Todo este tiempo me venía preocupando por los días que faltaban para mi muerte, para dormir para siempre y no volver a sentir el dolor que me atormentaba al despertar. Tantas noches llorando, tantas veces en las que con YoonA nos imaginábamos en un mejor lugar allá arriba, siempre juntas. Mi último deseo era disfrutar lo más que pudiese de este tiempo sin lastimas a las personas que amo, alejando a SooYeon de mi vida y aventurándome a un romance con MiYoung. Error, todo había sido un error. El simple hecho de saber que podría seguir viviendo me nublaba la mente, supongo que todos tenemos ese instinto de supervivencia a toda costa, incluso si eso incluye engaños...
—¿Voy a seguir viva?
—¿Cómo te lo explico para que tu diminuto cerebro lo entienda? —masculló el hombre que se paseaba ahora por la habitación rascándose la fina barba que le había crecido—. Tus padres están tratando de conseguir el dinero para tu operación porque has mejorado demasiado TaeYeon, solo necesitas entrar una vez más al quirófano y listo, podrás tener una vida normal otra vez. El único problema es que les cuesta conseguir toda esa cantidad, pero...
—¿Pero qué?
—Yo puedo hacer que te operen ahora mismo si aceptas mi propuesta. Y podrás ayudar a MiYoung y salvar a tu amiga, ¿no te haría eso feliz?
"¿Qué hay sobre SooYeon?", me pregunté. ¿Tendría oportunidad de verla de nuevo? ¿Y cómo puedo ayudar a YuRi?
—Algo más, por favor.—Vaya, me saliste codiciosa. —Rió con burla antes de asentir para dejarle continuar.
—Quiero que pague todos los gastos de la familia Kwon, de su chófer.
—Acepto.
Luego de eso me llevaron a mi habitación de descanso, todo había pasado tan rápido que todavía me costaba asimilarlo. Me quedé acostada en la cama, uniendo los hilos de esta historia, de lo que me dijo YuRi y de lo que acababa de aceptar. Recordé cuando vi a mi madre llorando luego de haber recibido una noticia y ahora entendí de qué se trataba. Nunca iba a morir realmente, siempre hubo una pequeña esperanza... Doblé mi cuerpo para abrazarme a mis rodillas y solo empecé a llorar. En este corto momento dejé de pensar en MiYoung, solo recordé lo feliz que era cuando SooYeon estaba conmigo, ¿hace cuánto que no sonreía? Ella se llevó mi última sonrisa, la más sincera y cálida.
—Señorita Kim, se le requiere en la habitación de la señorita Hwang. Ahora mismo
Me limpié las mejillas y me obligué a misma a fingir que todo estaba bien. "Lo siento mucho", quise decirle porque sentía que ahora yo la usaba, que ahora debía fingir realmente que la quería aunque no fuese así... aunque mi corazón latiese por el de alguien más.Giré la perilla de la recamara de la mayor, un llanto desesperado tenía a todos los enfermos consternados por no saber cómo calmarla que no sea con alguna droga.
—¡Llegaste! ¡Estás aquí! Mi amor. —gritó ella con euforia, ordenando al resto que se vaya. Me dieron una palmada en el hombro y me senté al borde la cama.
—Ya todo está bien, MiYoung-ah. Mañana nos iremos de aquí, ¿sí?
—¿A dónde? No les hagas caso, no lo hagas. Son mentiras, me quieren apartar de ti, no los escuches.
—Nada de eso, iremos las dos juntas. Tienen que operarme, ¿acaso quieres que vaya sola?
—No, no. Siempre juntas, juntas.
El estado de la pelinegra me asustaba, se abrazó a mi regazo con fuerza, delineando mis muslos y los pequeños tumores en estos, repitiendo que ahora estaríamos bien. Pensé que al menos luego de que ella tomase el tratamiento, tal vez podríamos ser amigas, ¿no? Entonces me besó sin previo aviso, en un abrir y cerrar de ojos ya tenía sus labios estampados sobre los míos. Me gusta "Stephanie", pero no de la manera en la que ella cree. No puedo evitar sentir remordimiento cuando me besa de esta manera, cuando me mira como ahora con tanto amor y agradecimiento. Observé que ella seguía medicada por todos los tubos que entraban y salían de su cuerpo.
Con los minutos ella volvió a tranquilizarse, pero yo seguía despierta, alerta a cualquier sonido y sobre todo asustada con lo que pasaría ahora en adelante. Tal vez esto era lo correcto, solo lo sabría cuando todo acabase. Ahora debían descansar que tendrían un largo viaje al amanecer.
Al despertar el señor Hwang terminó por explicarme los últimos detalles de su plan mientras su hija terminaba de hacer sus maletas y las mucamas (enfermeras disfrazadas) se apresuraban a alistar sus cosas para el viaje. Mis padres ya tenían conocimiento acerca de la operación, un "mágico" donante apareció para completar el dinero que necesitaban y ellos estaban tan entusiasmados que nos esperarían en el aeropuerto. MiYoung se quedaría conmigo a esperar, una vez que yo estuviese estable, la persuadiría para ver a un psicólogo especializado junto con otros doctores. YoonA sería atendida de inmediato y se mantendría bajo el cuidado de ChangMin, quien a pesar de ser un hijo de puta, se había enamorado de ella tanto como para prometerse mejorar. La deuda de YuRi sería pagada de inmediato una vez el avión despegara.
Muchas personas serían felices, todo estaría bien, a veces hay que hacer sacrificios. Sí, así estaría bien.
—¿En qué piensas, Tae? —La americana tomaba mi mano con delicadeza, dejando pequeños besos en mi mejilla mientras esperábamos a que nos llamaran para abordar.
—Es mi primera vez en un avión. —respondí casi sin fuerza, no era una mentira, pero ni siquiera podía mirarla a los ojos.
—Estamos juntos, no pasará nada. —Ella sonrió como siempre que estaba a mi lado, con sus ojos en forma de una fina curva y su dentadura brillante—. Y cuando te recuperes, pasaremos mucho tiempo a solas... —me susurró al oído con picardía.
Nos trasladaron a la cola, teníamos cierto privilegio por ir en primera clase, hubiese sido en un avión privado, pero yo pedí no llamar demasiado la atención.
Y aquí estábamos ahora, en unos cómodos asientos, no ocultando la clase de relación que teníamos y siendo criticadas entre murmullos por los ancianos. Miré por la ventana y me despedí de mi país, de mi amiga, de SooYeon.
** -SooYeon-
No lo puedo creer, finalmente tengo el dinero que falta, lo logré. Guardé el celular luego de revisar que, efectivamente, todo el dinero había sido depositado en mi cuenta. Meses de trabajos de medio tiempo, meses de rogarle a mis padres que me dieran el dinero al haber salido con los hijos de personas importantes y buscar que ellos me rechazaran.
—Quiero hacer una donación, es para la operación de la paciente Kim TaeYeon. —dije mientras esperaba a que la mujer terminaba de buscar cuánto faltaba completar.
—Oh, pero... Lo siento, la señorita Kim ya ha sido derivada a otro hospital para su operación.—¿Qué? —incrédula me acerqué más para verificarlo en la pantalla de la computadora.
—Ya ha recibido otra donación y ahora está en Estados Unidos, recibirá el tratamiento allá. ¿No es eso una excelente noticia?
—¿E-Estados Unidos?
Llegué tarde. Lo sabía, todo era culpa de MiYoung, no llegué a tiempo aun cuando YuRi averiguó todo eso para mí, aun cuando sabía que si no conseguía el dinero, se iría con esa chica...—¿Me puede decir en qué hospital, por favor?
—Por la seguridad del paciente, no podemos brindar información adicional. Lo siento, son normas que no podemos ignorar.
—¿Cuánto desea? ¿Cuánto debo darle? Por favor, se lo suplico. El amor de mi vida está en peligro. Ese hombre no es bueno, no lo es, por favor. —pedí tomando con fuerza la muñeca ajena, esperando ser escuchada.
—No puedo decirle, lo siento mucho. —me dijo mientras señalaba con la mirada al monitor y luego a las cámaras de seguridad. "Gracias", deletreé con los labios antes de salir con lágrimas en los ojos, pero con una nueva misión: salvar a TaeYeon del verdadero plan del doctor Hwang.
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Last Smile
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado cómo es vivir sabiendo que tus días están contados? ¿Por qué seguir viviendo si algún día todo esto se va a acabar? ¿Qué es lo que nos motiva a seguir? Cuando a veces la lucha más grande es la de seguir viviendo cuando...