Capítulo 11

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Cuando llegamos a la mansión, miré por la ventana y tragué saliva. Ahí estaba mi peor pesadilla, parada con una sonrisa de oreja a oreja mientras movía su mano saludándonos, simulando ser un Angel cuando en realidad, Verónica podría ser la mismísima hija del mal.

-Alicia -dijo Ashton- ¿no piensas bajar y saludar a tu amiga?

Yo no tengo amigas y prefiero que sea así antes que tener a esta bruja como una.

Bufé y abrí la puerta del auto para luego bajar lo más lento posible. Los chicos me miraron confundidos pero luego de encogerse de hombros, imitaron mi acción y se bajaron.

-Ve yendo -dijo Luke-. Nosotros bajamos tus cosas.

Tragué seco mientras asentía y comenzaba a caminar. Nunca antes me había sentido tan nerviosa, sentía la mirada de los chicos en mi nuca, la sonrisa malvada de Verónica, mis piernas temblar y podía jurar que me iba a caer en cualquier momento.

Y no me equivoque.

-¡Alicia! -Dijo Verónica corriendo hacia mí. Me levanté sola, ignorando la mano que tendía hacia mi dirección y sin siquiera mirarla, comencé a caminar hacia dentro de la mansión.

Sabía perfectamente que los chicos me estaban mirando confundidos y enojados. Aparte, podía escuchar como Michael le decía "tuvo un mal día" y cosas así.

Mal día es el que voy a tener desde ahora.

(...)

Estas fueron las peores dos horas de mi vida.

Literalmente, los chicos aman a Verónica y ella obviamente, está encantada con eso. Todo el día estuvo simulando ser buena y los chicos estaban maravillados con ella mientras que a mí, me gritaron varias veces por ser "descortés" con nuestra invitada.

Hace un rato, antes de que me mandaran a mi habitación todo estaba perfecto. Ya no aguantaba la presencia de Verónica en esta casa, en mi casa, asique les iba a decir a los chicos la verdad, que esa arpía esta actuando y que soy muda. Después de todo, tarde o temprano se van a enterar de algo como eso.

Pero ahora, solo quiero que todos se vayan al demonio.

Juro que esta vez, no fui yo. Mejor me explico...

Ashton me había pedido que fuera a la cocina para traerle a Verónica un vaso con agua asique lentamente me levanté y fui a la cocina por ese vaso. Todo por estar lejos de ellos por un rato.

En fin, estaba en la cocina con el vaso de agua en la mano pero no quería volver ahí asique me puse a buscar algo de comer para mí, unas galletas o que se yo pero no, Verónica tenía que arruinar todo ¿cierto?

Cinco segundos después escuché como los chicos preguntaban porque tardaba tanto y luego a la bruja decir "Voy a ayudarla".

Si claro, ni pinocho te cree eso.

Cuando Verónica me vio en la cocina y me vio con su vaso de agua y mis galletas en la mano, su angelical sonrisa se convirtió en una sonrisa malévola y puedo jurar que le salieron unos cuernos.

O tal vez siempre los tuvo, quien sabe.

Volviendo al tema, Verónica se acercó a mi lentamente haciendo que yo retrocediera y tragara saliva nerviosa. Quería correr pero no podía moverme, es como si la señal que mi cerebro le enviaba a mis piernas fuera ignorada.

Cuando Verónica estaba al frente mío, levantó su mano y me jalo del cabello, provocando un gemido de dolor de mi parte y que mis galletas se cayeran.

Creo que eso fue lo peor de todo.

Luego de quejarme ella no hizo nada más que reírse para luego burlarse de mi como siempre lo hace.

Si hablara, te insultariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora