Capitulo IV

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Los antiguos chinos desde épocas inmemorables practicaban la osteomancia, que es el oficio de tratar de adivinar el futuro mediante la observación de los huesos de animales, muchas veces nuestros predecesores buscaban formas de despejar las dudas que día a día los agobiaban, y no solamente mediante huesos, hemos tratado de ver el futuro mediante todas las formas posibles, por peces, los astros, el tarot, las runas, las manos, los dados, los naipes incluso viendo el cristalino reflejo del alma que se forma en el iris cuando una lágrima se asoma..

De una u otra forma siempre hemos querido saber que viene después, porque sentimos el miedo a la incertidumbre y con el fracaso al acecho de cada uno de nuestros errores, no nos podemos dar el lujo de dejar que el azar gobierne, debemos saber que vendrá, debemos estar preparados...

A decir verdad no estaba preparado, ni observando todos los huesos de cuanta criatura hubiese dejado registro óseo desde la creación del mundo hubiese podido adivinar lo que me iría a recibir después de haber llamado a la puerta, su rostro, estaba tan hermoso, tan delicado, tan suave, poseía una luz que lo hacía brillar, y yo estaba idiotizado por esa mágica escena de delicada belleza que se me ofrecía como manjar a los ojos.

Por estar en mi ejercicio de observación casi que no atino a saludar a tiempo, cuando ella muy amablemente me sugirió pasar, lo sé fue algo bastante torpe, su casa era como lo esperaba (al menos eso pude adivinar), era amplia y su decoración estaba muy bien escogida, a todas las partes a las que veía había de toda suerte de esculturas, cuadros, porcelanas, lámparas y muebles, toda la casa poseía un hálito de lujo que dejaba claro que se trataba de una familia con mucho dinero, ella me hizo pasar a una sala de estudio, que era más grande (no es exageración) que mi propio cuarto, había una mesa central en la cual se podía estudiar a gusto.

Poco a poco fui sintiéndome a gusto en aquella ostentosa sala, y entre ejercicio y ejercicio iba notando cosas de ella que hubiesen pasado desapercibidas para quien observase de forma rápida y poco precisa, pero yo estaba atento al más mínimo detalle que me arrojase luz sobre aquel ser que se me había vuelto curiosamente agradable de estudiar, de observar, de entender...

Pero como suele pasar en la vida, las cosas nunca salen perfectas, a nadie, aunque con la distancia que adecuada puedo darme cuenta que a veces se puede aprender más de lo que nos impacta, de lo que nos derrumba,

Eran las 5 de la tarde, cuando llegaron sus padres, allí todo cambió, su rostro muto la cálida sonrisa y la tierna que tanto me había cautivado en aquella tarde, se había tornado en un rostro severo e inexpresivo, por el cambio supuse que era mi culpa, que no debería estar allí, su rostro parecía el de un niño que ha sido sorprendido en grave falta.

Sus padres eran unas personas bastante refinadas y educadas, recuerdo la vestimenta intachable de ambos aquella tarde, el padre llevaba un robusto traje negro recto, y una corbata roja, el atuendo lo hacía ver macizo, seguro, parecía un genio que poseía todas las respuestas, un gigante

Su madre tenía una camisa blanca con un adorno extraño en el escote, cabe aclarar que no sé nada de moda femenina, apurado sé que es una falda, por cierto, ese día, ella llegaba una muy linda, de color gris perlado, le daba hasta la mitad de la rodilla,

Al principio trate de no alterarme por la presencia de sus padres, sin embargo al ver que mi batalla por mantener esa sonrisa en su boca se perdía, pensé en que lo mejor sería retirarme con la mayor discreción posible, recogí mis cosas y me inventé alguna excusa con tal de salir de la situación, sin embargo en lo que yo pensaba que era un disimulo perfecto de mi parte, luego supe que ella lo había notado, cuando estaba caminando por el largo vestíbulo que daba a la calle ella me pidió disculpas, yo me extrañé y le pregunté sobre porque lo hacía y justo antes de llegar a la puerta ella me dijo la historia, era yo la primera persona que ella llevaba como "amigo" a su casa, durante casi toda su infancia ella había vivido abstractada de la realidad, y por lo tanto ella había poco a poco reducido su lista de amigos hasta hacerla nula, le pregunté que por qué había decidido invitarme a mí (siendo sinceros hay muchísimas mejores opciones para recomenzar a socializar), ella guardó silencio, en un principio pensé que no lo sabía luego me di cuenta que en realidad había escogido una sonora respuesta de las tantas que a su mente habían acudido

Ella se limitó después de un prolongado silencio a decir, necesitaba alguien me iluminase las dudas, se despidió cortésmente y volvió al interior de su casa.


Pd: Antes de despedirme, quería ofrecer disculpas por la tardanza en publicar, he tenido una semana complicada y el tiempo no me había ajustado, quiero enviar un enorme saludo de todos aquellos que se toman la molestia de leer estas líneas, espero que lo disfruten y si tienen alguna sugerencia, duda, o comentario referente a la obra por favor me lo hagan saber, trato de mejorar cada dia, y me siento muy feliz de que poco a poco voy acuñando mejor mis palabras, mil gracias.

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