Phohibido Enamorarte

Capítulo 27.

" La vida es hundirse o nadar "

Narra Zac:
Ya han pasado tres días desde la muerte de Erik, y _____ sigue sin salir de su habitación.
A veces tengo que llevarle la comida hasta su cuarto y sólo come la mitad de lo que le llevó.

Le hablé a mi mamá, y le conté todo lo que había pasado.

Al parecer cuando regresará iba a tener una plática muy seria con ella.

Estaba por subir a su habitación cuando alguien llamo al timbre.

Baje las escaleras y me dirigí hacia la puerta.

- Hola, ¿como esta? - Dijo Cameron entrando a la casa

- Igual! - dije sin más.

- Amigo, tenemos que entrar y hablar con ella. No puede seguir asi

- Ya lo he intentado y simplemente no quiere ni verme. Sólo escucha pero no contesta nada.

- Deja que lo intente

- Dudo que lo logres pero esta bien, trata de ayudarla.

Cameron subió y empezó a tocar la puerta, pero no recibía nada, así que decidió girar la perilla de la puerta pero al parecer, ya se había encerrado.

- Vamos _____, tienes que salir de ahí - dijo Cameron preocupado.

- Vayanse! - grito _____ desde adentro.

Pasaron las horas y cada 10 ó 15 minutos subíamos a revisar si necesitaba algo o si quería hablar pero no salía.
Estaba preocupado, no sabía que hacia mientras estaba ahí adentro.
En eso, pude escuchar que la puerta de un auto se cerraba.

Sólo mire hacia la puerta esperando a que alguien entrará y así fue, entro alguien. Mi madre.

- ¿Donde esta? - pregunto entrando por la puerta .

- En su habitación - Dije algo confuso.

Ella subió dejando todas sus cosas a un lado del sofá. Pude escuchar como abría con la llave que siempre guardaba y entonces, entró.

Narra _____:
Estaba por quedarme dormida, y si, debo aceptar que esto puede sonar como algo estupido. Pero es que no lo entenderían si perdieran a su novio que fue su mejor amigo.

Cuando estaba a nada de dormir, escuché que alguien subía por las escaleras y cuando llego hasta la puerta, empezó a meter una llave.
Cuando entro, vi que era mi mamá.

- Hola. - Dijo forzando una sonrisa que apenas me hacía sentirme estable.
No conteste en el momento, así que ella se acercó y se sentó a un lado de mi.

- ¿Como estas? - sabía a qué se refería con esa pregunta. Los ojos empezaron a arderme y mi vista se empezaba a poner borrosa.

- Bi-bien - Las palabras salieron tan lento que sentía como cada una dolía en mi garganta.

Ella me abrazo y empezó a acariciar mi cabeza. Y entonces el ardor en mi garganta, el dolor en mi estómago y el momento de que la respiración me faltaba se hicieron presentes. Me sentía protegida, sentía como se fuese un abrazo de Erik, y la abrace tan fuerte como pude.

- Mi niña, te conozco perfectamente. Y sé que no estás bien.

- Yo... - apenas pude decir aún con las lágrimas en mis ojos.

- Sé que te duele - me interrumpío - sé que nunca habias pasado por este tipo de cosas y que es extraño que de un dia para otro haya pasado todo esto.
Lose _____, pero quiero que sepas algo, la vida seguirá su curso, no se detendrá ni por ti, ni por mi, ni por Erik... Por nadie!
Este tipo de cosas siempre pasan ____, y quiero que estes preparada para todas las cosas que te traerá la vida.
Pasabas buenos momentos con él, lo querías... Pero, la vida es hundirse o nadar.
Y mi niña, tú eres la única que decide que hacer.
Erik ya se fue, ya está descansando de todo lo que estaba pasando.
Sé lo mucho que te duele... pero este tipo de cosas siempre van a pasar.
Tienes que seguir adelante - se acercó y me abrazo.

No podía creer que mi madre era la que me decía todo ese tipo de cosas...

Vamos ____, date un baño, vamos a algún lugar a cenar. - se levantó de la cama, me guiño un ojo y salió por la puerta.
Le hice caso, me levanté y me fui a bañar... - Tanto tiempo sin sentir el agua caliente - pensé.
Cuando terminen baje y en la mesa de la cocina estaban Zac, Cameron y mi madre riendo.
Aún no notaban mi presencia, así que me oculte tras la pared y los escuchaba.
Hablaban sobre el vuelo de mi mamá y las cosas divertidas que le habían pasado.
Entre a la cocina.

- Hey! Te ves mejor - Dijo Zac haciendo que sonriera

- Y cuando sonríes aún mejor. - Dijo Cameron.

- Bien, vamos! - Dijo mi madre mientras tomaba las llaves del auto y salíamos de la casa.

Llegamos a una pizzería a la que nos solía llevar mi mamá cuando Zac o yo, estábamos tristes.
La diferencia es que ya no cabíamos por los juegos que habían ahí, lo cual, eso nos hacía sentir mejor.

Nos sentamos en una mesa que estaba pegada a una de las ventanas.

- ¿De que quieren la pizza pregunto mi mamá?

- Pepperoni!! - gritamos los tres

- Y ¿quieren algún postre?

Todos miramos la carta y cuando yo estaba por elegir fruta, mi madre se acercó y me dijo: Pide algo con chocolate... dicen que las penas con chocolate son mejores.

Sólo sonreí y me decidí por un helado de galleta con chocolate.

Cuando trajeron la comida, todos empezamos a tomar una rebanada.
Estuvimos charlando y riendo.

Hasta que llegó un momento y pude apreciar el momento...
Si, extrañaba a Erik, pero aún tenía a estas personas conmigo... Y no las quería perder por esperar sólo a uno.

Desde esa noche, pude apreciar mejor las cosas. Mi mamá había volado desde lejos solo para que yo estuviera mejor, Cameron todos los días iba a mi casa y tocaba a mí puerta y trataba de hacerme reír y Zac siempre me llevaba de desayunar, comer y cenar.
Los vi sonreír y una lágrima salió de uno de mis ojos, Cameron se dio cuenta pero la limpie y sonreí como si nada.

Preferí nadar que hundirme, y ellos me ayudaron a tomar la decisión correcta.