Capitulo 66. Yo a cambio

4.1K 240 21
                                    

Un día más y nadie sabía nada de la pequeña Elisa, samuel se sentía impotente, como si en cualquier momento se volvería loco, no sabía que más hacer, donde más buscar, cada segundo valía, cada segundo eran horas de peligro para esa pequeña en brazos de una loca desquiciada como Patricia.

Cayetana apenas podía ponerse de pie, saco toda la fuerza que tenía para poder volver hacerlo, sentía como dagas que se clavaban en todo su cuerpo, pero lo que más le preocupaba era Elisa, hace muchas horas no sabía nada de ella. Cayetana poco a poco como su cuerpo le permitía, se acercó a la puerta y comenzó a gritar

Cayeta: Leonardo!! Tráeme a mi nieta, infeliz, Leonardo!! -gritaba mientras golpeaba la puerta con sus puños- Leonardo, maldito infeliz, tráeme a mi nieta

Patricia: ya cállate vieja estúpida -gritaba desde el otro lado- no sabes lo mucho que nos estamos divirtiendo Elisa y yo con mi arma -dice sólo para asustarla más-

Cayetana: no! No! No! No le hagan nada, tráiganme esos malditos papeles, los voy a firmar pero por favor no le hagan daño a mi nieta, desgraciados

Cayetana escucho unos pasos acercándose a la puerta y se alejó de ella lo más rápido que pudo, la puerta se abrió frente a ella dejando ver a Leonardo

Leonardo: ya me tienes harto, acaso quieres otra sección como la de ayer? -dijo mientras la sostenía del cabello-

Cayetana: ya? Voy a firmar, pero por favor, por favor, no le hagan daño a Elisa por favor -dijo llorando-

Leonardo: tu y esa mocosa ya me tienen harto! Patricia! -grita enojado- trae a la mocosa y déjala aquí, yo iré a buscar los papeles, ya no aguanto un día más de los gritos de estas dos

Parecía prácticamente tiró a Elisa al suelo cuando la dejo con Cayetana, la pequeña sólo hacía sollozos, se había cansado de llorar, tenía varios moretones en sus bracitos, Cayetana se lamentó tanto, lloro tanto de sólo imaginarse el trato que le dieron esa noche...

Cayetana: ya chiquita, yo estoy aquí contigo y te voy a proteger

La pequeña empezó a calmarse al escuchar la voz de Cayetana, nunca había estado con ella, no la conocía, pero ella sabía muy bien que Cayetana quería protegerla

Cayetana: muy bien chiquita - Cayetana se acomodó como pudo juntó a Elisa en aquel catre viejo, sentía tanto dolor, pero en ese momento tenía a la bebé con ella, el dolor físico era lo de menos- ven, te voy a cantar una canción que a tu mami le gustaba mucho

"Si... Siente frío -empezó a cantar- y hay mucha niebla, si las estrellas, esconden su brillo...

Si mi princesas... Perdió su castillo, jugando en la arena, sólo recuerda, yo voy contigo

Elisa empezó a chuparse su dedo pulgar mientras movía la cabeza de un lado al otro al compaz de la voz de Cayetana, se veía realmente adorable

Te abrazare, cuando te sientas sola, te enseñare como cruzar las olas, te cuidare si estas, dormida...

Te encenderé una luz en la mirada, para que nunca te de miedo nada y vuelvas a soñar... Tranquila"

Cayetana: te gusta mi amor? -dijo sonriendo- a tu mami le gustaba mucho y sabes? -toca tiernamente la pequeña nariz de esa bebé hermosa que tenía en sus brazos y luego besa su cabecita- ella también hacía lo mismo que tu. te prometo que muy pronto te llevare con ella, aunque sea lo último que haga

Leonardo estaba con Patricia en la sala, quería largarse ya de ahí

Leonardo: ya me quiero largar de aquí - dice fastidiado-

Patricia: oye! Se me estaba ocurriendo algo -dijo mientras sonreía-

Leonardo: ahora que?

Patricia: estoy pensando hacerle una llamadita a andrea, me gustaría escuchar cuanto sufre por su bastardita

Leonardo: te volviste loca?! Si lo haces nos dejarías al descubierto a ambos

Patricia: no seas tonto, ninguno de ellos sabe de nuestra relación, no hay manera de que te impliquen en esto, además de que se que soy la primera persona que paso por la cabeza de ellos. Anda - pasa sus manos alrededor del cuello de Leonardo- no seas malito, dame ese gusto por favor -le da un beso- por favor

Leonardo: ya! Esta bien, pero cuidado con lo que dices

Andrea había intentado ir detrás de samuel, no podía quedarse ni un segundo más sin saber de su hija, pero su teléfono sonó y por una extraña razón sintió un miedo tan grande

Andrea: bueno -contesta asustada-

Patricia: que gusto escucharte de nuevo andreita

Andrea: Patricia?! -dijo e inmediato samuel se devolvió- donde está mi hija, regresamela por favor -dijo llorando de miedo-

Patricia: no quiero! No lo haré, no sabes la satisfacción tan grande que tengo de escucharte así, me encantaría ver tu cara.

Andrea: regresame a mi hija, infeliz, es apenas una bebé, ella no tiene la culpa de nada

Patricia: si la tiene, por su culpa samuel me dejo, porque tuviste que meterte entre nosotros, tu me quitaste a samuel y yo a tu hija, estamos a mano

Andrea: por favor Patricia -dice llorando- pídeme lo que quieras pero por favor no le hagas daño

Patricia: no quiero nada, Elisa y yo nos estamos divirtiendo tanto, lo único que es un poco amargada, hasta en eso se parece a ti, la muy tonta no sabe jugar a las pistolas

Andrea: no! No! Por favor Patricia, no le hagas daño por favor -dice llorando de miedo, enojo, frustración-

Samuel ya no soportaba ver más a andrea llorar, le arrebató el teléfono y empezó hablar el con Patricia

Samuel: yo me entrego Patricia, yo me voy contigo sin decirle nada a nadie, pero por favor, entrega a mi hija, por favor, piensa, tu y yo podemos ser felices, estoy dispuesto a irme contigo a cambio de mi hija...

El error que más AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora