capítulo 17.

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Voy hacia el coche y Marcus viene detrás mía.
-¿Que te pasa?¿Donde vas?- pregunta y me giro rápidamente.
-Me he cansado de esssssst-ta f-fiesta - digo y río. Estoy muy borracha.
-Vale - dice y me mira fijamente.
-Quiero ir a la tercera parada - digo y asiente.
Nos montamos en el coche y pone la música.
Me pongo a cantar como una loca mientras conduce.

-Llegamos - dice y saca un pañuelo.
-¿Donde estamos? No veo nada - digo mirando hacia todas partes.
-Ven - me acerca a el y me coloca el pañuelo en los ojos.
Me retira el pelo de la cara y lo miro a sus preciosos ojos.
-Ahora si que no veo nada - digo y rio. Me pasa una mano por la mejilla y escucho que abre las puertas del coche.
-Vamos - me ayuda a salir y empezamos a caminar.
-¿Me puedes quitar los zapatos? Te juro que no aguanto más - digo y se agacha para quitarmelos. Es tan mono.
Voy agarrada a su brazo con miedo de caerme y hacer el ridículo.
-Escalón, escalón, escalón - dice cada vez que tengo que subir un escalón y ambos reimos.
-¿Falta mucho? - pregunto con voz de cansada.
-No arruines la sorpresa - dice abriendo una puerta.
-¿Donde estamos? - pregunto moviendo los brazos.
-Ups, más escalones - dice riendo y frunzo el ceño.
-¿Más?- pregunto y asiente.
-No te preocupes - dice y me coge como si fuera un saco de patatas.
-¿Que haces?¡Marcus! - grito riendo.
Me vuelve a dejar en el suelo y me agarra de los hombros.
-Sorpresa - dice quitandome el pañuelo de los ojos y abro la boca inmediatamente.
-¡Innn-ncreible! - grito. Estamos en una especie de balcón gigante en una casa abandonada (pero que aún así es preciosa). Las vistas dan al mar donde se ve la luna reflejada. Es tan bonito que tengo que estrenar mi nuevo móvil para hacerle fotos.
-¿Te gusta? - pregunta tocándose la mejilla.
-Es precioso, nunca me habían traído a un sitio así - digo y lo abrazo.
-Me alegra que te guste - susurra en mi pelo.
-Gracias de verdad - digo y sonrio.

Marcus

Ya estamos en el coche de camino al campus. Son las 5 de la mañana y Alex ya está dormida en su asiento. Es adorable verla dormir.

-¿Te gusta? - pregunto tocándome la mejilla.
-Es precioso, nunca me habían traído a un sitio así - dice y me abraza. Me quedo totalmente paralizado al notar mis brazos alrededor de su cuerpo, al sentir su cuerpo pegado al mío, al tenerla tan cerca.
-Me alegra que te guste - susurro en su pelo.
-Gracias de verdad - dice y sonrio como un niño pequeño en la noche de Reyes.

No paro de recordar ese momento, ese abrazo. No se que me está haciendo sentir esta chica, pero juro que no lo había sentido nunca antes.
Por fin llegamos y aparco el coche con cuidado para que nadie se de cuenta de nada.
-Alex hemos llegado - susurro y le pongo la mano en la pierna para que se despierte.
-Cinco minutos más mamá..- susurra y se acurruca en si misma.
Sonrío y salgo del coche. La cojo en brazos como si fuera una princesa Disney. Voy de camino a su cabaña y veo que están las luces encendidas. Estará Rose con alguien seguramente, así que me la llevo a mi cabaña.
Abro la puerta y enciendo las luces.
La tumbo en la cama y le echo una sábana fina por encima.
-M-me g-gustas Marcus - dice en un susurro y me quedo paralizado al oír esas palabras.

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