Capítulo 3:
Primer día de instituto.
¿Estaba nerviosa? Si tal vez sí, es empezar todo de nuevo, nunca me había cambiado de escuela antes. Pero esto buscaba ¿no?
Sonó mi alarma y la apagué, ya estaba despierta; me había costado dormir esta noche, desperté a mitad de la noche muchas veces, intentaba convencerme a mí misma de que estaba haciendo lo correcto. Además del hecho de que tenía unos malditos ojos grises en mi mente. Tenía mis ideas muy revueltas como para añadir más confusiones por culpa de un muchacho.
-Es un idiota Em.-me dije a mi misma mientras soltaba el aire contenido en mis pulmones. Me ponía de mal humor. No me gustaba para nada tenerlo dentro de mi cabeza.
Me levanté y fui al baño, me di una ducha corta y salí rodeada por una toalla. Fui a mi armario y saque un sostén lila y mis braguitas de encaje negras, un jean ajustado negro, una camiseta un poco ancha gris con una calavera rosa en medio, una chaqueta de cuero con flecos negra y mis amadas vans del mismo color.
Me dispuse a bajar a desayunar. Papá estaba tomándose su café y comiendo unas tostadas, le besé su cabeza y me senté frente a él en la mesa.
-Buenos días amor.- me dijo mientras bebía café.
-Buenos días papi.- dije mientras untaba con miel mi tostada.
Todo fue muy silencioso durante el desayuno, papá estaba con su computadora y yo tenía mi mente divagando. Terminamos de desayunar, cogí mi mochila y subí al auto de mi padre. Él me llevaría a la escuela hoy.
-Ten un lindo día cariño.- le oí decir mientras bajaba. Sí había llegado. Tomé aire y me dispuse a entrar al lugar. Hoy será un día interesante, me dije.
Era un lugar grande, pero me adaptaría a él. Había demasiada gente, mucha más que en mi anterior instituto, ya que era más grande que el anterior.
Llegué y fui en busca de mi horario. Al salir sin querer tropecé con una chica.
-Lo lamento, ¿estás bien? Soy algo torpe.- dije ayudándola a levantar unos cuantos libros del suelo. Ya había arrancado mal aquí.
-Sí, no te preocupes.- río un poco, se levantó y me regaló una linda sonrisa.- Soy Samanta, Samanta Walker, pero puedes decirme Sam, ya que todos me dicen así.- dijo muy sonriente, me caía bien esta chica. Después de todo tal vez no fue tan malo tropezar con ella.
-Un gusto en conocerte Sam, soy Emily Westh.- dije sonriendo y estrechando mi mano, ella la tomo alegre.- ven deja y te ayudo.- dije tomando algunos libros de sus manos. Era lo menos que podía hacer luego de chocar con ella.
-Gracias, tengo que llevar algunos a biblioteca y otros a la clase de literatura. Es que soy ayudante en biblioteca y es parte de mi trabajo.- aclaró encogiéndose de hombros.
-Genial.- le dije.- soy nueva y me vendría bien conocer un poco el lugar.
Fuimos a la biblioteca dejamos los libros y nos dirigimos al salón de literatura.
-¿cuál es tu primera clase?- me preguntó mientras entrabamos.
Miré mi horario.- ésta creo.- y reí.
-La mía igual. Estaremos juntas entonces.- dijo sonriente mientras quitaba de mis manos el papel y lo observaba pensando.
-Tenemos la mayoría de las clases compartidas, y por lo menos las de hoy las tenemos juntas, asique nos veremos seguido.- dijo animada.- puedes sentarte junto a mi hoy si quieres.
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Entre Tu Mundo Y El Mío (Rescribiendo)
Teen FictionLuego de que su madre muriera Emily Westh, una adolescente de 17 años queda a cargo de su padre, el cual nunca estuvo presente, gracias a que su trabajo lo mantenía viajando constantemente; por lo que podríamos decir que se quedo SOLA. Su mejor amig...