El rechinido de los tenis contra el suelo resonaba en todo el gimasio. Era un entrenamiento de baloncesto, la misma rutina de siempre, la misma exhibiciòn de siempre. Aomine Daiki llevandosè a todo el equipo para hacer una canasta què lucìa fàcil, pero que requerìa la tècnica que no todos poseìan. En gradas, una pelirosa quedando asombrada por el juego del moreno que limpiaba el sudor de su frente con el antebrazo, a su lado, una presencia apenas notoria: un peliazul a quièn le llamaban "la sombra".
-¡Tetsu!
Grito la chica llamando la atenciòn de todos mientras lo saludaba con la mano en el aire con una enorme sonrisa y los atributos visibles, sonrojando a màs de uno de los presentes, el peliazul no hizo mucho caso. Siempre eran asì, ese trìo era asì: Aomine, Kuroko y Momoi siempre juntos, uno detràs del otro.
En el equipo contrario, Midorima y Akashi. Kise no jugaba en esa universidad.
-Shintaro, no dejemos que nos ganen con esta clase de marcador -dijo el pelirojo, hacièndo que el màs alto curvara una sonrisita estoica para anotar desde la lìnea de tres puntos un triplete. Akashi tambièn sonriò. Alguièn desde la grada màs alta, sonriò igualmente. Eso realmente era divertido.
Himuro paso toda la tarde estudiando a esos tipos tan interesantes, tampoco perdiò detalle de la pelirosa. Què hombre no se volverìa pecador con semejante voluptuosidad. Le recordaba a Alex. Sin embargo, no quitaba el dedo del renglòn, ese pelirojo iba a ser un buen juguete. Tampoco pasò desapercibidas la clase de miradas que el peliverde le daba, habìa algo ahì, en definitiva, lo cuàl hacìa el juego aùn màs entretenido. Se retirò antes de que acabara la pràctica para no dar explicaciones ni cruzarse con ellos, pero un par ya lo habìa notado.
Al salir, muy cerca del estacionamiento, en uno de esos pasillos que son raramente trànsitados, Takao permanecìa detràs de Murasakibara, lo estaba defendièndo, al frente un par con el entrecejo fruncido, dos clientes impacientes: Hanamiya Makoto y Haizaki Shogo.
-Ey, ¿què es lo que pasa?
Cuestionò con voz calmada, acercandosè al cuarteto para posicionarse justo enmedio. El titàn lila fruncia el entrecejo, parecìa molesto. Miro al azabache con esa expresiòn.
-Muro-chin, arregla tus asuntos. Estos tipos son bastante fastidiosos.
Haizaki se relamiò el pulgar mientras Hanamiya se llevaba una mano a la frente con una risa extraña que nunca habìa comprendido. Se preguntaba si su tono de piel casi verdoso era producto de toda la porquerìa que este ingerìa. Èl siempre encargaba extasis y cocaìna.
-Ah, Hanamiya, siempre provocando problemas, siempre tan impaciente. Te dije que esta noche te traerìa tu encargo.
-Eso fue hace una semana. Espero que no intentes robarme, Tatsuya.
-¿Me crees capaz?
Hanamiya no respondìo pero sonriò de lado. Era tètrico, a Takao le daba un aire siniestro mientras Murasakibara sentìa asco. Esos dos tipos tenìan una personalidad horrible que el titàn siempre repudio. En cambio, Tatsuya parecìa tan acostumbrado a relacionarse con esa clase de personas que hasta lucìa calmado, buscò en el fondo de su chaqueta un paquete de las paletas favoritas de Murasakibara y se lo arrojò al par. Haizaki lo atrapò hàbilmente, el azabache les miro completamente relajado.
-Un placer hacer negocio con ustedes, caballeros. Solo no intenten comenzar una pelea. -les mirò con el rabillo del ojos despuès con una sonrisa que Murasakibara veìa solo ocasionalmente, una sonrisa desafilada que amenazaba con matar a alguièn- Si intentan comenzar una, puede que terminen mal.
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Do you have a cigarette?
Fanfiction¿Tienes un cigarrillo? "Intentò besarlo, y a pesar de que el alcohol invadia el sistema de ambos... El contrario negò y se fue. Permaneciò un momento en su lugar y despuès avanzò, pensando en que lucìa realmente estùpido, en que habìa sido realmente...