VI. Debí suponerlo

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Al regresar a la escuela, después de las vacaciones, empecé a ser una persona más feliz. Antes de todas estas cosas que me estaban pasando  recuerdo que era una persona que guardaba rencor a mucha gente, y eso me estaba convirtiendo tan pronto en un ser infeliz. Ahora vivía y veía la vida de una forma tan diferente, porque si bien es cierto que antes de todo esto muchas personas me habían traicionado, ahora podía darme cuenta de que ya no me importaba porque en el mundo existían personas más importantes e interesantes de descubrir, y una de esas personas era el Sujeto ...

Un lunes, cuando salí de mi última clase de coro, iba repitiendo en mi mente algunos versos de una canción; justo en ese momento vi al Sujeto, de pie junto a los teléfonos de la escuela, pero no lucía como siempre, algo lo hacía verse muy, pero muy diferente, y no sólo fue eso sino que junto a él estaba una chica y aunque yo ignoraba su existencia, supe que ella era una persona bastante importante en su vida, ella era su novia...

Fue un duro golpe, fue como saber que The Strokes venían a México, pero que yo no podía ir a verlos, aunque en el fondo debí suponerlo, un sujeto como él... A pesar de esto no me puse a llorar como niñita fresa, tampoco me enojé y mucho menos intenté maldecir a alguien. Lo acepté, incluso pensé en lo afortunada que era esa chica y que seguramente ella era la razón de una mirada y una sonrisa tan maravillosas, yo sólo tenía la opción de olvidarlo.

En una de las clases sucedió algo más. Estaba ahí el Sujeto y el profesor me puso a dictar un párrafo, pero mi voz no se escuchaba demasiado, además de que intenté escribir mientras dictaba pero no me concentraba en hacer alguna de las dos cosas, así que el profesor le dijo al Sujeto que me ayudara y él me habló por única vez.

Y recuerdo perfectamente lo que dijo, pero para mí fue genial escuchar su voz de nuevo. ¿De qué otra forma podría decirlo? Cuando alguien cree estar enamorado, todo lo que la otra persona hace parece perfecto y genial.

Sin darme cuenta el tiempo estaba pasando demasiado rápido, aunque considero que siempre supe disfrutar cada momento, siempre logré aprender algo en cada encuentro y eso me agradaba. Un día alguien me dijo que el Sujeto iba en sexto, así que pensé en que pronto dejaría de verlo para siempre. No quise pensar mucho en eso, porque era algo realmente triste, me dediqué a vivir los encuentros de los últimos días.

El dos de abril de 2014 fue un día maravilloso porque fueron los conciertos de coro, aunque tenía que quedarme hasta la noche en la escuela sabía que no iba a aburrirme, porque al día siguiente tenía examen de matemáticas. Después del primer concierto que fue a las 12:00 pm, comencé a estudiar para poder pasar el examen. Fue un primer concierto bonito, bien hecho; sin embargo, el concierto que más me gustaba era el último, lleno de sentimientos, era especial y ese día lo sería aún más porque el autor de una de las canciones que interpretábamos estaría ahí. Pasó el segundo concierto a las 4:00 pm; conforme pasaban las horas me llenaba de emoción por lo que sucedería al final del día.

Al salir del segundo concierto, aproximadamente a las 5:30 pm, fui a comer algo y después decidí que seguiría estudiando. Era muy fácil estudiar en ese momento, ya que me encontraba completamente sola, nunca he sido de muchos amigos. Me dirigí al único lugar en el que pensé que podría estudiar cómodamente: la biblioteca. (Para ese entonces no me resultaba molesto estar ahí, ya que las personas no eran tan... amargadas) Entré y me senté cerca de la entrada, saqué mi cuaderno y me puse a resolver algunos ejercicios.

Pasaron, tal vez, cinco minutos y escuché que alguien entraba a la biblioteca. Normalmente nunca me distraía cuando alguien entraba, pero ese momento fue diferente. Miré para averiguar quién era la persona que había entrado y era precisamente el buen Sujeto, que se sentó a una mesa de donde yo me encontraba. Todo a mí alrededor dejo de existir de nuevo, como la primera vez que había visto su mirada y todo eso me llevó a pensar en tantas cosas...

El SujetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora