Bueno, he visto el último capítulo de la última temporada de Castle (sólo con escribir esto ya me derrumbo). Hice una promesa, si me gustaba el final, seguiría escribiendo sobre la serie...Resulta que el final ha sido lo mejor que podía haber desead...
He de informar de que lo que leeréis a partir de ahora es la continuación de "En fuego Cruzad. Quiero mostrar cómo me imagino yo la vida de Castle y Beckett tras derrotar a Locksat y los embarazos. El primer capítulo ha sido introductorio, espero que os guste lo que ronda por mi mente.
Un más tarde...
Kate entra a su despacho, cuando recibió aquel balazo de Caleb pensó que jamás volvería al lugar que ha sido su hogar durante tantos años, ser la Capitana después de dos personas que le enseñaron muchísimo es todo un honor para ella.
- ¡Hola Beckett!- Hayley le da un fuerte abrazo a su amiga, esa comisaría se ha convertido también en la familia de la joven inglesa a pesar de que pasa la mayor parte del tiempo en la oficina de Castle.- ¿Qué haces aquí? Se supone que te tienes que recuperar, ¿no?
- La herida ya no me duele demasiado y no puedo dejar la 12th tanto tiempo sin alguien al mando aunque ya me han dicho los chicos que has estado muy bien manteniendo el orden, gracias.
Fue Alexis la que propuso que Hayley se hiciese cargo del trabajo de la capitana durante su tiempo de baja; Espo y Ryan no pusieron ninguna objeción, es más, se ofrecieron a ayudar a Hayley en lo que hiciese falta.
- ¿Cómo se encuentra Richard? Llevo días sin verle, ni siquiera se pasa por su oficina.- ambas se sientan en el sofá, Kate con cuidado puesto que a veces siente fuertes punzadas en el abdomen.- yo diría que bastante bien, entusiasmado con las reformas del loft.
- ¿Reformas?- pregunta su compañera alzando una ceja.- Rick dice que ya es hora de grandes cambios ahora que vamos a ser totalmente felices, quiere cambiar la cocina, hacerla más grande, y vete tú a saber qué ocurre en su cabeza; ya le conoces.
La charla entre ellas no dura demasiado puesto que tienen mucho trabajo que hacer, la mañana de Kate se basa en recibir y atender llamadas además de firmar un montón de papeles que se han ido acumulando durante las últimas semanas.
Después de casi una hora sin descanso, la capitana decide que es hora de tomarse un respiro. Enciende la cafetera que Castle les regaló hace ocho años, ¿tanto tiempo ha pasado? Desde que conoció al escritor su vida ha sufrido enormes cambios, para bien y para mal pero nunca se arrepentirá de nada.
- ¿En qué piensas?- Kate se asusta al escuchar a su marido que ha entrado de forma sigilosa.- ¡No vuelvas a hacer eso Castle! ¡Menudo susto!
- Ups, lo siento, es que te he visto tan concentrada... ¿ocurre algo?- él también se sirve un café, coge una taza de la comisaría.- Simplemente pensaba, es un milagro que hayamos sobrevivido.
- ¿Hablas de Locksat y Caleb?- Los dos se sientan en la mesa de la sala de descanso, a Kate no le apetece volver a su despacho, sabe que allí seguirá la mitad del papeleo sin terminar.
- Hablo en general, hemos estado en situaciones similares más veces, ¿crees que la suerte siempre está de nuestra parte?- Rick le besa en la mejilla antes de comenzar a remover su café.- yo creo que si hemos sobrevivido es porque somos buenos en lo que hacemos.
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- Puede ser, casi morimos congelados, ahogados en un coche, comidos por un tigre; nos han secuestrado tantas veces que he perdido hasta la cuenta. Nos han disparado, ¿me dejo algo?- Beckett prefiere no pensar más en los momentos horribles, quiere quedarse con lo bueno, se lo merecen.
De repente, Kate siente unas náuseas impropias de ella pero que le obligan a salir corriendo hacia el baño, su marido le sigue pero se detiene en la puerta.
- ¡Beckett, voy a entrar!- exclama para avisar por si alguna mujer se encuentra dentro, agarra el pelo de su mujer. La capitana se levanta y se sienta en la taza del retrete, Rick se arrodilla para verle.- ¿de verdad que estás bien?
- Claro, serán los efectos secundarios del calmante, no te preocupes. ¿Nos vamos a casa? Me llevaré el papeleo allí.- la pareja se marcha para descansar, los últimos acontecimientos le han abrumado más de lo que creían.
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Al caer la noche...
Martha les obligó a vivir en su piso mientras reforman en loft, ninguno se quejó; no tenían ganas de buscar otro sitio para un par de meses.
- Vaya, parece que mi madre ha salido, estamos solos.- mientras Castle comienza a preparar la cena, Kate entra al baño para echarse agua en la cara; ¿le habrá sentado mal el café? No puede ser, entonces, ¿por qué ha vomitado? No tiene fiebre ni dolor de cabeza. Se levanta la blusa para observar la cicatriz de la última bala, la acaricia con la yema de los dedos; otro recordatorio de que la vida puede irse en cualquier instante.
- Yo también la observo todos los días.- su marido le abraza por detrás, sus ojos se miran en el espejo.- si te llega a pasar algo...no sé qué hubiese sido de mí.- susurra Castle con la mirada entristecida. Beckett se gira y le besa con dulzura.- no me iré a ninguna parte cariño, nunca.
- Más te vale, ya es mala suerte que tu herida fuese peor que la mía.- Castle se desabrocha la camisa para dejar su herida a la vista, una cicatriz en la clavícula derecha, Beckett la roza con los labios.
- Venga, vamos a cenar algo, quizás has vomitado por angustia.- pero ella sabe que no es esa la razón, ¿y si...? ¿Tan disparatado sería? ¿Debe ir al médico? ¿O hablar antes con Lanie?
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Castle duerme plácidamente con la cabeza dirigida hacia el lado derecho, es decir, mirando hacia Beckett, la cual no puede pegar ojo, ¿y si está en lo cierto? Los pensamientos se acumulan en su cabeza al mismo tiempo que se acaricia el vientre, sólo fue una noche, una semana después del tiroteo; ambos se encontraban bien y se dejaron llevar por el amor y las ganas de disfrutar. Tiene que hablar con Lanie, la llamará al día siguiente.
