Capítulo 5:
*NARRA EMILY*
Después de llegar papá me dio uno de sus sermones sobre mi comportamiento, y que debía de mejorar mi conducta ya que era nueva en la escuela y no quería dar ese ejemplo y bla, bla, bla... de no ser por ese estúpido chico de ojos grises.
Ahora estoy en mi habitación, voy a darme una ducha. Entro al cuarto de baño y dejo que el agua caiga por todo mi cuerpo mientras me relaja, ese maldito de Walker me dejó muy estresada. Es que es un imbécil, es lindo, tiene unos bellos ojos grises que son iguales a un universo... pero es un estúpido egocéntrico. No puedo creer como todas están con él. Superficiales. ¿Qué no ven su gran ego? Claro debe follar muy bien, eso tal vez las distraiga, pero por más dios griego que sea o por más actor porno yo no caeré en sus redes. Yo no. Cierro la llave del agua y me dispongo a salir, esta situación me causa mucha rabia. Seco mi cuerpo y salgo envuelta en una toalla, ya que no traje mi ropa, debo buscarla.
Tomo mi ropa interior de encaje negro, una remera blanca unos pants y mis tenis. Quería estar sola y que mejor que ir al bosque.
*NARRA JADEN*
Llegue a casa un poco cansado, esa tal Carolina o Carola, o como sea que se llame, me hizo llegar a mi orgasmo en su boca tres veces, me la folle unas dos veces en el hotel y una en mi auto. Es una insaciable, pero yo no me quedo atrás, aunque no la culpo teniéndome a mi ¿quién se resistiría?
Entré a mi cuarto y cuando caminaba hacía mi cama vi por la ventana. En ella se reflejaba un cuerpo semidesnudo cubierto por una toalla blanca, que apenas le cubría el final de su trasero. Mi vista no podía despegarse de ese paisaje. De repente la toalla cae y me deja una perfecta visión de ese hermoso trasero en pompa para mí, de esas tetas tan perfectas con pezones rosados, su abdomen plano, esa piel tan tersa y suave, a la cual me dan ganas de marcarla. De solo verla me la pone dura. Mi polla se estrangula en mi pantalón mientras veo como se pone su ropa interior de encaje con esas braguitas de infierno.
Termina y se va, no te vayas sigue desnuda para mí. De repente veo que pasa por el camino hacía el bosque. Sin dudarlo bajo corriendo y voy hacía ella, pero no puedo dejar que me vea. No debe de saber que estoy aquí o no me dejará quedarme y en este momento no hay nada que desee más que estar con ella.
*NARRA EMILY*
Necesitaba esto, estar sola, respirar, lo único que pido es no encontrarme a éste idiota mientras voy al bosque. No lo soporto, además quiero recorrer el lugar y sacarlo de mi mente.
¿Han tenido esa sensación de que alguien te persigue? Yo soy muy paranoica a veces, pero les juro que esta vez es real. Volteo y no hay nadie y eso me pone más nerviosa. Tengo los pelos de punta. Estoy en la típica escena de película de terror donde todo el mundo sabe que la protagonista no debe entrar sola en el bosque y luego empieza a sentir pasos, voltea y no ve nada, pero el asesino está ahí y siempre termina muerta. No quiero ser como esa chica. Si sigo sintiendo los pasos me echaré a correr, pero la pregunta es ¿Hacia dónde? Atrás está el sujeto/asesino, y hacía adelante es adentrarme más en un bosque que no conozco y el cual podría ser peligroso. ¿Entienden mi dilema? De repente giro de nuevo y no hay nada, cuando me dispongo a girar y retomar mi camino está ahí justo en frente. Se me hiela el cuerpo y contengo la respiración. Es Walker, el muy maldito me mira divertido por mi paranoia y está tapándose la boca con la mano para no reír. Lo odio. Imbécil. Casi me mata de un susto.
-¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues? ¿No te basta con que tenga que verte siempre como para que me sigas hasta aquí? Y encima me des un susto de muerte.- esto último lo dije en un tono más bajo, comparado con que lo otro lo grité con todas mis fuerzas y moviendo mis brazos exasperada.
- Ya quisieras que yo estuviera atrás tuyo niñata.- dijo riendo.
Eso me enfureció.- Eres un maldito gilipollas Walker, ¿Por qué no molestas a alguien más? ¿Qué no ves que no te soporto? - dije mientras me miraba, tenía la mirada fija en mis labios y eso me puso nerviosa. Recuperé mi compostura y le dije firme mientras me cruzaba de brazos.- ¿Qué tanto miras? ¿Te gusta lo que ves Walker? - y sin decir más pronunció algo parecido a un "no sabes cuánto" y me besó. Escucharon bien, me besó, y como nunca nadie lo había hecho, con una pasión, lujuria y deseo inmensurable que solo él me podía dar. Tarde en corresponderle, pero lo hice. Besaba tan malditamente bien que solo esperaba estar a su altura. Abrí mi boca dando paso a su lengua y allí comenzó una guerra entre su lengua y la mía. Era una batalla a muerte por ver quién era el mejor. Déjenme decirles que había besado a chicos con lujuria y deseo, obvio, pero como a él ninguno. Con ese beso me demostró que me deseaba y me hizo sentir así. Mi cuerpo se dejó llevar por el suyo y enrede mis manos en su cabello para atraerlo más a mí. De repente sus manos tocaron mi trasero apretándolo y haciéndome gruñir. Eso me hizo reaccionar, ¿Qué estaba haciendo? Era Walker por Dios. Me separé de él bruscamente y cuando fue a reaccionar o decir algo le pegué una cachetada y hui de allí dejando a un Jaden desorientado por lo que acababa de suceder. Y no era el único que no entendía lo que acababa de pasar.
Llegué a casa y subí directo a mi habitación. ¿Qué he hecho? Esa pregunta rondaba por mi mente ahora. ¿En qué me metí? Yo acababa de besarme con Jaden Walker, ¿estaba loca? Él era del tipo de chico que intentaba huir y en vez de alejarme yo lo besaba. No puedes ser tan idiota Emily.
En eso suena mi celular distrayéndome de mis pensamientos, indicándome un nuevo mensaje. Era mi mejor amigo Ian, una sonrisa se formó en mi rostro al ver su foto en mi pantalla."Maldita perra llámame tengo algo sumamente importante que contarte. Código rojo."
Eso decía su mensaje, de inmediato lo llame, código rojo significaba urgencia y ese mensaje me preocupó realmente.
-¿Qué sucedió Ian? ¿Quién murió? ¿Estás en el hospital? ¿Tienes algo? Contéstame joder.- dije desesperada mientras levantaba la voz al ver que no respondía.
-Todo está bien, solo dije código rojo para que me llamaras con urgencia Em, sucede que me mudaré.- ¿Qué? ¿Mudarse?
-¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo?
- Tranquila Emily, en dos horas sale mi avión y me mudo a...- unos minutos de silencio que parecieron años se hicieron presentes hasta que por fin contesto.- Me mudaré a Chicago, ¿No estas feliz mi linda Em? estaremos juntos como antes.- Casi grito de la emoción, pero no articulaba palabra - Oye ¿no estas feliz niña? Tendrás más Ian para ti y no te dejaré sola, te cuidaré, asique en unas horas llego y debes venir a recogerme, tu padre ya lo sabe él hablo conmigo, realmente me convenció de hacerlo, me dijo que te veía sola y triste con... ya sabes, esto, y dijo que no tendría problema en alojarme unos días. ¿Y bien mi niña que dices? – Ian me había acompañado siempre que lo necesite, luego de lo de mamá yo decidí mudarme aquí y aunque él me acompañó mucho quería irme de allí. Pero no puedo negar que lo eché de menos. Es de esos amigos que ya no quedan.
-Que si Ian eres mi mejor amigo, estoy feliz de que estemos juntos, cuando tu vuelo llegue me avisas e iré por ti. Tenemos que hablar mucho, te eché de menos.
- Yo también osita, te veo en unas horas.
Dicho esto colgó. Sonreí al oír su apodo. En unas horas lo tendría aquí. Somos los mejores amigos más extraños, con él perdí mi virginidad y él la suya. No queríamos que nadie nos lastimara y quién mejor que tu mejor amigo para eso. Él y yo parecemos novios pero la verdad somos como hermanos, nadie sabe que follamos, a veces lo hacemos pero por diversión, él sabe lo que me gusta y yo sé que jamás me lastimaría. Dormiré un rato mientras espero, en unas horas tendré aquí a mi mejor amigo...
*NARRA JADEN*
Joder sí que pega duro esta niña. Me dejó allí sin más en el bosque luego de esa escena con mi mejilla marcada y mis labios con su sabor. Fue uno de los mejores besos que di sin dudas, caliente, deseoso, y ella me correspondió a la altura; nunca nadie me besó así. Me besó con autoridad como si ella pudiera controlarme, y lo peor es que yo quería que lo hiciera, deseaba que me demostrara de qué era capaz y cuánto podía enloquecerme. Esa "mojigata" como creí que era, sacó sus garras y deseo probarla, este beso despertó aún más mi hambre hacía ella. Y desde ahora y como que me llamo Jaden Walker la conseguiré no dejaré que esta chica se me escapé. Ella será mía.
Volví a mi casa y me monté en mi auto, necesitaba despejarme.
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Entre Tu Mundo Y El Mío (Rescribiendo)
Teen FictionLuego de que su madre muriera Emily Westh, una adolescente de 17 años queda a cargo de su padre, el cual nunca estuvo presente, gracias a que su trabajo lo mantenía viajando constantemente; por lo que podríamos decir que se quedo SOLA. Su mejor amig...