Capitulo III

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El rechinido del tenis contra el suelo resonaba en todo el gimnasio. Era un entrenamiento de baloncesto, la misma rutina de siempre, la misma exhibición de siempre. Aomine Daiki llevándose a todo el equipo para hacer una canasta qué lucía fácil, pero que requería la técnica que no todos poseían. En gradas, una peli rosa quedando asombrada por el juego del moreno que limpiaba el sudor de su frente con el antebrazo, a su lado, una presencia apenas notoria: un peli azul a quién le llamaban "la sombra".

-¡Tetsu!

Grito la chica llamando la atención de todos mientras lo saludaba con la mano en el aire con una enorme sonrisa y los atributos visibles, sonrojando a más de uno de los presentes, el peli azul no hizo mucho caso. Siempre eran así, ese trío era así: Aomine, Kuroko y Momoi siempre juntos, uno detrás del otro.

Kagami Taiga no asistía a la universidad de Kuroko y los demás. Kagami asistía a la universidad de Kise. Ellos asistían a la Universidad Keio, a casi una hora de Shibuya, donde estudiaban los demás, su campus: Yagami. Facultad: Ciencia y Tecnología. Su carrera: Ingeniera Mecánica.

Kise hacía una entrada en el gimnasio para anotar su canasta, alguien llegó tarde al entrenamiento. Un pelirrojo que fácil alcanzaba el 1.90, además de su estatura, músculos definidos, la mirada fiera de este a Kise le hizo recordar a su cita nocturna: Aomine.

-Siento la demora -dijo- Soy nuevo, terminé perdiéndome encontrando el gimnasio.

Todos enfocaron la vista en "el nuevo", su acento sonaba algo extraño, Kise se formó en una línea junto a los demás frente al pelirrojo y el entrenador.

-Preséntate.

-Mi nombre es Kagami Taiga, recién he sido transferido de América a la Universidad Keio, estoy en la facultad de Ciencia y Tecnología, planeo terminar mi carrera en Ingeniería Mecánica.

Todos hicieron una reverencia. Kise se sorprendió un poco. Aparte de la sorprendente noticia de que era un estudiante extranjero, estaba en la misma facultad y carrera que él, pero no lo había visto en su salón. Hubiera sido demasiada coincidencia.

-Ey -llamó la misma voz de la presentación- ¿Cuál es tu nombre?

El rubio se dio vuelta para encontrarse con la mirada del recién llegado. La intensidad de esa mirada... Igual que Aomine.

-¿Eh? Kise Ryota.

Kagami sonrió.

-¿Quieres hacer un uno a uno?

Kise enarcó un poco las cejas por la petición, después sonrió. Igual a Aomine.

Cuando todos regresaban a casa, Kise estaba a punto de llamar a su cita de siempre cuando alguien pasó un brazo por sus hombros.

-Ey, Kise, es divertido jugar contigo, ¡juguemos más seguido!

Era Kagami, quién sonreía efusivamente, entusiasmado, como si le hubiera encantado perder el uno a uno. Kise no entendía muy bien, pero sonrió.

-Cuando quieras.

-¿Estás ocupado esta noche?

Kise miró el celular en su mano, estaba a punto de marcar a Aomine.

-Creo que hoy saldré.

-¡Ey, Taiga! -se escuchó de repente.

Al mirar enfrente, un azabache con un lunar en el pómulo esperaba en el pasillo que llevaba a la entrada del estacionamiento.

-¿Qué haces aquí? ¿No fuiste a la universidad?

Recriminó el pelirrojo frunciendo en entrecejo y apretando la mandíbula. El azabache lucía relajado.

Do you have a cigarette?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora