Al cerrar mi puerta veo que es de color blanco. Volteo a ver el pasillo. Blanco. El piso, blanco. Había tanto blanco que estaba a punto de volverme loco. Solo memorizo el número de mi habitación: 580. Tomo el elevador (Que obviamente es blanco) y aprieto el botón que dice planta baja.
Al llegar ahí, veo que no hay mucha vegetación, todas las personas (Que más bien son de mi edad) vestidas de azul: playera, pantalón y tenis azules. Aquello se estaba volviendo frustrante al ver tan pocos colores en un sitio tan serio. Volteo a ver el techo. Se supone que debe de ser de cristal, para poder ver el Sol, pero no, es blanco, y colgando de él, una gran lámpara. Está claro que quien hizo este lugar odia la naturaleza.
Sigo recorriendo el centro, es tan enorme que hay 100 pisos. Encuentro una escuela, un supermercado, un parque (Mejor dicho, la parodia de un parque) y un auditorio. Me da flojera seguir explorando lo demás.
Voy directo al elevador cuando escucho una voz.
-A todos los residentes se les espera en el auditorio para una plática.
-Genial- pienso
(...)
Él auditorio es mucho más grande de lo que me imaginaba, por todos lados encuentro butacas rojas. Me siento en una en la primera fila.
Cuando por fin se llena, la voz que dio el anuncio vuelve a hablar.
-Démosle un gran aplauso al doctor Aarón Cervantes.
Todos aplauden. Yo aplaudo sin expresión alguna.
-Les voy a hablar sobre él autoestima...- dice el doctor ese.
-Ay no- pienso.
De por sí las pláticas no me gustan, porque solo hablan de que nuestro autoestima tiene que ser bueno y no sé que tanto más. Pero hay algo raro en ese tipo, no lo puedo identificar. Creo que lo logro encontrar cuando el doctor dice algo.
-Espero que entiendan lo bueno que es él autoestima. Y que comprendan que aquí estarán a salvo de los peligros que los hicieron sufrir.
En ese momento recuerdo algo: estoy amarrado a una cama, varias personas están paradas a mi alrededor, todos tiene batas y cubrebocas, comentan algo.
-Según los exámenes es uno de los indicados
-¿Están seguros que lo tenemos que mandar a...
-Miren quien despertó. Tráiganme más suero. No tengo ni idea de que es, pero que más puedo hacer yo.
Hay algo que me parece raro de ese recuerdo.
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El centro de rehabilitación
General FictionNo recuerdo desde cuando estoy aquí, es más, no recuerdo la última vez que vi el Sol. Junto con mis amigos intentaremos escapar de aquí y volver a la libertad.