Alma

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''¿Siguiendo los trazos de tus manos? ''

Me encuentro a su lado, no hay necesidad de decir alguna palabra porque en estos casos en silencio es bastante cómodo. Me permito mirar su perfil, tiene algunos rasgos bastantes masculinos como las lineas que se marcan en su frente o su mirada de suficiencia. En el aire se puede respirar un olor a chocolate y café. Sus ojos se encuentran distantes a los míos pero su mano entrelazada con la mía se siente como si me marcara como su propiedad. Su respiración se vuelve rebelde y hasta cierto punto muy brusca, suelta mi mano con brusquedad, voltea a mirarme con desdén mientras sonríe con cinismo para soltar sin más... Nunca te ame, ni siquiera te volviste un recuerdo.

Mi corazón palpita des-coordinado mientras mis lagrimas que ya no son mas de tristeza si no de una profunda rabia porque mi mente sigue jugando con aquellos sentimientos que eran reales pero ahora solo son parte de una pesadilla y el protagonista es quien quizá ame tanto. No tenia ni idea de la hora que era pero por la evidente oscuridad que inundaba la habitación aun era de madrugada.

 Si, me encontraba en una acogedora cabaña gracias a Ema, la dulce señora que no permitió que me congelara. En su voz se escuchaba la experiencia, por lo que habíamos hablado unas horas antes Ema fue una mujer ejemplar, aunque nació en la cuna de una familia muy humilde pero no eso no le impidió seguir sus ideales. Trabajo como enfermera en un pequeño hospital que se encontraba en un pueblo muy lejano y no le importaba si tenia que viajar dos horas para llegar porque su pasión era ayudar. Pero no todo podía ser perfección porque en esta vida la mayoría de los seres humanos ven por su conveniencia es ves de por un bien por los demás. Un cruel dictador ordeno que quemaran el hospital donde Ema salio afectada, la cicatrices en todo su cuerpo cuentan su historia. 

Y solo de pensar que ella tuvo que pasar por todo eso y aun así se encuentra de pie saliendo adelante y yo que solo tengo cicatrizado el corazón por un amor amargo y egoísta. Si lo pienso así me siento muy estúpido y todo lo que he sufrido pierde las dimensiones. Quizá yo también tenga la misión de ayudar a mas personas pero ¿Por donde empezar? Mi mente no se quedo callada ni por un segundo así que me fue imposible dormir y cuando ya había llegado el momento de dejar cualquier pensamiento al aire el sonido de un gallo canturrear resonó por toda la habitación. 

Aunque no haya dormido lo suficiente me sentía con energía de ver lo que me esperaba el día de hoy, por supuesto el desayuno fue exquisito. Una enorme taza de té con extracto de rosas y una tostada con mermelada natural, para ser sinceros la única comida que apreciaba tanto era la que me preparaba la mamá de Jai... y ahí mi corazón se estrujo por segundos. 

-—Hijo, come con confianza— Mire atentamente sus hermosos ojos con sus escasas pero largas pestañas—Recuerda que esto es para nosotros dos y aunque tenga hijos ellos nunca me vienen a visitar, así que come muchacho que estas muy escuálido—Esta es la primera vez que siento la voz de mando de una madre  y por alguna razón me causa mucha gracia pero también calidez. 

Me sentí consentido y caprichoso, todo este ambiente familiar me hace feliz pero a la vez la nostalgia se aprovecha de estos momentos tan dulces. 

—Ema... — Comente con nerviosismo—Se que fuiste enfermera por mucho tiempo, tu debes tener una cura para lo que me esta ocurriendo— Mis ojos se fijaron en la taza que tenia entre mis manos y como se hacían pequeñas ondas por todo el movimiento. Sus ojos miel se centraron en mi y miraban con suma atención todos mis movimientos —¿Tienes algo para un corazón roto? ¿Tienes algo para un corazón roto enamorado?

Su respiración se volvió lenta y profunda, quedamos por unos minutos en silencio mientras ella trataba de buscar las palabras adecuadas para decirme que la resignación y el tiempo serian mis aliados yo mejor optaba por seguir comiendo. 

—De echo, tu corazón solo bombea sangre —soltó seriamente —La parte que nos hace sentir el amor esta en tu cerebro querido—Su respuesta mi hizo abrir los ojos lo mas grande posible y colocarme una sonrisa tonta en la cara. 

—Mi niño, si hubiera una cura para sanar el desamor o sanar las cicatrices del egoísmo, la vida seria bastante sencilla— hizo una pausa para tomar un poco de té antes de continuar—porque si, en todos lados hay desamor y para curarlo solo el tiempo nos ayuda pero no solo eso, no, si no el querer salir adelante y mas que eso abrirle nuevamente nuestro corazón a alguien— Me quede atónito ante su respuesta —No ocultes que estas sufriendo, deja salir todas esas emociones pero lo mas importante es que te conozcas Nicolas y que te ames con tú vida.  

Sus palabras se volvieron como una red que atrapo todas mis inseguridades y solo me quedaba sonreír... nada mas eso.

Muchas gracias Ema.





505 [Jainico♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora