus adentros, sus padres habían accedido a pagarle un abogado con un contrato por resultados para que la defendiera en el caso contra la Madre-Perra y su pequeña Hija-Perra, o sea que si perdían el pobre tipo no tendría ni un centavo y honestamente Cindy no se sentía muy optimista al respecto.

Igual que con todo lo demás

Los dos últimos meses habían sido una tortura. Después de que Amelie hubiera desaparecido y la policía hubiera renunciado a su búsqueda después de mes y medio de arduo e infructuoso trabajo, lentamente todo se fue a la mierda

Ya que Cindy no tenía trabajo (y aún si lo tuviera, el salario mínimo no alcanzaba para su pequeño apartamento) tuvo que volver con sus padres, cosa que ella odiaba, ya que ellos no hacían más que sermonearla por sus pobres elecciones de vida

Cindy conocía sus errores, no necesitaba un sermón sobre la gran decepción y desperdicio de tiempo y dinero que significaba para sus padres.

 Lo único que ella quería era una pequeña muestra de amor, un abrazo o unas palabras tranquilizadoras y ella sería feliz

-Estas son las demandas de la señora Thomson –dijo el abogado, sacándola de sus pensamientos y evitándole el llanto al que seguro sucumbiría si seguía pasando en la relación que tenía con sus padres

Cindy leyó

Frunció el ceño, mientras sentía como la tristeza se transformaba en rabia pura

Lo que exigía la Madre-Perra era ridículo

Quería que Rhiannon dejara de asistir a la escuela en la que asistía Hija-Perra

-¿Esto es legal? – dijo intentado no, con toda su voluntad no gritar

- No, no lo es, pero siendo honestos, yo no soy más que un recién graduado y no era el mejor estudiante. El abogado de la señora Thomson es el mejor de la ciudad - El abogado titubeó por unos momentos. Bajó la vista, como si se sintiera avergonzado - Siento decepcionarla

Cindy vio al abogado, faltó poco para que tuviera un ataque de ira

Esa noche, no cenó con sus padres, no podía creerlo. Creía que ellos podrían ayudarla, se había tragado su orgullo, se había arrastrado hasta ellos y ¿Qué había obtenido? Un niñato jugando a ser adulto. Era como darle una daga para pelear contra un dragón

La habían condenado

Esa noche lloró

Lloró por todas las estupideces que le habían pasado. La feliz vida que había tenido con su mejor amiga. La desaparición de esta. Su pobre hija de la que ahora tenía que hacerse cargo. Por la pobre niña que durante más de una semana no había hecho más que llorar y preguntar cuando volvería su mami. Por el silencio que seguía a esa pregunta porque ella tampoco lo sabía

Lloró por todo lo que no podía cambiar y por lo inútil que eso la hacía sentir

Lloró hasta quedarse dormida

(S)HEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora