Primer Día De clases

Capítulo 8

—¿Qué vamos a decir Drew?¡No se me ocurre nada!

Cuando ya estábamos a unos metros de entrar al salón, ella me puso su brazo como barrera en mi pecho para detenerme.
Me sorprendió la fuerza que manejaba, a pesar de ser pequeña.

Poniéndose frente a mi y mirando el botón del cuello de mi camisa dijo:

— Podemos decirle que te hice un tours por todo el colegio y te lleve a conocer hasta el museo y que nos hicimos tarde.

La mirada la tenía en ella, pero muy pronto la desvié ligeramente a la derecha. Frunciendo un poco el ceño.
Esa era mi cara de una idea.

— Lo tengo

— ¿Que? Dimee.

— ¡Tengo una idea! Y siento que resultará. 

—¡Pues dímela, rápido, no hay tiempo que perder!

— Ok, escucha. Resulta que como hoy es mi primer día, digamos que fuimos a la dirección para que me asignen un casillero. Pero que el encargado nos hizo caminar hasta uno que según él estaba desocupado.. Y no lo estaba.
Así que tu me ofreciste darme el tuyo y que te informarán en la hora de salida cuál es el nuevo que te darán .

— ¿Que? ¡Eso suena a inventadoo! ¿Que pasará si le preguntan al encargado? ¡Moriremos!

— ¡Hey no suena a inventado!

— ¡No me grites!

— No te estoy gritando, solo hablo un poco más fuerte.

— ¡Es lo mismo! ¡Para tu información a mi nadie me grita!

— ¿Tranquilicémonos quieres? Nos hacemos mas tarde aquí sin buscar solución.

Ella inhaló profundamente con los ojos cerrados con la cabeza en alto. Luego bajó la mirada y ahí la mantuvo.
Podía ver que le asustaba esto... Por dios,  debí darme cuenta de la hora, no deberíamos estar aquí.

Respiré un poco... Y un silencio estuvo por unos segundos entre nosotros.

Cuando de pronto.

Una idea... Vino a mi. Oh si.

— Mary, escúchame. ¡Ya lo tengo!— distraje su mirada gacha con mi exclamación y ella prestó atención. — Es simple,  me calló mal la hamburguesa que comí, pues como soy nuevo no estoy acostumbrado aun a la comida de aquí.

— ¿Y qué hay de mi?— Dijo arqueando las cejas.

— Combinemos nuestras ideas, tu me llevaste a un tours por la escuela y de pronto me puse mal y bueno me esperaste porque sin ti como guía no podría volver al salón. Bueno ahí le agregamos que esta escuela es muy grande y que suele suceder.

— Mmm, no es mala idea— admitió asintiendo con la cabeza y poniendo una boca de pico.

— Bueno, entonses, agámoslo.

Quería mostrarme seguro frente a ella, aunque me sentía muy nervioso.

Tranquilizate Drew— trataba de convencerme

Así, con un nudo en la garganta y confiado en mi respuesta, respiré. Inhalando profundo y exhalando lentamente.

Vamos Drew solo hazlo.

Tocamos la puerta. Por la ventanilla vimos que todos voltearon a ver.
El profesor, interrumpiendo su dibujo que realizaba en la pizarra para explicar las partes de los pulmones. Caminó hasta la puerta, y la abrió, quedándose parado frente a nosotros.

Nos miró a cada uno, no tenía una cara de enojo, pero si estaba muy serio.

Así que me adelanté en decirle.

— Profesor, buenas días, no queríamos interrumpir su clase de esa manera. Nos sentimos apenados por llegar tarde, porfavor disculpe, todo a sido mi culpa. Mi compañera  durante el receso me invitó una hamburguesa del cafetin y luego me mostro la escuela , pero luego sentí que mi estomago me dolía y...

— Ya basta hijo—dijo interrumpiendome— ustedes dos están castigados, los vi subiendo por las escaleras hacia la azotea. ¿Creen que aquí pueden hacer lo que quieran?

Diablos... Nos vio.

Mary intervino de inmediato.

— Profesor porfavor discúlpenos, el tiempo simplemente pasó y no nos dimos cuenta, no fuimos a hacer nada malo arriba,  porfavor profesor— se acercó Mary y le puso ojitos tristes— Podemos resolver esto ayudándole con alguna tarea, o lo que usted nos pida,  pero no nos castigue. Mi madre se pondría muy molesta conmigo... Por favor— musitó con voz temblorosa y a un pelin para llorar.

El profesor se quedó callado y miró a otro lado... Parpadeando varias veces, y asintiendo levemente, como... Recordando algo.

— Ustedes dos, me ayudarán a revisar exámenes por la tarde, sean los que sean, y no pueden decirle a sus padres. Inventense una buena historia, son muy buenos en eso.

— Pero profesor— interrumpió Mary— yo tengo clases de karate en la tarde.

— Señorita... Ese, no es mi problema. Pero le aconsejo que no vaya si no quiere que la mande con el director.

Mary bajó la mirada, con rabia e impotencia.
Vi como una lágrima muy pequeña salia corriendo por su mejilla.

— Entonses, ¿tenemos un trato?

Mary, asintió aun con la cabeza gacha y yo también lo hice. Así que profesor nos hizo una seña de que entremos al salon.

Como un coro, todos nuestros compañeros vociferaron:
"wuuuuuuuuuu", seguido de muchos murmullos y miradas en nosotros.

Mary paso rápidamente por los sitio y ocupó su lugar al lado de Liz. Y luego yo. Liz estaba en medio de nosotros, así que podía ver algo de Mary si me inclinaba hacia adelante.

El profesor, reprochando a todos por el coro infantil que hicieron, los amenazó diciéndoles que no tendrían receso la próxima semana si escuchaba aquello una segunda vez, en su clase.

Yo solo miraba y pensaba en Mary. Quería sentarme a su lado.
Estaba sintiéndose mal, y yo estaba a un asiento de ella.

Dos horas aburridamente interminables pasaron y el siguiente curso nos tendría unas dos horas más hasta la salida.

Ni bien salio el profesor, yo me acerqué a su lugar. Ella estaba dibujando un garabato en su cuaderno.

Liz me cedió su asiento, y le agradecí.

— Parece que se traen algo entre manos, no te preocupes Drew, yo me siento en tu sitio— vocalizó un: no te preocupes.

Ahora me acerqué un poco más a Mary, pero ella recostó su cabeza entre sus brazos como si fuese a dormir sobre su silla.

— Mary, escuchame.

— No quiero, ve a tu lugar, no hablaré.

¿Qué?— pensé

— Mary— puse mi mano sobre su hombro— vamos niña, dime que sucede.

— Drew, ahora no, solo... Déjame.— susurró con voz débil

Y entonses entró el profesor. Anulando toda posibilidad de acercarme más a ella.