Capítulo cinco: La bestia del auto negro

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- Acepté - Soltó Nicolás mirando a su amigo.

- ¿Aceptaste? - El menor se giró para mirar al moreno

- Si po' - Levantó los hombros - Igual solo es un día y pagará todo.

- Una cita gay - Respondió

- Puta Doc - Nicolás se tomó el pelo - No sé.

- ¿Te gusta? - El moreno frunció el ceño ante la pregunta - De verdad te gusta.

- ¡No soy gay doc! - Gritó ofuscado.

- Entonces quieres la plata - El chico de lentes volvió a su computador - Ten cuidado Nico, mira que te puede cachar.

- Tampoco es que le saque millones, pero quizás podría comprarme alguna chaqueta bonita - Levantó los hombros mirando la espalda de su amigo - O quizás después podría tener un Ferrari

Su turno laboral ya había terminado y despidiéndose del chico que manejaba las cámaras y el área de seguridad comenzó a caminar hasta su casa.

En el camino no fue capaz de sacar su celular, su mente estaba ocupada en la propuesta de Jaime, en todo lo que podía cambiar en su vida y lo que podía ganar saliendo con él solo un día o quizás dos. 
Igual estaba asustado, ¿y si al tipo le daba por tener sexo? Hoy le había corrido mano y tampoco sabía hasta dónde podía llegar.

Tomó la micro que lo dejaría a unas cuadras de su hogar a las 8 p.m., por la hora la micro estaba llena y él se sentía mareado y con el estómago revuelto .

Bajó aproximadamente a las 9 p.m. para caminar lo que le quedaba de recorrido, la población en la que vivía lo saludaba con varios ancianos ebrios sentados fuera de una casa y esquivándolos seguía pensando en todo lo que le ayudaría salir con el multimillonario. Al pasar la primera cuadra encontró varios niños haciendo un círculo, escondían algo en el centro. Al acercarse vio un rostro conocido, su hermano pequeño de ocho años estaba jalando de una bolsa plástica.

- Matias - Pensó frunciendo el ceño

Su hermano respiraba de una bolsa plástica, el liquido amarillento se movía con brusquedad.

- Te va a comer la mierda por weon - Soltó cuando su hermano de 13 años lo miró y tomándolo del brazo tiró la bolsa derramando el líquido de su interior - Pero no mientras yo siga vivo conchetumare.

Continuó caminando a rastras con el pequeño que dopado seguía a su hermano, le quedaba solo una cuadra.
No fue distinto cuando abrió la puerta de su casa, solo encontró desorden en su máximo esplendor, arecia que hubiera pasado el huracán catrina o todos los del bar hubieran decidido beber y pelear en su living comedor. Todos los muebles estaban en lugares que no acostumbraban, papeles desparramados por la alfombra y las mesas de madera volteada.

Caminó por el pasillo hasta su dormitorio aún con su hermano sujetado y no había alcanzado a llegar cuando comenzo a escuchar unos gemidos que aumentaban en sonido sin el menor pudo, respiró profundo antes de cerrar la puerta.

Claramente los gemidos venían de sus padres, quienes mantenían la lujuria de su amor a las 9 de la noche, mientras su hijo menor jalaba en la calle bencina, parafina o agorex y sinceramente no le interesaba averiguarlo en este momento, solo quería acostarlo .

Tiro al chico a su cama, el dormitorio pequeño mantenía dos camas de una plaza y un velador justo entre ellas. Era un lugar pequeño y con dos cajoneras el espacio para caminar era casi imperceptible. Se recostó en la cama y dejó su teléfono a un lado de su almohada, la situación lo ponía de mal humor y a pesar de que le sonaba el estómago por hambre solo quería dormir.

- Será solamente una cita - Susurró cerrando los ojos - Tendré ropa nueva y nadie se tiene que enterar Nicolás, incluso si quiere sexo no haras una película porno y la primera solo será una cita donde me comprará todo lo que quiero - Suspiró.

Por otro lado Jaime aburrido en la suite presidencial miraba la televisión, un plasma de 90" enseñaba el último noticiero del TVN. Con una tabla de quesos y un vino blanco de la casa a su lado el solo se rascaba la cabeza aburrido. Lo último era una manía que se le había pegado hace un tiempo, le gustaba ese contacto de sus dedos entre los rulos desordenados y lo había descubierto con un prostituto argentino que después de la acción le gustaba "regalonear" a sus clientes.

Tenía que conseguir un nuevo chófer, había despedido al otro después de que lo  amenazara y la verdad es que se sentía triste por ello. El hombre lo había acompañado mucho y era un buen chófer aunque se drogara cuando conducía. Quizás fue lo último lo que le recordó al hombre que lo trasladaba cuando había comenzado a emprender, un rapero desordenado que lo hacía reír bastante a pesar de que perdía la compostura constantemente. Tomó su teléfono para buscar si aún tenía el contacto, "La bestia del auto negro" apretó el botón verde y el tono de llamada comenzó.

- No te dije ya que no quiero fibra óptica, a los bastsrdos les gusta que les grite por eso me llaman todo el día- Gruñó la persona al otro lado del teléfono.

- Óscar, soy Jaime - Soltó Navarro aguantando la risa- Quería saber si aún ejercías como chófer.

- ¿Jaime? - Confundido el rapero intentaba recordar a quien lo llamaba - ¿El del hotel ese de Las Condes?

- Sí, el mismo

- Buena - Oscar frunció el ceño confundido - La verdad es que ya no la hago de chófer hacer rato, lo más cercano es el Uber. Aunque estoy sin pega así que igual podría ayudarlo.

- Perfecto, aunque ahora tengo un nivel un poco más serio y quizás tendrás que usar uniforme - Jaime volvió a rascarse la cabeza - igual es mi auto el que deberás manejar.

- ¿Y qué auto es?

- Una limusina Hummer Lincoln - El empresario se levantó del sofá.

- Chucha - Óscar frunció el ceño - ¿Tendré que hablar en algún momento o me puedo quedar callao' siempre?

- Si gustas mantener silencio no es problema para mí - Fue jaime quien frunció el ceño ahora - Lo que me interesa es que me abras la puerta y me traslades solamente.

- Estamos dados entonces, ¿Cuándo es la entrevista?

- Ahora te estoy haciendo la entrevista

- ¿Y como me pruebo la ropa? me tengo que ver bonito po.

Fue jaime  quien no pudo evitar reír, recordaba al chico tal cual y eso le traía cierta nostalgia de sus comienzos.

Pagaría tu vida Nicolás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora