5 Meses

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Era insoportable, no lograba conciliar el sueño. Cada nuevo día despertaba pensando en Maik y en mi hijo...

No puede ser que la vida una vez más me quiera quitar a mi otro gran tesoro...

Primero a Toby, mi mejor amigo y ahora no puedo aceptar a mi Maik.

Mi hijo se levantaba a diario tan inocente y alegre, jugaba con Maik que era el mismo de siempre... Tan juguetón, tan amigable.. me destrozaba por dentro saber que algún día no volverían a jugar más.

Y sin percatarme... Maik era valioso para cada uno de nosotros. porque no solo es un gran amigo... es un hijo más.

Cuando me despertaba todos los días de cada mes, veía a Maik y le decía lo mucho que lo quería, y también le decía que nunca me abandonara...

Él solo maullaba y movía la cola como siempre. Abría la boca y sacaba la lengua mostrando sus grandes y grandiosos dientes bordando una mínima sonrisa; él se reservaba mucho pero ya no era lo mismo de antes. Aunque se mostrara fuerte y sereno, él sabía que se encontraba muy mal.

Porque cuando corría con mi hijo, a veces se detenía dado al dolor de sus piernas, pero aún así, seguía buscándole juego como si fuera el mismo cachorrito de siempre...

Era algo que me partía el alma poco a poco. Y no podía hacer nada por mi hijo... quería que lo supiera pero en realidad se veía tan feliz.

Mi hijo disfrutaba tanto con Maik y viceversa, que era un placer verlos...

Era muy hermoso y también tan triste...

Y no puedo hacer nada.

¿Qué hago?

Toby, mi gran amigo. Dime por favor.

¿Que puedo hacer?

Diario de MaikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora