Capítulo 18

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Me tenso un poco mientras ese chico se incorpora y gira su cabeza hacia mí.

Abre los ojos con un poco de esfuerzo ¿o quizás de miedo?

— ¡SANTA MIERDA! —  dice tirando el hielo al suelo de la sorpresa

Se levanta con rapidez pero se tambalea por unos momentos y vuelve a sentarse.

— Te prometo que me iré en cuanto me sienta mejor, siento mucho las molestias — dice con sus manos en su rostro

Está muy avergonzado y no llego a entender por qué. Su amigo tiene una sonrisilla en su rostro y le miro algo interrogante.

Toco su brazo y muevo la cabeza en señal de que no entiendo lo que pasa. Él se ríe para si mismo y se acerca a mi oído.

— Se siente avergonzado por lo que te dijo ayer —  suelta una risa silenciosa

— ¿Qué? —  digo sin entender

— En ese momento digamos que se encontraba algo borracho y cuando recuperó el sentido se sintió muy avergonzado de que las primeras que ha cruzado con la chica que le gu... —  alguien le coge por detrás tapando su boca

— Eres un bocazas calla calla calla — dice rápidamente y arrastrando a su amigo hasta la puerta — de nuevo, siento las molestias por favor 

— No es nada —  contesto

Aunque creo que no lo llegó a escuchar, parecía tener mucha prisa por irse de mi casa.

No llegué a escuchar a su amigo, suspiro.

Son las 8:50.

Voy a asomarme a la puerta algo preocupada por Iván y veo un papel en el suelo.

"Mañana estaremos en las pistas de hielo si quieres saber más" 

 — Pero bueno — digo con una sonrisa— este chico está loco

Guardo el papel en mi bolsillo y sigo mi camino hacia la puerta. No veo a nadie. Comienzo a impacientarme.

Llegan así las 9, esperando hasta las 9:30.

Estoy decepcionada, muy decepcionada. Acaso ¿es una señal? 

De nuevo como hace años, se va sin dejar rastro, sin ningún modo por el cual pueda comunicarme. 

Es como un fugitivo, como si cuando estuviera conmigo tuviera otra vida, como si no quisiera que nadie supiera la verdad.

Me siento en el sofá y pongo la tele, me quedo mirándola pero ensimismada en mis pensamientos, ni siquiera sé de qué va el programa.

Unos golpes a la puerta me sobresaltan ¿qué hora es? Las 11 de la noche.

Me he dormido, debo verme fatal, con la cara pálida, más que de costumbre.

La abro sin preocuparme por mi aspecto, es lo último por lo que debería preocuparme ahora mismo.

Veo a Iván con una rosa blanca en su mano, está algo despeinado y su respiración es agitada como si hubiera estado corriendo.

— Lo siento— dice dándome la rosa

Me quedo mirando la flor, no quiero alzar la mirada y ver sus ojos, no me siento capaz.

— Lo siento mucho... —  dice de nuevo con la rosa en la mano mirando hacia mí

Aprieto mis labios, no quiero que se me escapé un gemido de alivio, o un llanto de frustración, o un insulto.

— E-escúchame, no quería llegar tarde, pero...

Sigue hablando pero no quiero escuchar escusas. Si un hombre te ama, no importa qué, llegará pronto para verte.

Llevo esperándole años, pero estas horas han sido las más dolorosas para mí.

— No hay nada de lo que disculparse— digo entre dientes— pero es tarde, vete de mi casa por favor

Mis palabras me hielan el corazón incluso a mí misma, pero realmente, si siempre va a ser así, prefiero que se vaya de mi vida y que el tiempo se encargue de borrarle.

— Pero...— pone sus manos en mis hombros— sé que es tarde, llego muchísimos años tarde y aún así me seguías esperando

Mi estómago siente un pinchazo y no puedo seguir reprimiendo las lágrimas, comienzo a llorar.

— Debes escucharme por favor, encontré a la chica que iba ayer contigo cuando ya había salido e iba hacia tu casa, me dijo que era una casualidad encontrarse conmigo y que a dónde iba, le dije que a tu casa porque habíamos quedado — se detiene a recobrar el aire— ella me dijo que no estabas en tu casa, que habías ido al centro comercial que hay al otro lado de la ciudad para comprar una cosa y que te encontraría allí

— ¿Qu...?— no puedo terminar

— Pero no estabas cuando llegué, tu amiga me dijo que era mentira, que ya era tarde para verte, que estarías decepcionada, que me quedara con ella— pasó la mano por su cabello algo frustrado— pero no dije nada y corrí a tu casa, sé que llego tarde, pero he llegado y aunque tú ya no puedas venir conmigo ya ha valido la pena con poder verte...

Cuando terminó de decir eso no pude recordar nada más, una mezcla de sentimientos se hacían un lío en mi interior, decepción, impaciencia, enfado, venganza, traición, amor.

Ese cúmulo de sentimientos distorsionan mis recuerdos, pero, creo que nos besamos. 

Lysette forever [Fanfic Corazón de Melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora