Capitulo V

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De ella descubrí que el café es una bebida mágica, su aroma, su textura, tienen la peculiaridad de hacer de cualquier lugar un hermoso escenario de antaño, es una pena que hoy por hoy, el café haya perdido un poco esa magia, es muy pequeño lo que se ha perdido, pero esa pequeña parte brilla en su ausencia de una forma enorme, como si retumbase en mi mente,y quizás solo en mi mente.

Comento esto, porque después de visitar su casa, el próximo encuentro que tuve con ella fue en una cafetería, y sucedió de forma del todo inesperada.

Después de esa visita, su trato se había tornado frió, por mi parte me había enfrascado en mis estudios para tratar de mitigar un poco lo mucho que la extrañaba, en una de las clases de cálculo ella de repente entró y se sentó junto a mi, confieso que se estremeció cada parte de mi cuerpo anestesiado por el régimen de olvido hacia ella que me había auto impuesto.

Toda la clase pasó en calma, bueno en calma para todos menos para mi, ya que en mi sangre hervía el deseo desbocado de escuchar su dulce voz angelical una vez más, sin embargo ella seguía tan pendiente de la clase como en el primer instante, no se inmutaba por nada, no variaba su expresión de profunda concentración, y después de todo, ¿Quién era yo para interrumpir su esmero académico?

Al final de la clase ocurrió lo inesperado, lo trascendental, lo que nadie esperaba, en un tono muy suave me preguntó: ¿Quieres hablar un rato?

Así fue como llegamos a la cafetería del principio, es más, estas precisas lineas las escribo sentado en la misma silla que ocupe ese día, nada ha cambiado, a excepción de esa sonrisa, esos ojos, de ese rostro que borra el dolor de la mente...

Allí fue cuando conocí realmente a Lorian, se preguntarán, ¿Por qué espere tanto para dar a conocer su nombre? la respuesta es sencilla, porque quería hacerlo en un momento que fuese perfecto, a lo largo de la historia hubo momentos tan magistrales que en ellos vale la pena hacer mención de cosas importantes, Lorian, era una chica muy bella, pero esa tarde en el café me convencí de que era una persona excepcional, todo en ella inspiraba.

Ese día, ella me pidió disculpas por el trato del otro día, y me explico las formas básicas de la vida con sus padres, yo pensaba que su familia debía de ser tan perfecta como ella,  pero la realidad era lo contrario, ella me contó aquella tarde que su padre era empresario, que se había graduado en economía y administración empresarial, era un tipo frío y calculador, robusto, su seguridad intelectual era un rasgo característico, parecía de esos hombres que podían conquistar el mundo a voluntad con tan solo mover un dedo.

Su madre era abogada, se graduó de una prestigiosa escuela de leyes que costaba más de lo que los mortales podían costear, su moral era rígida y conservadora, sin embargo esta podía variar enormemente dependiendo de las circunstancias de la partida.

Yo me bebía cada una de sus palabras, al final después de decirme lo de sus padres, también me dijo una última cosa antes de marcharse, algo que me fascino, me reveló que ella al oler el café se transportaba, y que le gustaba imaginar que al disolverse en la bebida los cubos de azúcar sacrificaban gustosos sus vidas para salvar a nuestros paladares, como si el honor fuese algo que no solo acaeciese a las personas sino también a heroicos cubos de azúcar que se lanzaban en misión suicida hacia el oscuro y herviente líquido de proverbial textura y aroma llamado café.

Así era ella, era fascinante, tenía una forma de observar al mundo que jamás volveré a ver en nadie más, después de que nos despedimos me quedé por un rato más en la cafetería observando los cubos de azúcar caer, al igual que la lluvia que hoy cae afuera.

Al terminar estas líneas no sé que esta más húmedo, si el frío concreto de la acera salpicada por la lluvia o mis largas pestañas ahogadas en las lágrimas nacidas del recuerdo de un pasado mucho menos lluvioso, mucho más cálido y sobre todo mucho más humano.


Post-Data: Quiero agradecer a todos aquellos que se tomen el tiempo de leer estas líneas, y que espero la encuentren muy amena e interesante, quiero disculparme por haber dejado pasar tanto tiempo, sin embargo gracias a Any Nova, he retomado este trabajo y este capítulo va dedicado a ella y a su siempre cálido espíritu, a sus reconfortante y emotiva presencia a través de este medio.

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