Love you like I do (Ville Valo)

o n c e

Me removí en la cama y al notar la ausencia de Ville fruncí el ceño, no tenerlo a mi lado hizo sentir un vacío enorme.

-Won't you die tonight for love...- Escuché cantar a Alice imitando la voz de Ville y abrió la puerta sonriente -Arregla tus maletas mi amor ¡Nos vamos!- Abrió el guardarropa y sacó la maleta de bajo de la cama.

-¿Qué?- Exclamé sin entender. No era el momento de volver a Londres, no, claro que no, quedaba un mes y medio aún de vacaciones.

-Lo que escuchaste- Se lanzó a la cama y comenzó a saltar en ella- ¡Nos vamos al puto Helsinki!

-No me jodas Alice ¿De dónde sacaste eso?- Seguía incrédula, ella bufó y tomó mi rostro con ambas manos.

-Los chicos viajarán hoy y adivina, cambié los pasajes, nos vamos con ellos- Chilló -Además veré a mi familia ¿No es grandioso?.

No quitaba su enorme sonrisa y quedé sorprendídisima, por la hora y recién despertada me costaba un poco procesar aquella información.

-¿A qué hora nos vamos?- Sonreí y ella se bajó de la cama.

-A las nueve, prepárate para las veinte horas de vuelo- Estaba a punto de salir por la puerta pero se devolvió hasta mi y me abrazó dejándome sin aire.

-¿Ya lo sabe?- Dijo Migé, nos lo encontramos en el ascensor junto a Burton. Asentimos.

-Supongo no le has avisado a tu mamá, quiero que sea sorpresa mi llegada- Le dijo Alice.

-La peor sorpresa, debería llamar para advertirle a mi tía- Bromeó, Alice golpeó su hombro. Se abrió la puerta y en la recepción se encontraba Seppo y Ville hablando con un hombre de traje.

-Hey- Me abrazó en cuanto nos vio llegar y besó mi mejilla -Creí que todavía estabas en proceso de hibernación y no llegarías a desayunar- Me contagió con su maldita risa y mordí levemente su brazo.

-Aún no puedo creer que vayamos a Finlandia y... ¡No se hablar finés!- Reclamé, Ville rió mientras caminábamos al café, rodeaba mis hombros con su brazo izquierdo.

-Pronto aprenderás, no es un idioma muy difícil- ¿Qué? ¿Hablaba en serio?- Puedes incluso aprender durante el viaje, son muuchas horas libres eh- Comentó y me sentí diminuta.

-¿En qué gastan el tiempo en el avión?- Entramos y sonó una campanilla indicando nuestra llegada, nos acomodamos en una mesita para dos.

-Leer principalmente... y ver revistas porno- Aguantó la risa- En tu caso como se te da fácil puedes dormir, maldito oso- Sonrió de lado y su ojo se cerró un poco haciendo un gesto horriblemente adorable,
quise besarlo en ese instante pero la camarera llegó dándonos los buenos días y preguntando que íbamos a pedir.

Frente a él tenía sólo una taza de café y un par de tostadas, muy por el contrario yo me llenaba con comida para unas tres personas mientras Ville seguía con sus bromas acerca de mi metamorfosis y mis características de oso.

Nos despedimos rápido de vuelta al hotel ya que tenían una infinidad de cosas por hacer, Alice y yo preparamos nuestro equipaje y salimos a recorrer el último día en el fabuloso L.A. Hicimos algunas compras y paseamos, aunque sea por dos horas, por Santa Monica y el muelle, hicimos la promesa de volver algún día.

Regresamos al hotel cerca de las seis, tomamos una ducha y nos pusimos ropa cómoda para el vuelo. A eso de las 18:45 escuchamos unos golpecitos en la puerta, Alice corrió a abrir, era Migé, cargaba una mochila en su espalda.

-¿Están lista ya?- Dijo sin pasar, asentimos y al instante tomamos nuestras cosas y maletas. Cuando llegamos abajo nos encontramos con los demás, no demoramos mucho en hacer el check out y al poco rato estábamos cargando nuestro equipaje en la van.