Capítulo 11

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Quiero informar de que la pequeña Lily está a punto de nacer, sé que el tema del embarazo es precioso pero no quiero que sea un fic muy pesado, que no se alargue demasiado. Espero que os guste, gracias por los votos y comentarios.

Tres meses más tarde...

Un poco de paz, ¿es mucho pedir? Kate salió de cuentas hace un par de días y parece que su hija no tiene intención de salir. Su enorme barriga ya le estorba, no puede verse los pies.

- Cielo, ¿necesitas algo?- Castle tiene la voz temblorosa, su mujer ha estado de mal humor toda la semana y no es para menos.- Necesito que Lily nazca ya, estoy horrible, ¡mírame!- y volvemos al mismo tema.- Kate, no estás horrible, ¿por qué te empeñas en decir eso?

- Porque es la verdad, he engordado trece kilos, soy una foca; no entiendo cómo me sigues mirando de esa manera.

- ¿De qué manera hablas?- Rick se acerca todavía más, no le importa cómo pueda reaccionar su mujer.- Pues así.- responde Kate sin moverse.- la misma mirada que me echaste aquella mañana... ¿lo recuerdas? Fue nuestra primera vez.

- ¿Cómo voy a olvidar ese día? Daría lo que fuese por repetir ese momento.- Castle posa sus manos sobre el vientre.- Lily nacerá cuando ella lo crea conveniente, yo diría que está esperando.

- Pues lo siento pero no me hace ninguna gracia, quiero recuperar mi cuerpo, ver mis pies pero sobre todo, quiero cogerla en brazos.

La pareja permanece en silencio durante unos intensos minutos pero no es incómodo, lo necesitaban. Las semanas anteriores han resultado ser catastróficas para toda la familia, las elecciones, el puesto de capitán, una gira de Castle por el país...Simplemente, se abrazan y disfrutan de la tranquilidad que se respira en el loft, en su nuevo hogar.

- ¿Quieres dar un paseo por Central Park? Puede venirte bien, a lo mejor nuestra princesa se digna a salir.

- No veo por qué no, más vale que tengas razón.- la pareja se marcha del loft, de la mano, caminan por el parque observando a otras parejas, personas, el paisaje que se cierne sobre ellos es precioso.

Quizás haya sido de forma inconsciente pero han terminado en los columpios, su lugar especial, allí comenzó todo; más o menos.

- ¿Quieres columpiarte?- pregunta Castle aferrándose todavía más a la mano de su mujer que observa su lugar mágico con mucha añoranza.- podría ser peligroso.

- Puede que no, apenas te moveré, lo prometo.- Beckett se sienta con cuidado, cierra los ojos mientras se deja llevar por el ligero balanceo que su marido le proporciona.

Su mente viaja al futuro, su hija pidiéndole que le suba al tobogán, que juegue con ella todo el día. De repente, una sensación se instala en su vientre; de forma automática su cuerpo se levanta para ver un charco bajo sus pies.

- ¡Rick, he roto aguas!- el rostro de él palidece, jamás pensó que todo ocurriría en mitad de un parque dónde algunos se giran al escuchar los alaridos de su mujer.- ¡Tenemos que ir al hospital, ya!

- Sí, sí claro.- recupera la compostura y corre hacia la calle para pedir un taxi, agarra el brazo de su mujer y la mete en el vehículo. El taxista corre todo lo deprisa que puede casi sorteando algunos coches pero siempre manteniendo la seguridad.

If Love Was A CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora