Mi cuerpo se sentía pesado al igual que mis parpados, que estaban cerrados como si el pegamento más fuerte del universo los hubiese condenado. Me obligaba cada pocos minutos a abrir los ojos, a despertar por completo, pero el cansancio era tan inmenso que me resistía a siquiera moverme.
Intenté con todas mis fuerzas una última vez y entonces por fín funcionó. Logré despertarme con un enorme pesar. Me incorporé y sentí al instante un agudo dolor de cabeza.Toqué delicadamente con mi mano el punto en donde estaba concentrado con mayor fuerza el dolor y solté un pequeño gemido.
bajé la mirada y me percaté de que me econtraba arropada entre sabanas azules. Extrañada,me detengo a pensar,recordando que las sabanas de mi cama eran blancas y si mi memoria no me fallaba, yo en ningún momento las había cambiado.Con un lío en mi mente, volteé por instinto al otro extremo de la cama. Abrí los ojos por la sorpresa en el momento en que mi vista encontró la espalda de un chico acostado a mi lado.
Como por arte de magia al ver el rostro de la persona que estaba dormida cerca de mí, todas las preguntas que comenzaron a pasar por mi mente fueron respondidas por veloces flashbacks de la noche anterior y fue así como finalmente caí en cuenta. Había dormido con el chico del bar.
Busqué con la mirada mi teléfono y después de observar todo mi alrededor, lo encontré entre mis cosas, al lado de la mesita de noche. Lo tomo y lo enciendo para poder ver la hora.
6:00am
Un suspiro de alivio se escapó de mis labios. Por fortuna Aún tenía tiempo de llegar a casa y no ser vista por mi hermana, Lou. No podía dejar que me encontrara llegando así y mucho menos a tal hora.Por más de que ella supiera sobre mis salidas nocturnas,necesitaba de verdad darle el mejor ejemplo posible, ya que la persona que más debía hacerlo no era capaz de ello.
Me vestí lo más rápido que pude y tomé todas mis prendas. Salí de la habitación, dándole un último y veloz vistazo al cuerpo de Jaden enredado entre las sabanas de su cama. Sonreí para mis adentros, sintiéndome orgullosa, mientras caminaba por la casa del chico, en busca de la puerta principal.
Rogué a todos los ángeles que no me encontrara a su madre o a alguna persona que viviese en esa casa,porque en dado caso me harían un interrogatorio que quitaría bastante del poco tiempo que tenía. Por suerte pasé por un pasillo que daba hacía lo que supuse era la sala y visualicé por fín la puerta a unos metros más lejos. Me dirijí hacía ella y salí sin problema alguno. Caminé largas cuadras, pasando por todas las casas pintadas de los mismos colores, hasta salir completamente de la residencia. Cuando ya estuve afuera, noté que la suerte estaba de mi lado; el tránsito era constante por la zona.
Punto a mi favor. No me costaría encontrar un taxi.
Hice la seña de costumbre con el brazo para que alguno se destuviera y me llevara. En menos de lo que un gallo canta ya estaba montada en un taxi, de camino a la casa donde vivía.
Pasamos por el frente de varios edificios, tiendas y demás, pero yo sólo podía pensar en que el tiempo se me agotaba y el tránsito se encontraba un poco pesado. No dejaba de revisar a cada rato la hora en el móvil,no obstante gracias a los dioses de la suerte que ese día habían decidido donarme un poco,llegué en alrededor de una hora a la residencia en la que se encontraba la casa del novio de Olivia,mi madre.
-Aquí es-le indiqué al taxista para que se estacionara. Le di el dinero y me bajé, apresurada.
Anduve las calles,con los tacones en las manos, hecha un desastre. El cabello se me pegaba constantemente al rostro por la fastidiosa capa de sudor que cubria la mayor parte de mi cara. El hambre y la terrible necesidad de tomar agua iban a terminar de volverme loca.
Ya cuando estuve al frente de mi destino, noté que el portón estaba abriéndose y que el carro de Jeff, el novio de mi madre estaba saliendo. Me quedé ahí esperando que saliera completamente para yo poder pasar con tranquilidad, pero de un momento a otro mis planes fueron imterrumpidos, porque el hombre bajó el vidrio y me dió una mirada que me sorprendió bastante.
No eran divagaciones ni era la resaca. El tipo me había mirado con asco.
Ese corto gesto tocó un punto sensible que se activaba con facilidad en mí. Ese punto que podía transformarme en una total demente. Por más insignificante que pareciera lo que había hecho el hombre que era novio de mi madre, sin duda alguna me había molestado.
Reproducí la escena en mi mente unas cuantas veces más mientras seguía caminando, pero entonces llegue a la puerta principal de la casa en la que iba a vivir por un período y me obligué a olvidar por un rato lo que había pasado, ya que debía concentrarme en algo mucho más importante.
Abrí la puerta con cuidado y la cerré del mismo modo.
Mis ojos parecían estar en todos lados al mismo tiempo, alerta a cualquier indicio de la presencia de mi hermana pequeña, pero lo único que mi vista detectó fue a Olivia sentada en la sala mirando el suelo como si fuese lo más interesante en el mundo. De repente volteó y me vió de arriba a abajo sin ninguna expresión en su rostro
La ignoré y subí las escaleras, mientras pensaba en que no vendría nada mal tener alas y así no caminar en momentos como aquellos,en los que tu cuerpo casi no podía aguantarse por si solo.
Entré a mi habitación y dejé los tacones y el pequeño bolso negro a un lado de la cama. Me lancé sobre ella y hasta pude escuchar el canto de los ángeles en ese instante. Ignoré completamente el dolor en mi cabeza y caí dormida con todo y ropa sin siquiera detenerme a pensar en lo incómoda que me sentía.
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HOLA♡
Espero les haya gustado el capítulo.Este cap lo tenía hace tiempo listo, pero estaba esperando a completar el siguiente para subirlos seguidos y como la flojera a mí me mata y no he completado el otro...decidí subir este solito.
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Abismo
RomanceCaí en un eterno vacío, mi propio abismo, del que núnca más podría salir...o eso creí