505 [Jainico♡]

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''Siguiendo los senderos trazados en tus manos.''

Me costaba trabajo entender la idea de que tenia que correr para que abandonar todo lo que algún día me hizo feliz pero eso me hace pensar que no soy el único que ha corrido para olvidarse de todo el daño recibido, incluso podría apostar que hay mas personas corriendo que quietas. Pero es un sacrificio que vale la pena cometer. ¿Cuantas parejas en el mundo estarán besándose en este momento? ¿Cuantas separadas por la distancia? ¿Cuantas juntas por un bien común? Pero este no seria el mejor momento para pensar en ello, ademas tengo que buscar mi  aventura para cuando este viejo no me haya quedado con las ansias del ¿Por que no lo hice?

No tenia mucho dinero disponible, así que no llegaría muy lejos pero por ahora podría caminar porque he estado en cama mucho tiempo, mi celular tenia la carga llena pero como cualquier móvil moderno esta no le duraría ni dos días. Antes de comenzar a caminar sin rumbo cheque mis mensajes con la esperanza de que Jaime me hubiera mandado un mensaje suplicando que regresara a su lado, que era un estúpido y sin duda la había cagado munumentalmente pero no, no había absolutamente nada, ni si quiera un pequeño mensaje pidiendo disculpas o un significativo adiós. 

Pero no Nicolas, la gente no vive de esperar  o por lo menos ya no tanto en estos tiempos, ahora las parejas actuales no saben esperar ni viven de esperanzas muertas, al primer problema que se presenta la relación caga porque no saben manejar la situación, así que lo mejor es conseguirse a otra persona que satisfaga las necesidades propias. Ese era Jaime, quizá le desagrado alguna faceta mía o no le gustaba cierto aspecto físico pero siempre se quedo callado, ni siquiera discutíamos de algo, así era nuestra ''Comunicación''  Y por mi parte también me equivoque, porque tampoco hable y nunca le hice saber que me sentía solo, que su frialdad me estaba quemando a niveles impresionantes pero antes de hablar preferí comerme mis propios sentimientos con un condimento especial: Resignación a la situación.

Ahora ni siquiera hay tiempo para retroceder a los tiempos felices, porque no todo fue triste a su lado, hubo un tiempo donde los dos mirábamos al mismo cielo  en la misma dirección a la misma hora pero ahora cada quien mira hacia arriba o quizá hacia abajo, él a las 12:00 pm y yo a las 3:00 am con un cigarro orgánico y un recuerdo distante. Y esta bien tener esos recuerdos, al final le tengo que agradecer que él me salvo de esa vida tan monótona y fría que llevaba, el me dio algo muy importante, una salida. Si, una salida. 

Sin darme cuenta, ya había caminado lo suficiente que el sol se estaba ocultando y por mi parte no me sentía cansado, pero no seria muy buena idea caminar de noche y menos en un lugar que no tengo idea de donde me encuentro. Por lo que podía notar no habían muchas casas, cada vez se volvían mas escasas y lo único que me guiaba era una carretera que parecía que no tenia fin. Por un momento me cuestione mi inteligencia porque olvide un pequeño detalle. Era invierno. Y si era de esos inviernos que te calaban hasta los huesos. Pero no podía regresarme, cada vez el cielo se volvía más negro y comenzaba a inquietarme.

No era la primera vez que moriría de esa manera, la primera... Jaime me busco y me encontró antes de que me enfermara. Ahora estoy por mi propia cuenta, podría seguir caminando pero no ayudaría de mucho, así sin más me senté en el suelo contemplando el cielo despejado y apenas se podía notar la primera estrella. Eso me recuerda cuando Edgar me ayudo el primer día del colegio, hace mucho tiempo que no hablo con él. ¿Como estarás querido? La ultima vez que hablamos, estaba tan concentrado en su pareja que casi no hablo de él mismo. Cuando haya encontrado mi camino sin duda iré a buscarlo y abrazarlo porque el fue un amigo cuando nadie mas lo fue.  

El frió se estaba haciendo presente a tal punto de que mis manos se dormían.  Mi vida no podía terminar ahí, ni siquiera es el primer día y ya tengo un obstáculo inevitable. Deje que mis pensamientos se fueran como un chorro de agua hasta que escuche la dulce voz de una mujer. 

—¿Estas perdido? ¿Necesitas ayuda?

Sin pensarlo me pare inmediato para observar a la mujer que me había ofrecido tan cálidas palabras, se veía que sobre todo era una mujer humilde con avanzada edad  pero en su rostro se notaba la paciencia de sus años. Sin duda me ofrecía una de las sonrisas mas cálidas y sinceras que haya visto. Me sentí aliviado y entendí que aquí no se tenia que terminar, que alguna fuerza cósmica o Dios me dio una segunda oportunidad. 

—Si— Conteste con tranquilidad—  Me perdí.