The exterminators

Capitulo 2: Un intento desesperado.

Después de un rato los gritos de las personas cesaron, parecía que todo había pasado James decidió salir de el callejón e ir a comprobar si esposa y su hija estaban bien. Caminando por las calles todo estaba en silencio y solo se oía el sonido de las hojas de los arboles, habían  cientos de cuerpos dispersos por toda la ciudad, gente que alguna vez vio en la cafetería, amigos todos estaban muertos. James se escabullo por la ciudad  sin que esas criaturas lo vieran,  para su mala  suerte habían cientos de ellos por la calle que el transitaba devorando  los cuerpos de la gente como un animal a su presa.

James trato de no hacer ruido pero las criaturas se voltearon lo miraron,  comenzaron gritar y a perseguirlo.  James corría con todas sus fuerzas pero aparecían   mas de esas cosas, James creía que iba a morir  pero por suerte había cerca de esa calle había un motel  entro en el, cerr0 la puerta y la  bloqueo con todo lo que encontró en el mostrador. El motel estaba oscuro y era muy viejo  parecía sacado de una película de terror. Los recepcionistas estaban tirados en el piso. Subió hasta  las habitaciones para ver si encontraba a alguien con vida que le pudiera ayudar, el suelo estaba manchado de sangre como si hubieran arrastrados los cadáveres por aquel lugar, en una habitación un pequeño ruido llamo su atención, no sabía que era,  se acerco lentamente, abrió la puerta  pero no era una de esas criaturas si no un niño asustado de unos diez u once años.

-Hola cómo te llamas-pregunto James

-Me llamo Mikel- dijo el chico con voz temblorosa

-Cálmate, tus padres ¿donde están?

-Están  muertos, esas cosas se los llevaron- respondió el chico

En aquel momento oyó un ruido fuerte que venía de abajo, era la puerta, esas cosas habían logrado entrar

-Tranquilo ven conmigo yo te protegeré.

En aquel momento James cogió al chico y salieron por la escalera de incendios hacia un callejón, fuera del alcance de esas cosas. Temiendo que su familia hubiera tenido el mismo destino se dispuso ir a buscarlos.

Los dos caminaron por la ciudad, pero James no sabía si era un buen paisaje para un niño ver a cientos de muertos  por toda la ciudad.

Evadiendo a las criaturas se dirigió a el pequeño apartamento en el que por última vez vio a su esposa y a su hija, subió las escaleras, la puerta de su casa estaba abierta  temía lo peor al entrar   vio a su esposa tendida en el suelo, estaba muerta, James no  pudo contener las lagrimas se lleno de odio y temor al mismo tiempo por esas criaturas, busco a su  hija desesperadamente, había desaparecido no la encontró  por ningún lugar pero lo más probable era hubiera muerto.

James miro a Mikel, era solo un niño no merecía estar en aquella situación.

Los dos cogieron comida y un  revólver  de su vecino el cual era una avaro y no lo importaba otra cosa que no fuese su dinero, James aun recordaba su última pelea por el alquiler, pero por mas  dinero que el tuviera no se  pudo salvar de la muerte, James y Mikel bajaron al sótano  y se encerraron, pretendían  no volver a ver la luz del día nunca más.