Frase (48) Maraton 4/10

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Cada una de ellas se asociaba, según la tradición, a una de las tres diosas. Erea, la mayor, era de la luna de Irial, la diosa de la luz, la divinidad de los humanos que, como él, contemplaban las estrellas y alzaban la mirada hacia lo alto, siempre queriendo llegar más lejos, siempre viviendo en la oscuridad. Ilea, la luna mediana, tenía tintes verdosos, y era la luna favorita de Wina, la diosa de la tierra, a la que rendían culto los feericos, cuyos grandes ojos con rasgados siempre miraban en torno a si, a sus árboles y á sus bosques, cuidando el suelo que pisaban, sin preocuparse por el cielo que se alzaba sobre ellos.
Y, por ultimo, en el vértice inferior del triángulo, estaba Ayea, la luna más pequeña, o, como la llamaban, la "Luna de las Lágrimas". Era la luna que representaban Neliam, soberana de las profundidades oceánicas, diosa madre de los varu.

Memorias de IdhúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora