Nicolás miraba los vídeo en el balcón, con sus audífonos escuchaba las estupideces que su amigo habia dicho en la noche. Jaime por su lado se despedía de sus tres amigos en la entrada, cuando cerró la puerta se apoyó en ella y sus dedos comenzaron a rozar su miembro. Caminó de esta forma hasta el balcón y abrazando al moreno por la espalda, sorprendiéndolo y asustándolo. Comenzó con un vaivén que restregaba su miembro semi erecto con el trasero del menor.
- Lindo - susurró Navarro en el oído de su futuro esposo cuando sacó el auricular - hermoso, rico - Nicolás rió.
Jaime no tardó en recorrer con sus manos el cuerpo del menor, le excitaban de gran manera los 15 años de diferencia de edad, ese cuerpo que aún estaba pasando de un adolescente a un adulto, que se estaba formando para él. El moreno aún un poco ebrio aceptaba las caricias incómodo, no sentía lo mismo que los dias anteriores cuando se habían acostado y era netamente porque Navarro no se había puesto las feromonas.
Guiándolo a la cama lo acostó y el aún de pie comenzó a desvestirlo, Jaime besaba los muslos desnudos y mientras Nicolás cerraba los ojos, sin entender muy bien que sentía, Navarro deslizó la lengua por su miembro, lo que provocó un escalofrío y que el placer se adueñara de la mente del menor cada vez que su miembro entraba en la boca del mayor.
Sentía que se corría, que eyacularia en cualquier momento y no fue hasta que estaba a punto, solo a una lamida que Jaime se alejó y sentándose en el único sofá que la pieza tenia le tendió la mano.
- ven morenito - soltó limpiándose la boca con la manga de su chaleco.
Nicolás con vergüenza se acercó al hombre, el que lo guió para que se diera la vuelta y se sentara sobre él. Penetrándolo en esta posición, un poco incómoda para el menor pero bastante agradable para el otro se mantuvo hasta que Navarro eyaculó dentro de él.
Despertaron bastante tarde, entre bañarse y comer algo salieron en busca del pasaporte a las dos de la tarde. Alcanzaron a retirarlo y pedir hora para la Unión civil en Chile. Claramente Jaime no estaba interesado en quedarse en este lugar así que para mantener a Nicolás bajo su poder contraerían matrimonio en todos los países donde estuvieran, siendo esta la fecha de aniversario.
Tenían hora para el otro día, claramente con unos billetes naranjos extras para el notario. Todo a la perfección Navarro llamó a sus testigos, Edgar y su mujer. Con todo preparado para el otro día y la reserva respectiva en el restaurante francés favorito de Navarro, se fueron directo al mall, una tenida decente para el moreno y de vuelta al hotel, la resaca de la noche anterior los tenía agotados.
- ¿Invitarás a tu amigo mañana? - preguntó Jaime mientras revisaba su correo electrónico.
- ¿Invitarás a Manuel? - Navarro asintió - entonces sí.
Caminando hasta el balcón marcó el número del bestia negra quien entre gemidos le contestó.
- Her-hermano estoy ocupado - Nicolás se largó a reír - te llamo después maricón.
- Bueno - cortó el teléfono riendo.
- ¿Qué pasó? - Jaime lo miró con el ceño fruncido.
- Nada, perdón.
¿cómo decirle qué su rapero mejor amigo era capaz de contestar mientras tenia relaciones sexuales o se masturbaba? Prefería omitir ciertos puntos de su amistad y así evitar dar explicaciones tontas.
La tarde y noche pasaron con rapidez, La pareja se durmió temprano y cada uno por su lado. Cerca de las una de la mañana el mayor despertó al baño y se le quitó completamente el sueño, aburrido en la cama decidió meterse a su maleta y esparcir cuatro gotitas de feromonas en su cuello, detrás de las orejas y dos gotitas en su ingle, quería jugar, darse una buena despedida de soltero. Subiendo la calefacción de la habitación esperó a que el moreno transpirara un poco y se acostó sobre él, acariciando el delgado cuerpo contrario besaba el cuello de Nicolás, preocupándose que oliera las feromonas. El moreno no tardó en despertar, en que su miembro se levantara al mínimo roce y que su mente le pidiera la penetración.
- Chupamela - susurró Jaime sobre los labios del menor.
- Pero - dudo Nicolás.
Desconfiado y avergonzado su cuerpo se deslizó suduroso hasta los pies de la cama mientras Navarro se acomodaba, con cierta dificultad metió el miembro contrario en su boca, y con arcadas comenzó a lamerlo, no fue hasta que la mano del mayor tomó la cabeza del moreno y lo obligó a tragarla entera que sintió las feromonas, dos gotitas que lo volvieron completamente loco.
- Ya no quiero hacerlo - soltó Jaime levantándose de la cama con un dejo de travesura.
- No, ¿hice algo mal? - Nicolás lo siguió cubriendo su miembro erecto con la mano - Jaime por favor dime si hice algo - sujetó la muñeca contraria.
- Bueno, quizás no me siento muy atraído - soltó.
- No me digas eso - se detuvo el moreno sin dejarlo terminar, excitado a mas no poder y dolido por las palabras. Se sintió poca cosa - yo, yo me voy mejor.
- ven acá - tendió la mano Navarro, Nicolás no se acercó - ven Nicolás - el moreno caminó despacio.
- yo no quiero ser poca cosa para ti - la impotencia colapso al moreno
Llorando se cubrió el rostro con las manos y Navarro se sintió culpable por primera vez en años, quizás en toda su vida.
No, Nico - lo abrazo - lo siento, perdón Nico - limpió el rostro del menor con sus manos - morenito no llores por favor, yo no queria decir eso.
El moreno dejo de llorar, seguía estando caliente por el efecto de las feromonas y el abrazo que lo cubria.
¿Sabes qué ya te quiero? - susurró Jaime cayendo junto al moreno a la cama y besando cada parte descubierta que encontraba - enamorate de mí Nicolás, necesito que dependas de mí y que no te vayas nunca, no me dejes nunca Nicolás.
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Pagaría tu vida Nicolás.
FanfictionUn multimillonario y un pobre weon... ¿Qué puede salir bien?